Asturias e Irlanda, dos confinamientos con efectos distintos

ASTURIAS

Varios turistas con mascarilla observan la escultura de la Regenta en la plaza de la catedral de Oviedo
Varios turistas con mascarilla observan la escultura de la Regenta en la plaza de la catedral de Oviedo Alberto Morante

La asturiana Zaira Rivera, residente en la isla, explica las restricciones aplicadas y cómo se ha estabilizado la curva en el país

10 nov 2020 . Actualizado a las 12:46 h.

La cifra de contagios en España por covid-19 es alarmante. Mientras la curva sube, las medidas para frenarla son poco a poco más restrictivas. España no es el único país que está adoptando duras medidas para contener al virus, en otros como Irlanda también lo están haciendo. El Ejecutivo irlandés ha implantado en el territorio el nivel cinco de alerta, situándolos así como el primer país europeo en volver a una situación muy cercana al principio de la pandemia.

Irlanda ha visto como desde que adoptaron las nuevas restricciones el pasado 20 de octubre sus contagios han disminuido. Así es que Asturias ha decidido seguir el mismo modelo, en este caso lo que sería una hipotética fase cuatro. Las medidas en ambos territorios se antojan similares. Por un lado, comparten la obligación de cerrar los comercios no esenciales y los locales hosteleros. La educación universitaria es online en la medida de lo posible, en cambio, los colegios e institutos continúan con la presencialidad. En cuanto al trabajo, se recomienda hacerlo desde casa si fuera posible y los desplazamientos deben tener una justificación laboral, médica y/o administrativa. En el caso de Asturias para Oviedo, Gijón y Avilés.

Compartiendo un gran número de medidas, la pregunta es clara. ¿Por qué la curva se doblega en Irlanda pero aumenta en Asturias? Responde Zaira Rivera, estudiante de doctorado en Irlanda. «En mi opinión, la clave está en que la población en Irlanda está más dispersa y no tan concentrada. Además, en España somos más dados a juntarnos. Aquí la cultura es diferente en ese aspecto», señala. Esas diferencias son también uno de los motivos por los que ciertas restricciones no sean igual en ambos sitios. En cuanto al uso de mascarilla, «no es obligatorio su uso si mantienes la distancia social adecuadamente por la calle». Además, la cultura irlandesa también ayuda a que no sea necesario un toque de queda como el que actualmente hay implantado en España. «La cultura aquí es la de irse pronto a casa y hacer una vida más familiar, por eso no hizo falta esa medida», afirma Zaira Rivera.

Irlanda estará en fase cinco durante seis semanas, pero previsiblemente no llegará al extremo del confinamiento domiciliario. Una medida que realmente nunca tuvieron. «Desde el inicio de la pandemia siempre pudimos salir de casa hasta un máximo de dos kilómetros a la redonda. Ahora podemos hasta cinco». Otra de las diferencias se encuentra en la centralización de la toma de decisiones. Las restricciones en Irlanda son comunicadas por el primer ministro para todo el país. En cambio, en España las comunidades autónomas tienen ciertos privilegios en este sentido que no tienen los condados irlandeses. «Tengo la sensación de que hay más protestas en España por las restricciones que en Irlanda», en parte fomentadas por el desconcierto que hay en la población en cuanto a que las restricciones sean diferentes dependiendo del límite territorial.

Asturias fue la primera autonomía en pedir públicamente el confinamiento domiciliario para sus habitantes, pero la petición fue rechazada por el Gobierno nacional. El Principado urge doblegar la curva de contagios con medidas que en Irlanda ya han tenido un efecto positivo.