El profesor de Nava acusado de abuso sexual a un menor regresa al banquillo

Juan M. Arribas

ASTURIAS

Juzgados Oviedo
Juzgados Oviedo

La Audiencia había ordenado la repetición del juicio, en el que el docente había sido absuelto

17 ene 2020 . Actualizado a las 16:39 h.

El caso del profesor de Nava acusado de abuso sexual a un menor de nueve años de su colegio vuelve a los juzgados. La Fiscalía solicita dos años de prisión, cuatro de alejamiento, seis de inhabilitación para trabajar con menores y libertad vigilada durante tres, además del pago de la correspondiente indemnización por daños morales, para el profesor de Educación Infantil acusado de abuso sexual continuado a un menor de 9 años de su colegio. El profesor había sido absuelto por un juzgado de Oviedo, una sentencia que fue revocada por la Audiencia Provinciial, que obligó a repetir el juicio.

El Ministerio Fiscal sostiene que, desde el mes de septiembre de 2015, el acusado, nacido en 1983, era maestro interino de Educación Infantil en Nava. En noviembre de 2015, el acusado comenzó a relacionarse con otros alumnos del colegio, de entre 6 y 12 años, con los que jugaba en ocasiones en el patio y a los que prodigaba abundantes besos y abrazos.

Una vez que se había ganado la confianza de un menor de nueve años, alumno del colegio, comenzó hasta febrero de 2016, a mantener con él conversaciones a través de Internet, con la aplicación Skype, durante las noches de los fines de semana. En todas ellas, el acusado comenzaba hablando de cuestiones de interés del niño, como el fútbol o el colegio, pero desviaba luego la conversación a temas sexuales «totalmente inapropiados y alejados de cualquier fin educativo o didáctico», según la versión del fiscal. El acusado recordó al niño que las cosas de que hablaban eran secretas.

Durante este espacio de tiempo, el acusado agasajó al menor con varios regalos de cierto valor «que no eran propios de una relación profesor-alumno»: mandos a distancia, un volante, unos pedales para la Play Station y diversos juegos.

El 9 de marzo de 2016, la madre del niño, al advertir que había disminuido el rendimiento escolar de su hijo y se había alterado su caligrafía y sospechar del uso que hacía de la tablet los fines de semana y de los regalos que recibía de su profesor, presentó una denuncia ante la Guardia Civil.

Tras ser absuelto por un juzgado de Oviedo, el profesor regresa al banquillo de los acusados. La Audiencia Provincial dictaminó que las conversaciones no tenían objeto pedagógico, como se había sentenciado inicialmente y ordenó la repetición del juicio con otro magistrado. «El examen de las conversaciones evidencia que, como exponen el Ministerio Fiscal y la acusación particular en sus recursos, en diversas ocasiones es el acusado quien dirige la conversación hacia temáticas sexuales. Y sobre todo, lo hace introduciendo contenidos en los que no se adivina una finalidad formativa o educativa, pero sí una aptitud para incidir negativamente en la vivencia de la sexualidad por parte del menor».