La fiebre del oro: 26 proyectos excavan el subsuelo asturiano

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

DANIEL GAYOSO

El Principado tiene autorizadas investigaciones a numerosas empresas que siguen el rastro de las minas romanas entre las comarcas mineras y el occidente asturiano

22 ene 2020 . Actualizado a las 17:16 h.

Una de las herencias que dejaron los romanos en Asturias podría decirse que es de valor incalculable. Esta civilización además de dejar impresionantes construcciones en el territorio, como puentes, torres o termas, dejó un mapa de yacimientos del valioso oro. Se tiene constancia de que explotaron 487 minas, de las cuáles sólo dos continúan en funcionamiento hoy en día: la de Boinás, en Belmonte de Miranda y la mina de Carlés, en Salas. El caso es que el imparable aumento del precio del oro ha hecho que muchas empresas pongan sus ojos en la región tras revisar el legado histórico romano. Prueba de ello es que en la actualidad en Asturias «hay 26 proyectos vivos para buscar el valioso metal» después de que el Principado autorizara en los últimos años proyectos de investigación a numerosas empresas que siguen el rastro de las minas romanas entre las comarcas mineras y el occidente asturiano. Es la fiebre del oro.

Esos 26 proyectos, según la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, afectarán a una superficie de más de 750 millones de metros cuadrados de los concejos de Lena, Morcín, Quirós, Riosa, Proaza, Tineo, Allande, Cangas Narcea, Ibias, Belmonte, Valdés, Castropol, Boal, Illano,  Franco o Tapia. Según explica el portavoz de este colectivo, Fructuoso Pontigo, las empresas solicitantes tienen un plazo de tres años para llevar a cabo la investigación en busca de «oro, plata y cobre» mayoritariamente. Así, la preocupación para el mismo es el impacto que todos esos proyectos pueden generar en el territorio por lo que tienen de «agresivos» y porque detrás están en la mayoría de los casos «empresas no mineras y sin solvencia acreditada».

Orovalle, empresa que explota las minas de Boinás y Carlés, es la que cuenta con más permisos de investigación. Un total de siete. Pero la Coordinadora Ecoloxista denuncia que el resto han sido autorizadas «para empresas de terceros que vienen sin dinero y, por tanto, no tienen recursos» con los que hacer frente a una restauración ambiental una vez realizados los estudios, lo cual supone, en su opinión, «un pufo» y «una hipoteca para los vecinos durante décadas».

Pero ¿qué ha despertado el interés de las empresas por el oro que pueda haber en el subsuelo de Asturias? La respuesta es la impresionante escalada del precio del metal amarillo. Según el portal Inversoro.es, el precio medio del kilogramo de oro se situó en los 45.167,84 euros en la última semana. Esto es un 5,35 por ciento más que hace un mes, un 24,31 por ciento más que hace un año y casi un 83 por ciento más que hace una década, cuando el precio del kilogramo llegó a estar en 24.694,54 euros. Si nos remontamos a las cifras de hace un cuarto de siglo, el precio era de 7.610,34 euros el kilogramo, con lo que el incremento en los últimos 25 años ha sido del 438 por ciento.

Desde la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, su portavoz recuerda que la minería de oro asturiana precisa de grandes movimientos de mineral para conseguir gramos por tonelada en el mejor de los casos y que, por tanto, es una actividad que genera importantes movimientos de tierras y numerosos residuos. Es por ello que Pontigo reprocha al PSOE que «con estas autorizaciones está hipotecando a los vecinos de las zonas afectadas con estos peligrosos permisos sin que ellos se enteren del riesgo que les viene encima cuando se ponga a explotar las minas, como ya se puede ver en Belmonte» e insiste en que lo hacen «empresas de nula solvencia», como se ha probado en el caso de la empresa Emerita resources España S.L.U., solicitante en el año 2017 de un permiso de investigación minera denominado Montefurado, para los recursos de oro, planta, y cobre  en los concejos de Tineo y Allande con afectación sobre 26 millones de metros cuadrados. El caso es que recientemente se ha conocido que «la misma empresa ha generado en Cantabria un reguero de deudas con otro proyecto minero de investigación de zinc, al encontrarse sin solvencia económica alguna», por lo que desde el colectivo ecologista reclaman al gobierno de Asturias «que cancele el permiso minero otorgado a la empresa».

Permisos de investigación autorizados

Según trasladó la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies el pasado octubre, a raíz de otra autorización de investigación concedida por el Principado, algunos de los permisos que están tramitándose donde se busca el oro y otros minerales en estos años son:

-Teito sobre una superficie de 4,95 millones de metros cuadrados en los concejos de Tineo, Cangas del Narcea y Belonte.

- Saint Patrick sobre una superficie 7,83 millones de metros cuadrados en los concejos de Lena, Morcín, Quirós, Riosa y Proaza

-Permiso Montefurrao sobre una superficie de 26 millones de metros cuadrados en los concejos de Tineo y Allande.

-Permiso Quintana sobre una superficie de 7,8 millones de metros cuadrados en los concejos de Belmonte y Tineo.

- Permiso Lidia sobre una superficie de 27,6 millones de metros cuadrados de los concejos de Allande, Cangas Narcea y Tineo.

- Permiso Palmira sobre una superficie de 48 millones de metros cuadrados en los concejos de Boal, Illano, el Franco y Castropol.

- Permiso Linde sobre una superficie de 84,9 millones de metros cuadrados en los concejos de Valdes y Tineo.

- Permiso Chugaron en los concejos de Allande, Cangas Narcea y Tineo sobre una superficie de 27,6 millones de metros cuadrados.

- Permiso Azucena en los concejos de Boal y el Franco sobre una superficie de 7,2 millones de metros cuadrados

- Permiso Penouta en Boal sobre una superficie de 3,3 millones de metros cuadrados.

- Permiso Campalcarro en Belmonte sobre una superficie de 300.000 metros cuadrados.

- Permiso Quintana en los concejos Tineo y Belmonte sobre una superficie de 7,8 millones de metros cuadrados.

-Permiso Sallave en los concejos de Tapia, Castropol y el Franco sobre una superficie de 30 millones de metros cuadrados.