Un policía fuera de servicio y un médico salvan la vida de una octogenaria que se atragantó en Colloto

Carla Vega REDACCIÓN

ASTURIAS

Sidrería de Colloto donde tuvieron lugar los hechos
Sidrería de Colloto donde tuvieron lugar los hechos

Los tres implicados se encontraban en una sidrería cuando la mujer se ahogó con un trozo de carne. La víctima fue trasladada al HUCA

24 jun 2020 . Actualizado a las 14:14 h.

La rápida actuación de un agente de la Policía Nacional fuera de servicio y de un médico ha dado una oportunidad a una octogenaria que se atragantó mientras comía en una sidrería de Colloto. A mediodía de ayer, 23 de junio, una mujer se encontraba con unos familiares en una conocida sidrería de Colloto cuando se atragantó. La intervención de ambos y la movilización de una UVI que, finalmente, trasladó a la víctima al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) fueron cruciales.

La víctima se encontraba comiendo en la sidrería muy cerca de un policía fuera de servicio, un asturiano que trabaja en la comisaría provincial de San Sebastián, en Guipúzcoa, que prestó los primeros auxilios a la mujer. El propio agente, que se encontraba con su pareja, cuenta a La Voz que escuchó cómo las hijas, alteradas, se preocupaban por el estado de su madre, así que él también comenzó a prestar atención a la situación. «Vi que se empezaron a poner nerviosas, que comenzaron a darle en la espalda pero que no conseguían que la mujer expulsase el trozo de comida», explica el agente.

Fue entonces cuando el agente decidió entrar en acción y se levantó para realizarle la maniobra de Heimlich. «Lo intenté en varias ocasiones, y ella hizo ademán dos o tres veces de expulsarlo, pero se ve que tenía un trozo de comida demasiado grande, o muy abajo, que en ese caso la maniobra no funciona bien. La mujer empezó a perder oxígeno y a caerse», explica. Tras más de quince intentos y viendo que la mujer comenzaba a desfallecer, el agente pidió ayuda a otro hombre que se encontraba en el local para recostar a la mujer y comenzar a reanimarla.

En ese momento, alertado por los gritos de la sala, un médico y un compañero que también se encontraban comiendo en el establecimiento acudieron al rescate. El doctor inició la maniobra de resucitación ayudado de su acompañante, mientras que el agente decidió salir corriendo de la sidrería en busca de un desfibrilador. «Tengo el curso uno de desfibrilación que hicimos en la comisaría, y sé que esos minutos son clave, por eso salí corriendo a ver si encontraba alguno en un colegio o polideportivo cercano mientras el médico le realizaba el masaje», cuenta el agente.

Por desgracia, todos los centros cercanos equipados con un dispositivo de dichas características se encontraban cerrados, por lo que el agente se desplazó hasta el centro de salud. Una vez allí su pareja, que continuaba en la sidrería, le llamó para alertarle de que la UVI móvil ya había llegado, y estaban atendiendo a la mujer. Fueron los sanitarios desplazados hasta el lugar quienes extrajeron el trozo de comida con el que se había atragantado la mujer, y procedieron a intubarla para trasladarla al HUCA.

El agente, preocupado por el estado de la mujer, se desplazó al centro sanitario en el que estaba ingresada para tratar de conocer el estado de esta. Allí se encontró con una de sus hijas, que le comunicaron que por el momento se encuentra estable, aunque después del tiempo en el que estuvo en parada, aún desconocen las secuelas que pueden quedarle.