La Agencia Estatal de Meteorología constata que el mes pasado fue el octavo más cálido y el segundo más seco desde 1971, año en el que comenzaron los registros
06 ago 2020 . Actualizado a las 13:53 h.La sensación que los asturianos han experimentado este verano con respecto al termómetro y la sequedad en el ambiente no se puede elevar a una señal meridiana de los efectos del cambio climático. Sin embargo, la Agencia Estatal de Meteorología confirma que el mes de julio en Asturias ha sido uno de los más calurosos y secos desde que se tienen registros. Jesús Arteche, delegado de Aemet en Cantabria, confirma que «el mes de julio ha tenido una anomalía positiva promedio de temperaturas de aproximadamente un grado centígrado en todo el Principado, lo que hace situarlo como el octavo mes de julio más cálido desde 1971».
Destaca, asimismo, que «Oviedo ha anotado el segundo mes de julio más seco, después del de 2013, y el octavo más cálido de los últimos cincuenta años ;aquí los más calurosos fueron 2006 y 2013, con media de las temperaturas por encima de los 20 grados centígrados».
Recalca que el dato de precipitaciones de Oviedo «es muy posible que haya ocurrido en más localidades, un récord de escasez de lluvias». En efecto, en la capital asturiana se dataron 14,7 litros por metro cuadrado, cuando la media de julio es de 44,9; en Avilés, 17 litros frente a 46,9 de media histórica, y en Gijón se registraron 19,4 litros por metro cuadrado (41,5 de media histórica).
De acuerdo con los registros de la agencia, el mes de julio ha sido caluroso en toda la región y muy seco. «La elevada insolación y la mayor frecuencia los vientos del este y nordeste favorecieron las altas temperaturas y la escasez de precipitaciones. Llovió una media de nueve días en el mes ? 14 días registró la estación de Oneta, y 2 días la de Ibias-Linares- aunque solo se recogieron cantidades significativas entre los días 27 a 30, cuando se concentró más de la mitad de la lluvia caída en el mes», resalta la entidad.
Las temperaturas han ido en progresivo ascenso, con máximas que apenas superaban los 25 grados durante los primeros días «y que sobrepasaron los 36 grados el día 30 en las estaciones de Pola de Somiedo, Ibias, Soto de la Barca, Amieva-Camporriondi, Carreña de Cabrales y Cuevas de Felechosa, respondiendo a una entrada de aire muy cálido procedente del norte de África. Según las observaciones recogidas en el observatorio de Asturias/Avilés, la insolación ha superado en un 30% el valor medio de julio, registrándose 228 horas de sol».
De acuerdo con los registros de Aemet, la temperatura máxima más alta fue de 38,1 grados el día 30, en Carreña de Cabrales. La temperatura mínima más baja fue de 1,3 grados, el día 3, en Leitariegos.