Esta es la fórmula contra la avispa asiática que se extiende por toda Asturias

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Carmen Liedo

Los expertos consideran que es uno de los sistemas más efectivos y, además, «no agresivo con el medioambiente»

02 mar 2020 . Actualizado a las 21:53 h.

Si bien matar moscas a cañonazos no es lo más adecuado para acabar con el citado insecto, matar avispas asiáticas a petardazos si parece un método eficaz. De hecho, fue el sistema más utilizado el pasado año por el Serpa, Sociedad de Servicios del Principado, para eliminar nidos de vespa velutina. Según los datos facilitados por la Consejería de Desarrollo Rural, de los 3.059 nidificaciones que retiró la empresa pública, 2.027 se eliminaron con explosiones controladas y eso pese a que los petardos P2 no se utilizaron durante toda la campaña, sino que se empezaron a generalizar a partir del mes de agosto, una vez que se legalizó el sistema en la región, se formó a personal para ello y obtuvieron el carné de experto en artículo pirotécnico.

Por tanto, para quitar el 66% de los nidos, Serpa realizó detonaciones. No obstante, cabe matizar que además de esta empresa, hubo otros servicios o colectivos, como los bomberos, que actuaron contra la velutina, ya que en total el pasado año se retiraron en la región 5.124 nidos.

Juan Prado, experto en avispas asiáticas, considera que las explosiones controladas de los nidos de velutina es uno de los mejores sistemas en tanto que se trata de un sistema «no agresivo con el medioambiente» por no contener venenos ni productos contaminantes que logra eliminar la reina, aunque matiza que no es el método ideal porque las avispas obreras que no estaban en el nido son capaces de rehacerlo aunque este no sobreviva mucho tiempo por la falta de reina.

El mismo destaca que, si bien Asturias no fue la primera comunidad autónoma en empezar a usar el petardo P2 en la guerra contra la avispa asiática, si fue la primera en hacerlo de manera legal tras regularizar la utilización de un explosivo homologado para ello y que el personal que se fuera a hacer cargo de ello tuviera la formación y el carné correspondiente. Dicha formación y documento de experto en artículo pirotécnico lo da Civilnova Formación, una empresa ubicada en Llanera, que resulta ser la única que lo imparte en todo el norte de España. No obstante, Juan Prado matiza que los explosivos controlados sólo los puede utilizar aquí en Asturias el personal de una empresa autorizada por el Principado, por el momento, el Serpa. «Yo hice el curso, pero no puedo usar el petardo porque debe ser personal de una empresa autorizada», explica Juan Prado, que asegura que «en muchos sitios se usan de manera ilegal».

Desde la empresa Civilnova apuntan que en 2019, una vez consiguieron las acreditaciones del gobierno central, formaron a 25 personas procedentes de Galicia, Cataluña, Cantabria, País Vasco y Castilla y León, además de las que acudieron de Asturias. Para este mes de febrero ya está programado otro curso formativo en el que participarán otras 16 personas de distintas comunidades. Jorge Vigil Iglesias, director técnico de Civilnova Formación, explica que durante 4 días se imparten 25 horas de clases teóricas y prácticas. Las prácticas consisten en destruir un nido de avispa asiática con la pértiga y el petardo, para lo que se utilizan las instalaciones del Serpa cuando no es posible hacerlas sobre un nido real.

El cartucho detonante

Vigil explica que el artículo pirotécnico es un cartucho de pólvora flash con una composición específica que es encendido mediante un inflamador eléctrico sensible ya montado en el propio cartucho, quedando así listo para su uso. «Se vende en dos formatos: 60 gramos (verde) y 95 gramos (rojo o marrón), lo que permite atacar nidos de distintos tamaños», precisa el mismo, que añade que se trata de un método «que no produce contaminación (se evita el empleo de biocidas) más allá del estruendo producido en su detonación, y elimina el nido físicamente, lo que le otorga una gran ventaja pues evita los avisos de avistamiento por parte de la ciudadanía al no quedar rastro alguno». «Se trata de un método limpio, rápido y económico, pero no sabemos si el sistema del petardo va a seguir creciendo o se quedará como un sistema residual porque depende de cómo evolucionen las técnicas de eliminación de nidos de velutina», señala Jorge Vigil.

En lo mismo coinciden desde el Principado, ya que desde la Consejería de Desarrollo Rural apuestan por implementar medios en la lucha contra la avispa asiática y adoptar los métodos que sean más efectivos. Para ello, tendrán en cuenta un estudio que está elaborando la Universidad de Oviedo y que presentarán dentro de unas semanas.

Importancia del trampear ahora

Por lo pronto, desde la administración regional ya están repartiendo trampas entre ayuntamientos y asociaciones con el fin de que estén colocadas las máximas posibles en el momento en que las reinas de vespa velutina que nacieron el otoño pasado salen de la invernación. «Durante dos meses están solas y se aventuran a todo porque las reinas tienen que conseguir todo el material para hacer el nido. Es entonces cuando son susceptibles, porque una vez que pase mayo ya tienen crías y la reina se queda en el nido poniendo más huevos, así que las que se cogen a partir de entonces en las trampas son obreras y ya no vale», señala Juan Prado, que insiste en la importancia de trampear ahora, hacerlo bien y registrar en la web www.avisap.es donde está colocada esa trampa «para aprenden y fijar una estrategia a partir de los errores», señala el mismo.

Prado aconseja también prestar atención si se ven nidos embrionarios, lo cual ve posible a partir de ahora dadas las altas temperaturas que se registraron en días pasados. «La avispa asiática no entiende de calendario, sino de temperatura, y puede que ya haya salido alguna de la invernación. Esto igual no es malo del todo, porque si se producen heladas o nevadas, las pilla a contrapelo», comenta Juan Prado, que en caso de encontrar nidos embrionarios de velutina, aconseja matar a la reina con spray matamoscas. Los nidos embrionarios, según advierte, suele construirlos la avispa velutina reina en zonas protegidas, como buzones, contadores o aleros de las casas, porque no son resistentes a la lluvia o al viento. Puede tardar unas dos semanas en hacerlo.

Respecto a la colocación de trampas, indica este experto asesor de la administración regional, que no es tanto cuestión del número de trampas, sino de colocarlas en zonas estratégicas con una distancia de entre 200 y 300 metros, como en plantas con flor que estén en una zona soleada. «El Principado puede hacer mucho, pero no llega a todos los sitios, y por eso es necesaria la colaboración ciudadana», plantea Prado, que insiste en la importancia de que se registre la colocación de trampas.