Los puertos asturianos se blindan frente al coronavirus chino

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Terminal de contenedores del puerto de Gijón
Terminal de contenedores del puerto de Gijón Maersk

Las autoridades portuarias de Gijón y Avilés creen que su efecto económico no llegará a la región. Las estibadoras alertan de que el tráfico caerá un 30% en España

26 feb 2020 . Actualizado a las 17:12 h.

Ya sea porque es una amenaza real o porque su cuasiapocalíptico efecto está siendo sobredimensionado, lo cierto es que el término coronavirus se ha abierto paso en el acervo cultural de una manera global y viral, nunca mejor dicho. Este escenario de inseguridad se traslada a la economía y, de hecho, ya son muchos los actores que avisan de que el efecto de la crisis del coronavirus en China puede contagiarse a las economías nacionales y regionales. Los últimos han sido los estibadores españoles, que calculan que los puertos nacionales pueden ver como su actividad se reduce una tercera parte. Los responsables de las instalaciones de la región, sin embargo, descartan que el efecto en Asturias vaya a ser significativo.  

En este sentido, fuentes de la Autoridad Portuaria de Gijón alejan la posibilidad de que el coronavirus vaya a afectar a su tráfico. «En el puerto de Gijón se desarrolla todo con normalidad y, por supuesto, siguiendo los protocolos que se marcan desde Sanidad Exterior. No se han detectado incidentes reseñables hasta la fecha por este tema», aclaran.

El año pasado se movieron en el puerto un total de 17.398.917 toneladas, lo que supone un descenso del 11,68% con respecto al ejercicio anterior. En 2017 los muelles gijoneses lograron su máximo histórico con un tráfico total de 21.820.520 toneladas

Por su parte, desde la Autoridad Portuaria de Avilés se minimizan los posibles efectos futuros en virtud de la naturaleza de su tráfico. «No estamos afectados, en tanto en cuanto no hay contenedores ni líneas» que tangencialmente tengan que ver con el país del que el coronavirus es originario. «Para nosotros la situación no tiene una incidencia importante, como para los puertos que tienen contenedores», resaltan. Consideran que el efecto será mayor «en los del Mediterráneo como Valencia, Barcelona y, de manera secundaria, Algeciras, que les entra mercancía y un flujo más importante de China».

En este sentido se destaca que en Avilés los intercambios se reducen a «mercancía muy puntual y siderúrgica. Nuestro tráfico se basa en atender a la industria que tenemos alrededor, por lo que no vamos a vernos en esa situación». Las instalaciones portuarias de Avilés cerraron 2019 con 5.146.027 toneladas de tráficos. Hay que remontarse a 2007, para encontrar mejores cifras. Aquel año en concreto hubo un tráfico de 5.605.598 toneladas.

Desplome del tráfico portuario

Una perspectiva mucho más pesimista es la de Anesco. Desde la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Centros Portuarios de Empleo muestran su preocupación ante la «acusada e inminente bajada de tráficos portuarios que se prevé en próximas semanas». Destacan que, inicialmente, puede provocar un descenso de hasta el 30% en la actividad de algunas terminales portuarias de contenedores, que se puede continuar acrecentando en periodos posteriores.

La entidad explica que en el año 2018, según datos del Puertos del Estado, 8,7 millones de toneladas con origen o destino hacia China utilizaron los puertos españoles, siendo aquellos ubicados en la costa Mediterránea los empleados para estos intercambios comerciales. De esos tráficos marítimos cerca del 40% de las mercancías procedentes de China lo son en tránsito, es decir, que tienen como destino final terceros países y que, por tanto, utilizan los puertos españoles como las mejores conexiones para llegar a su destino final. En ese año, España movió por vía marítima 46,1 millones de toneladas con el conjunto de países asiáticos.

«Junto a estas cifras, hay que tener en cuenta que la crisis marítima provocada por el coronavirus, no se limita a estos flujos comerciales directos entre países, sino que genera la cancelación de escalas de buques completos en puertos españoles y también reduce el comercio exterior con otros países», concluyen.