Aumentan las especulaciones sobre la falta de sintonía del secretario general de Salud con el ministro Salvador Illa
23 abr 2020 . Actualizado a las 10:29 h.En los últimos días de enero se confirmaba la continuidad del asturiano Faustino Blanco en un puesto destacado del organigrama del Ministerio de Sanidad, como secretario de general de Sanidad, número dos del departamento, un puesto que ya había alcanzado la pasada legislatura durante el mandato de otra asturiana en el Ministerio, Maria Luisa Carcedo.
Pero si la relación entre Blanco y Carcedo era muy fluida no lo es tanto con quien sucedió a la asturiana al frente de Sanidad en el nuevo mandato, Salvador Illa, que se topó apenas unos meses después de su nombramiento con la responsabilidad de hacer frente a una de la primera gran pandemia de la era global contemporánea. En las comparecencias de cara al público para ir informando de los estragos de la enfermedad y su extensión, se ha hecho habitual el rostro de Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), pero la figura de Blanco ha quedado desdibujada en la crisis.
Según informó el diario La Razón la semana pasada entre las causas del desencuentro con Salvador Illa están «los fallos cometidos por varios de sus subordinados» al comienzo de la crisis, aunque no los atribuye a Blanco, pero sí da por hecho que una vez se estabilice el control de la epidemia el asturiano será relevado. No es cierto que Blanco esté del todo desaparecido y, de hecho, el Ministerio difundía el pasado 19 de abril un vídeo del secretario general recibiendo en Torrejón de Ardoz a uno de los aviones militares que transportaban mascarillas para ser repartidas entre las comunidades autónomas.
En distintos medios especializados de información sanitaria también se ha atribuido el distanciamiento de Illa con su equipo más cercano en el organigrama por la compra de test de que no resultaron efectivos y que hubo que devolver así como, de forma más reciente, con unas mascarillas inadecuadas que fueron distribuidas entre personal sanitario. En todo caso los mismos medios no señalan tanto a Blanco como a la directora general de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, Patricia Lacruz, así como Pilar Aparicio, la directora general de Salud Pública.