Los productos depurativos o «destoxificantes» te ofrecen milagros de imprevisibles consecuencias para tu cuerpo

También en alimentación existen las fake news. Es importante que aprendas a detectarlas para no cometer errores que puedes pagar con la salud. Todavía estamos inmersos en el primer tramo del año y tenemos todos estos buenos propósitos por cumplir. Si uno de ellos es mejorar tu nutrición, adelgazar y adoptar hábitos más saludables, no te dejes seducir por los bulos ni por falsas promesas que rozan los milagros. El zumo de limón depura, la fruta por la noche engorda, beber en la comida engorda, el aguacate engorda, los ayunos parciales ayudan a purificar, las dietas de zumos o caldos son las más eficaces... El listado es casi infinito. ¿Son eficaces? ¿Son saludables? Vamos a ayudarte a distinguir.

«Voy a comer mejor». Seguro que te lo has planteado. Quizá hasta hayas realizado alguna búsqueda en internet y ahora no paran de aparecerte por todos lados anuncios con dietas, zumos y alimentos detox. Te los venden como la mejor manera de destoxificar nuestro cuerpo y eliminar todo aquello que hemos cogido de más. Depurativo, destoxificante o detox son, precisamente, algunos de los términos más empleados para promocionar hábitos insanos como si fueran sanos. Si necesitamos desintoxicarnos es que tenemos un problema de adicciones y esto solo puede conseguirse bajo una estricta supervisión médica. También es cierto que nuestro cuerpo genera sustancias de desecho que deben ser eliminadas. Pero nuestro cuerpo es inteligente y funciona como una máquina. Hígado, riñones y pulmones tienen esa función de depurar nuestro cuerpo y de eliminar sustancias para mantener el equilibro, sin necesidad de una gestión externa.

Seguir dietas restrictivas, sin el control de especialistas y basadas en alimentos de dudosa eficacia no es una manera adecuada de mejorar tu salud. Los milagrosos ayunos parciales o totales, las dietas de caldos o el consumo exclusivo de ciertos alimentos vegetales solo llevarán a tu organismo al límite, generarán peligrosos déficits nutricionales y te convertirán en más vulnerable a algunas enfermedades. Si las recetas no solo ofrecen soluciones mágicas sino también inminentes, entonces enciende todas tus alarmas. Un apunte más, los productos ecológicos no son necesariamente más sanos que los convencionales. Depende del tipo de alimento. Decántate por uno o por otro en función de tus preferencias y de la organización de tus menús.

Pero regresando al inicio de este artículo, estamos inmersos en el primer tramo del año, tenemos buenos propósitos por cumplir y probablemente uno de ellos es perder peso y ganar salud. No necesitas pócimas mágicas y sí determinación, planificación y una buena alimentación. Paso a paso, sin presiones excesivas que te hagan abandona en cuestión de días.  

 Esto sí es recomendable

Plantéate objetivos pequeños y alcanzables. ¿Eso cómo se traduce? Márcate como meta comer una pieza de fruta al día más, beber más agua y aparcar los dulces. Estos simples gestos ya suponen un importante cambio en la rutina. El agua es, de hecho, la mejor bebida para nuestro organismo. No aporta calorías, es rica en determinados elementos esenciales para mantener el equilibrio de nuestro organismo y podemos obtenerla con tan solo abrir el grifo. Nos ayudan a regular el hígado y los riñones, que son los órganos que depuran nuestro cuerpo.

Elige un grupo de alimentos saludables que quieres incluir en tu nueva dieta. Eres consciente de que debe haber un equilibrio entre el consumo de fruta, verdura, frutos secos o legumbres. Hazlo de manera progresiva, para que no suponga un cambio drástico. Piensa, por ejemplo, en un alimento nuevo a la semana. ¿Apenas comes verduras? Prepara una parrillada de verduras con champiñones y frutos secos, al microondas. Estará listo en 15 minutos y tan solo necesitarás trocear calabacín, pimiento verde y rojo, cebolla, tomate y champiñones, salpicarlo con aceite de oliva virgen y aderezarlo con frutos secos al gusto. Las verduras sobrantes aprovéchalas para cocinar una crema de verduras. Puedes hacer un calendario y así programar cuándo comerlo.

Identifica todos aquellos alimentos y bebidas ricos en nutrientes poco interesantes como los azúcares, las grasas o sal y decide cuáles vas a intentar desterrar de tu dieta. poco a poco. Aparcar los alimentos ultraprocesados será un gran paso en tu vida. Consumir de manera habitual estos alimentos, aumenta la mortalidad en general en un 62% y también la probabilidad de padecer enfermedades como obesidad, diabetes, cáncer e, incluso, depresión. Puedes comer bien sin invertir mucho tiempo en la cocina, si ese es tu miedo. Tan solo tienes que buscar los aliados adecuados, verduras, en conserva o aptos para cocinar en el microondas, legumbres en conserva, pasta o arroz integral. Existen multitud de recursos.

Un último apunte. Desconfía de esos mensajes en cadena que te llegan al Whatsapp o los que se comparten en Facebook con dietas milagro y bulos peligrosos para la salud. La tecnología es un aliado para llevar una vida saludable pero también te obliga a esquivar falsas quimeras.