De 140 a 65 kilos: el cambio de vida radical de Inoa

c.d.n. REDACCIÓN

ASTURIAS

El cambio físico de Inoa Suárez
El cambio físico de Inoa Suárez

Inoa Suárez ha adelgazado 35 kilos desde 2017 gracias a una dieta, ejercicio y una cirugía de bypass gástrico. Va por la mitad de un camino y la meta está en bajar hasta los 65 kilos

11 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Inoa Suárez está a punto de cumplir 38 años, y llegó a pesar 140 kilos en 2017. En ese momento, comenzó todo un proceso para bajar peso. No era la primera ni la segunda vez que lo intentaba, pero esta vez sí empezó la definitiva. A día de hoy, tras una cirugía de bypass gástrico y ayuda de Lidia Bastián, dietista y entrenadora personal, la báscula le marca 95. Su meta se encuentra en los 65 kilos, un descenso de casi 80. Comenzó con Bastián en 2017, tras 20 años en los que su vida fue una montaña rusa en cuanto a su peso, y sus emociones, se refiere. Ahora lo tiene claro, su vida ha dado un vuelco radical, y quiere seguir en esta línea.

Inoa Suárez tuvo citas con su médico de cabecera y con el endocrino para realizarse pruebas y así conocer si era apta para la cirugía de bypass gástrico. En el proceso, con una lista de espera de casi tres años, en su caso, Inoa asegura que «pequé y dejé de hacerlo como debería haberlo hecho». Tras esto, engordó más. Fue entonces, hace casi cuatro años cuando, por desesperación debido a las taquicardias y un dolor corporal continuo, contactó con la dietista Bastián. Los primeros tres meses comenzó una dieta, y con ella el cambio. En aquel momento, ella misma asegura que no se lo tomó «muy en serio», con muchos altibajos. Semanas en las que llevaba las pautas a rajatabla, y otras en las que no. Tras esos primeros meses, en los que el ejercicio no estaba entre los planes de Inoa Suárez, su dietista se comprometió a empezar con el ejercicio. «Fue comenzar con el ejercicio lo que realmente me ayudó a que todo fuese a mejor», cuenta, feliz, Suárez.

Tras más de un año con Lidia Bastián, recibió una llamada del HUCA porque estaban «contactando con gente que estaba más ‘desaparecida’ que había comenzado el proceso para la cirugía y lo había dejado». Entonces, Inoa sintió que era el momento, ya se encontraba «súper bien» y, ante la pregunta de si seguía interesada en la operación, no dudó: . Comenzaron de nuevo las citas y el pasado 3 de febrero entró en quirófano. Desde el preoperatorio hasta hoy, lleva perdidos 13 kilos. «Si la operación me la hubieran hecho hace tres años, no habría servido de nada», asegura la joven. Es decir, sí habría adelgazado, pero su estabilidad emocional y sus hábitos alimenticios no eran los de ahora. «La operación es una herramienta que te ayuda a llegar antes a la meta, pero no es lo único que te lleva hasta ella», explica. Hay que empezar por uno mismo, a nivel emocional.

Desaprendiendo sus costumbres

Inoa Suárez cambió radicalmente su forma de vivir. «Estuve dos años aprendiendo todo», cambiando hábitos en todos los aspectos de su vida. En ese periodo adelgazó 35 kilos, aproximadamente. Su vida cambió radicalmente. «Yo llevaba una vida sedentaria, en la que la comida era mi única motivación», cuenta, ahora orgullosa de haber pasado esa etapa de su vida. Tenía el apoyo de sus familiares y amigos, pero «hasta que tú no te das cuenta, te da igual todo ese apoyo». Con el ejercicio, la evolución anímica fue llegando. Eso sí, no es un proceso rápido, de la noche a la mañana, pero se van «recuperando poco a poco las ilusiones».

Antes, apenas quería salir de casa y ahora, «me apunto a un bombardeo si hace falta», asegura entre risas. Casi no pasa tiempo en casa. «No hay nada que no haya cambiado para mejor», asegura. Es consciente de que su meta es adelgazar más, pero ahora mismo ya se siente «muy bien, mucho más ligera y con muchas más ganas de hacer cosas». El cambio mental es el «más radical». Es, precisamente, ese giro el que «sirve para que no vuelvas a caer, para que sigas adelante con la parte física». «Si no haces ese cambio de chip y tienes claras tus prioridades, sería una más de las doscientas veces que lo intenté anteriormente», explica.

Además, un punto importante que aprendió en este proceso la asturiana es que no hay que tirar una dieta por la borda por saltársela en una cena, por ejemplo. «Aprendí a comprender que, si un día comes fuera, no pasa nada», explica, y añade que «hay que seguir disfrutando, no tienes que sentirte culpable». «Aprendí a vivir la vida», resume Suárez, feliz y orgullosa.

Un nuevo reto con Instagram

Inoa se considera bastante «desastre» con las redes sociales. Pero una amiga, Carmen Ordíz, de G de Gastronomía, estuvo detrás de ella desde que se operó para que se abriera una cuenta en Instagram para contar su historia. «Cuando sabía que me iba a operar busqué mucha información, gente que hubiera pasado por lo mismo y contara su experiencia», explica. Suárez encontró informaciones muy buenas al respecto, pero «hubo cosas que me hubiera gustado saber y no conseguí encontrar». Fue ese el gran motivo que le convenció para abrirse la cuenta. @80kgmenos es el perfil donde contará todo el proceso previo, en el que ya está comenzando a subir los posts y contar la experiencia, pero también mostrará su día a día. Incluso, dice que se atreverá con alguna receta, ya que «antes la cocina no me llamaba mucho, pero ahora me apetece cocinar y enseñarlo».