Cáritas dio refugio a 148 personas en Asturias durante el confinamiento

La Voz

ASTURIAS

CÁRITAS

La institución tiene pisos en Oviedo, Gijón, Avilés y Blimea donde los usuarios llegan al programa después de largas trayectorias en lacalle

22 oct 2020 . Actualizado a las 13:13 h.

Cáritas acogió en Asturias a 148 personas sin hogar durante el confinamiento, según sus dirigentes. La entidad puso a disposición de esas personas sus proyectos residenciales del Centro de Encuentro y Acogida (CEA), en Oviedo; la casa de acogida «Luz Rodríguez Casanova», en Avilés, y la comunidad terapéutica «La Santina», en Gijón, además de la Red Hogares en Oviedo, Gijón, Avilés y Blimea. A estos centros se sumaron el Albergue Cano Mata y el Centro de Día que, aunque no son residenciales, permiten estancias más cortas.

El principal objetivo durante la pandemia fue estabilizar a todas las personas sin hogar para evitar que la situación de desprotección y mayor vulnerabilidad que presentan les generase mayor exclusión social y no se les excluyera de las respuestas a la pandemia que se dan desde las políticas públicas.

La institución tiene pisos en Oviedo, Gijón, Avilés y Blimea donde los usuarios llegan al programa generalmente después de largas trayectorias de calle, de aislamiento, y habiendo pasado por numerosos recursos y equipos profesionales. No hay un plazo de estancia predeterminado de forma que, según han explicado, pueden variar de seis meses a un año y medio dependiendo de la evolución de la situación personal de cada usuario, al estar condicionados en muchas ocasiones por la precariedad en el empleo que les ha llevado a perder sus casas.

Asimismo, Cáritas ha puesto en marcha la campaña «No tener casa mata los sueños, las oportunidades, la salud y los derechos», que incide en la importancia de tener un techo bajo el que cobijarse, especialmente en un año marcado por la pandemia del covid-19.

Según el relato de uno de los residentes, se sintió «arropado» al ver que a diario recibían las llamadas para interesarse por su estado, le hicieron PCR, le entregaron mascarillas, le tomaron la temperatura y le ofrecieron ayuda psicológica. Para Cáritas, es fundamental que el equipo del programa transmita a la persona un mensaje de compromiso con ella y con su proceso, que se irá materializando día a día, especialmente en los momentos más críticos como puedan ser un ingreso en prisión, hospitalizaciones e incluso la vuelta a la calle, informa EFE.