El sociólogo y catedrático de la Universidad de Oviedo considera que el punto de inflexión será la vacuna, cuando se tenga se volverá a la normalidad
14 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El coronavirus lleva meses poniendo patas arriba al planeta desde los países más poderosos a los pueblos más remotos. ¿Cómo será la Asturias que salga del COVID-19? ¿Nada será igual después del confinamiento? o ¿esto será un paréntesis que se superará con la vuelta de la rutina? Todo son incógnitas. El sociólogo y catedrático de la Universidad de Oviedo, Rodolfo Gutiérrez Palacio, es contundente: «No habrá un mundo totalmente nuevo como se dice». A su juicio, «la vacuna será el punto de inflexión». Considera que pasaremos un periodo de prueba, de entre un año o año y medio, hasta que se pueda conseguir esa inyección que ataje al coronavirus. «Hasta entonces la alteración será extrema, con la limitación de la actividad económica y la vida cotidiana. Después, con la vacuna se volverá a la normalidad».
Gutiérrez Palacio afirma que el reto de la sociedad asturiana y española será el escenario de riesgo económico «que es inmenso» y la reacción dependerá «de la capacidad de aprender individualmente». Mira atrás, a la crisis de 2008, que puntualiza «fue económica-financiera pero de la que España y Asturias han salido mal aprendidas», afirma. «De aquella crisis salimos con una sociedad más simplista y más ideologizada, con políticos más incapaces. Ahora hay que sacar un aprendizaje y salir a un mundo más complejo con estados más fuertes, con más globalización y más estado. Las opiniones binarias (público/privado, naciones/globalización, estado/individuo) no valen». Por ello, añade, frente a un mundo con más riesgos y más interconectado con un mundo más complejo «necesitamos individuos más responsables, por ejemplo, servicios sociales más integrados en la sanidad».
Más endeudados
Ante unos preocupantes meses de cómo se va a recuperar la economía asturiana y el tejido productivo del paso del coronavirus, el catedrático Gutiérrez Palacios recuerda «Asturias crece menos en periodos de crecimiento y pierde menos en las crisis. Aquí hay menos peso del turismo que en otras regiones del Mediterráneo. Pero vamos a tener problemas similares al resto». Desde su punto de vista, además de recuperar la actividad económica cuanto antes, hay que tener en cuenta que «todos (individuos, gobiernos y empresas) vamos a salir más endeudados». Por eso,lanza un mensaje a navegantes: «Tenemos que ser más cuidadosos con el dinero público y afinar en apoyar a empresas y actividades con futuro, que mantengan el empleo».
El confinamiento a causa del COVID-19 siempre irá ligado al uso masivo de las redes sociales, de miles de vídeos contando la realidad o no de lo que pasa tras las puertas de las casas pero ¿supondrá una transformación del mundo o es un simple postureo? Para el sociólogo de la Universidad de Oviedo ahí es donde se marca la responsabilidad del individuo. «Hay excesos inmensos en el uso y en la seguridad sobre el contenido. Un porcentaje altísimo de ese contenido es mierda peligrosa y los individuos somos responsables, también lo son las grandes plataformas, pero somos nosotros los que tenemos que ser más críticos y más austeros», declara. Lo que estamos viviendo estos días con el uso de las redes sociales, explica, ha demostrado que el acceso es totalmente democrático, que todo el mundo tiene acceso a ese medio, que llega a cualquier lugar del mundo, que lo usan ricos y pobres «pero todo dependerá del sentido de la responsabilidad de lo que se difunda», sentencia.