Multitudinarias cabalgatas por todo el Principado fascinan un año más a miles de niños y mayores
05 ene 2020 . Actualizado a las 20:48 h.La ilusión se apoderó de toda la región durante la tarde noche del 5 de enero, como cada año, cuando Melchor, Gaspar y Baltasar aparecieron por las calles de las localidades asturianas. Miles de niños y mayores se concentraban varias horas antes, incluso, de que comenzara la cabalgata para conseguir el mejor sitio para ver a sus reyes favoritos. Cada cual tiene su preferido. Sea cual sea, lo importante es haberse portado bien durante el año para que el día 6 las casas de todos los pequeños estén llenas de regalos. Desde la primera aparición de los visitantes de los diferentes lugares del mundo, como Macedonia o Nínive, no pararon de escucharse los gritos de los más pequeños que pedían caramelos y que algún paje le diese la mano.
En Oviedo, la primera gran emoción llegó cuando aparecieron los caballos, las ovejas o los burros. Los animales fueron creando un caldo de cultivo que explotó con la aparición del primer Rey Mago, Melchor. Tras él, Gaspar y Baltasar solo hicieron que aumentaran los gritos y aplausos de la gente que se concentró por todas las calles de los recorridos de las cabalgatas de todo Asturias. Se notaba la emoción de unos pequeños que no acabará hasta mañana por la mañana cuando abran sus regalos. Todos los niños y niñas de las cabalgatas sonreían asegurando haberse portado muy bien en este año y haber pedido muchas cosas.
Gijón vivió también una noche mágica, a pesar de que con la llegada de Sus Majestades al puerto deportivo había creado cierta polémica, pues varios usuarios de Twitter aseguraban que los niños no habían podido ver a los Reyes por «mala organización». Eso sí, en la ciudad se disfrutó de un espectáculo diferente ya que como novedad este año no había animales en la cabalgata, pero sí música en directo que animó a todos. En Avilés, las personas que precedieron a los Reyes causaron tanta expectación que solo hizo que aumentar con la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar. Pero las cabalgatas no son solo para los pequeños de la casa. Padres y abuelos disfrutaron como niños de la mágica noche que no ha hecho más que empezar. Tras los Reyes Magos iban los regalos, en Oviedo en un camión de bomberos, en Gijón en coches clásicos y en Avilés, en carros tirados por bueyes. Tras el paseo de Sus Majestades por las ciudades de Asturias, ahora solo queda dormir y esperar a que llegue la magia.