Silveira: «De esta crisis saldremos más tristes»

MARÍA DÍAZ OVIEDO

ASTURIAS

Miguel Silveira.
Miguel Silveira.

El psicólogo infantil afirma que los niños se van a recuperar más fácilmente que los adultos salvo si vivieron una tensión entre los padres

13 abr 2020 . Actualizado a las 13:08 h.

¿Cómo será la Asturias que salga del COVID-19? Después de pasar por la primera experiencia de una declaración del estado de alarma, de estar confinados en nuestras casas, de mirar por la ventana y ver calles vacías, de ver un recuento diario de muertes, ¿cómo saldremos de ésta? Para el psicólogo Miguel Silveira, de la crisis del coronavirus, saldrá «gente más triste que reducirá la actividad social». Por un lado, señala que el mazazo económico que seguirá a estas semanas de crisis sanitaria «va a ser tan brutal que nos afectará y habrá pocas ganas de divertirse». Además, a su juicio, el confinamiento vivido pasará factura emocional. Por ello, advierte de que «se dispararán los casos de depresión, angustia y ansiedad». En su opinión, en los próximos seis u ochos meses, la socialización va a cambiar bastante, las relaciones sociales serán distintas porque el impacto de lo vivido nos hará más retraídos con respecto a estar rodeados de gente, habrá el temor a que podamos contagiarnos, tomaremos más medidas higiénicas. Después,«si aparece la vacuna, iremos recuperando nuestra vida», señala.

Estado de alarma: huella profunda

«No lo vamos a olvidar nunca», dice con contundencia el psicólogoal ser preguntado por el efecto de haber vivido por primera vez un estado de alarma y un confinamiento. «Nos va a dejar una huella profunda porque, además de estar confinados, se ha interrumpido toda actividad, no hay bodas, comidas familiares, ni celebraciones», indica. Y como proyectando una imagen cinematográfica afirma: «Vino un tsunami y nos arrojó contra las rocas sin saber qué vendrá después y eso marcará».

Como psicólogo infantil, Miguel Silveira considera que los niños se van a recuperar más fácilmente que los adultos de esta crisis sanitaria, estado de alarma y confinamiento que nos toca vivir. «Son más permeables que los adultos para todo, retomarán la actividad académica con normalidad y no van a quedar traumatizados», explica. «Lo único que no olvidarán era que no podían salir a jugar a la calle», puntualiza. A todo ello habrá que hacer una excepción, aquellos niños que en el entorno haya conflictos internos, tensión o violencia. Aquellos niños que, antes los padres apenas se veían  porque estaban trabajando y que ahora, al estar juntos las 24 horas, en el seno familiar hayan aumentado las riñas lo vivirán de forma diferente. «Si hay esa tensión entre los padres eso sí les va a marcar», advierte.