Asturias propone crear «burbujas sociales» de seis personas

ASTURIAS

 Una mujer camina frente a un escaparate con la campaña de la vuelta al colegio en una calle del centro de Oviedo
Una mujer camina frente a un escaparate con la campaña de la vuelta al colegio en una calle del centro de Oviedo J.L.Cereijido

El Principado llama a limitar al máximo los contactos estrechos para reducir los contagios en la segunda ola de la pandemia

02 oct 2020 . Actualizado a las 16:48 h.

No se trata de una imposición, no habrá normativa que la haga obligatoria, pero desde las próximas semanas el Principado instará a que los asturianos reduzcan al máximos sus contactos y traten de vivir en una «burbuja social» de seis personas máximo para tratar de frenar la expansión de los contagios. El director general de Salud Pública del Principado, Rafael Cofiño, apuntó que la medida pretende «orientar» a la población con la llegada del otoño y el regreso a las aulas de los escolares y en un contexto en el que las autoridades sanitarias han confirmado que la comunidad se encuentra de lleno en una segunda onda de la pandemia. La tasa de incidencia acumulada en los últimos 14 días se encuentra en 123 casos por cada 100.000 habitantes.

Cofiño compareció junto al Coordinador del Observatorio de la Salud, Mario Margolles, y el Jefe del Servicio de Vigilancia Epidemiológica, Ismael Huerta, para dar a conocer las tendencias de la situación epidemiológica actual del Principado. Fue allí donde destacó que lanzarán una campaña informativa para «reconfigurar los contactos estrechos» con la creación de las denominadas «burbujas sociales» limitadas a seis personas y reducir los grupos en la medida de lo posible a los convivientes. Cofiño, que destacó la «responsabilidad» con la que la población asturiana había respondido a guardar las medidas de protección con el estallido de la pandemia, apeló a que matuvieran el mismo rigor y destacó que, en general, se cumple la reducción de contactos a un máximo de diez personas pero que también habían comenzado a detectar que se trataba de reuniones con grupos reducidos pero sucesivas, «se reúnen un día con diez, y al día siguiente con otros díez» de manera que se multiplican las posibilidades de contagio. El director general de Salud Pública resaltó en todo caso que no se tratará de una restricción obligatoria fijada por una normativa pero recordó que «todos tenemos una responsabilidad, estamos por encima de los 100 casos a 14 días y hay que rebajar esa tasa para el otoño. No es llamada a la culpabilización sino al orgullo asturiano, para mantener la responsabilidad».

Los responsables sanitarios ofrecieron algunas claves de la segunda oleada del coronavirus en Asturias, con bastantes diferencias respecto a la primera. Una importante rebaja de la edad media de los contagiados (18 años menos que los afectados de media en marzo y abril); de manera que en las últimas semanas los contagios son más frecuentes entre un grupo de población en la treintena. Esto, según recalcaron, es algo positivo en la medida que que buena parte de los casos son asintomáticos, se requieren muchas menos hospitalizaciones e ingresos en cuidados intensivos. También en primavera los contagios eran ligeramente más alto en mujeres que en hombres y en la segunda oleada prácticamente se reparten al 50%.

Así Margolles explicó que en esta segunda oleada, sólo el 0,7% de los positivos precisaron un ingreso en UCI y un 2% una hospitalización; pero, pese a todo, advirtió que esta segunda fase ya acumula 22 muertes, cinco fallecidos en los dos últimos días, lo que que podría indicar un «aceleramiento» de la enfermedad. En detección de contagios comparó las cifras del presente con las de febrero con una diferencia fundamental y es que entonces apenas se identificaban los casos más graves mientras que el sistema actual de rastreo está permitiendo mostrar «una foto» muy precisa de la situación semana a semana. En el caso de las residencias, los responsables sanitarios destacaron la mejora respecto a la primavera, sin que se haya detectado hasta el momento ningún caso de contagio a ancianos por una visita «lo que demuestra que los protocolos son exigentes y funcionan». En los geriátricos hay 73 casos positivos pero sólo 22 de residentes, el resto son de trabajadores de los geriátricos. En este sentido, Cofiño llamó a proteger más a los mayores que no viven en residencias porque «es importante doblar la curva pero sobre todo que crezca la edad media de la curva», ya que los problemas sanitarios en los grupos de mayor edad son mucho más graves.

Margolles también explicó que a lo largo del verano habían identificado una relación entre el aumento en el número de contagios el auge del turismo en Asturias, tanto por personas que daban positivo venidas de fuera como de asturianos que se contagiaban en el exterior y regresaban a casa pero que, desde el 15 de septiembre, buen parte de los contagios se explican ante todo por reuniones sociales y familiares. Con los datos disponibles sobre el inicio del curso, el coordinador del Observatorio de la Salud, señaló que no se habían detectado todavía contagios dentro de las aulas y que los positivos que se habian identificado se habían producido siempre fuera de los colegios.

Por su parte el jefe del Servicio de Vigilancia Epidemiológica, Ismael Huerta, destacó que, de acuerdo a la normativa estatal las cuarentenas se fijarán en diez días y que las pruebas de PCR de los contactos estrechos se realizarán a su término.