¿Sería buena una evaluación diagnóstica en otoño?

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

ASTURIAS

Prueba de reválida en 3º de Primaria
Prueba de reválida en 3º de Primaria MARTINA MISER

La prueba que se suspendió en mayo podría servir para identificar qué carencias deja la crisis del covid-19

16 jun 2020 . Actualizado a las 09:34 h.

El inicio del próximo curso se va a hacer casi a ciegas: ¿Qué impacto ha tenido la crisis del covid-19 en el aprendizaje de los estudiantes? ¿Y en su madurez personal? ¿Qué conclusiones sacan los profesores de esta crisis? Por eso, la Fundación SM se ha aliado con el Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA) para preparar una encuesta a 2 millones de alumnos y 600.000 profesores de toda España a la vuelta del verano. Se trata, explican, de conocer y ofrecer un diagnóstico preciso de cómo ha afectado la Covid-19 a las diferentes realidades sociales y educativas de España.

En paralelo, hay quien cree que debería darse un paso más y celebrar en otoño la prueba diagnóstica que se suspendió en mayo. Estaba claro que entonces no tenía sentido pero, ¿y en octubre o noviembre? Podría servir de análisis de lo aprendido, y valorar el verdadero impacto de la crisis en el aprendizaje de los estudiantes, según su situación socioeconómica. Otra opción es realizar en los primeras semanas unas pruebas similares pero de menor alcance en los centros educativos para, a partir de ahí, saber las carencias y fortalezas del alumnado y adaptar la programación de todo el curso a esa situación. No es una práctica tan extraña: muchos docentes proponen estos exámenes diagnósticos al principio de curso para detectar el nivel medio de su alumnado.