¿Por qué está desapareciendo el gorrión de las ciudades asturianas?

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Un gorrión descansa posado sobre un cable
Un gorrión descansa posado sobre un cable

La población de estas aves en las grandes urbes de la región se ha reducido casi una cuarta parte en una década

16 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El gorrión común es un ave que se adapta con facilidad a cualquier entorno. Sin embargo, depende mucho de la actividad humana para su sustento. Es por eso que a medida que los entornos rurales van siendo abandonados, los gorriones no tardan en hacer lo propio. Pese a que en nuestra región la situación no es tan grave como en otras, al existir aún una actividad ganadera y un entorno rural más o menos habitado, en las ciudades su situación es cada vez más preocupante.

En las ciudades los edificios no son un buen lugar para que los gorriones pongan sus nidos. Además, las zonas verdes cada vez se acotan más, los pesticidas suponen un riesgo mayor y el acceso a la alimentación es escaso. Por no hablar de la polución en el aire.

Junto a estos elementos antes mencionados, sobre estas aves se ciernen otras amenazas, como las enfermedades. Es el caso de la malaria aviar, que se trasmite por los mosquitos comunes, y que afecta sobremanera a los pájaros de menor tamaño, caso de los gorriones.

De acuerdo con el último informe del Plan Paneuropeo para Monitorear las Aves Comunes, un tercio de las aves más pequeñas están reduciendo su población total. En este sentido, la única manera de controlar la malaria aviar es mantener a raya las poblaciones de mosquitos. Algo harto complicado de llevar a cabo sin perjudicar a otras especies de manera indirecta.  

Nicolás López, delegado de SEO/BirdLife en Asturias y responsable de especies a nivel estatal, explica que hace un par de años el gorrión fue ave del año para la asociación, por lo que realizaron entrevistas y trabajos a pie de campo en la región, en los que constataron que la población de estos pájaros en entornos urbanos de Asturias sufrió «un serio declive del 22,4%» en una década.

López apunta que «Asturias, a diferencia de otras comunidades, presenta un medio urbano pequeño, afortunadamente para los gorriones». Es por eso que el declive de esta especie no es tan grande en el Principado, «salvo en zonas urbanas». En este sentido, el delegado de SEO/BirdLife en Asturias pone como ejemplo que «ahora en Gijón cuesta encontrarlos en el parque de Isabel La Católica y también en las calles». En esta línea alerta de que «en algunas ciudades europeas el gorrión ha desaparecido por completo».

Las cifras de SEO/BirdLife son alarmantes. En los últimos veinte años «la población de gorriones a nivel estatal se ha reducido en nueve millones de ejemplares». «La ventaja de Asturias es que, como hay un medio rural vivo aún, los gorriones pueden hacer una dispersión hacia el campo. El problema se dará si se abandona el medio rural, ya que el gorrión está muy ligado a estas actividades humanas».

José Antonio García Cañal es también miembro de SEO/BirdLife y responsable del mencionado informe sobre la situación del gorrión en Asturias. Explica que la población total de estas aves en la región es de en torno a «medio millón de ejemplares».

Destaca que, pese a que en el conjunto de la región el descenso no es tan acusado como en otras, la pérdida de gorriones es más grave «en los entornos más urbanizados. En lo que es el centro de las ciudades la situación es peor». Destaca que para estas aves «hay varias amenazas. Por un lado está el descenso en la cantidad de alimento a su disposición, ya que en época de cría los gorriones alimentan a las crías con insectos e invertebrados». También está «la propia contaminación de las ciudades, que aumentó en los últimos años» y el hecho de que «cada vez hay menos lugares de nidificación».

Pese a que hablar de los beneficios de la presencia de una especie, más allá del principal que es favorecer la biodiversidad, puede resultar un criterio excesivamente práctico, lo cierto es que el gorrión aporta muchas más cosas a nuestro día a día de las que pensamos. García Cañal resalta que, «aparte del beneficio obvio de que es una especie que aporta a la biodiversidad, el gorrión nos da lo que otras aves insectívoras, aunque no lo sea estrictamente. Y es que mantiene a raya poblaciones de insectos y pequeños invertebrados que pueden ser perjudiciales para las plantas, la agricultura y transmisores de enfermedades».