Tambores de guerra por el poder en Vox Asturias

Juan M. Arribas

ASTURIAS

El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith (2i), y diputados y responsables de este partido en Asturias, tras finalizar el Pleno de constitución del nuevo parlamento asturiano tras las últimas elecciones autonómicas.
El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith (2i), y diputados y responsables de este partido en Asturias, tras finalizar el Pleno de constitución del nuevo parlamento asturiano tras las últimas elecciones autonómicas. J.L.Cereijido

12 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Nunca fue una relación del todo cordial la existente entre el presidente de Vox Asturias, Rodolfo Espina, y la del portavoz del grupo parlamentario en la Junta General, Ignacio Blanco. Tan es así que ya octubre del año pasado sus cuitas dieron titulares en la prensa regional después de que el segundo dimitiera de su puesto en el comité autonómico del partido por diferencias con el primero. Aquello se cubrió con elegancia por ambas partes, que le restaron importancia, aunque reconocieran diferencias de criterio que, en todo, nunca aclararon.

Sin embargo, esa distancias han regresado con más fuerza ahora que el partido de extrema derecha se dispone a renovar sus direcciones regionales y después de que Blanco haya anunciado que se dispone a disputarle el puesto a Espina y además haciéndolo con críticas a su gestión. «En Asturias el partido se había acomodado en exceso y no atendía a los cargos públicos como se merecen», dijo Blanco días atrás en unas declaraciones recogidas por Europa Press antes de empezar a solicitar los avalaes de los afiliados para presentarse a la presidencia de la formación. También añadió que «mi proyecto a tres años es llegar al gobierno autonómico y municipal. Si no lo consigo dejaré paso a quien sea capaz de hacerlo. No quiero eternizarme sin aportar resultados».

Sólo unos días después llegó la respuesta de Rodolfo Espina, afiliado de primera hora cuando el grupo no tenía representación alguna en ningún ayuntamiento ni parlamento regional. Espina, que recalcó su intención de optar a la reelección, dijo que los números de los últimos años y la evolución del partido en Asturias bastan para demostrar que el partido no se ha acomodado, sino todo lo contrario. «Ha habido un crecimiento espectacular de afiliados en los últimos años» y añadió que «alguno nos llama ultraderecha, pero este partido es democrático y cualquier afiliado tiene derecho a presentarse». Los votos de los afiliados decidirán, o no. Porque ya se han dado casos en otras partes de la geografía española en la que la dirección nacional ha cambiado a cargos en provincias.