Las pocas alternativas para paliar la falta de profesionales sanitarios en Asturias

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

Una sanitaria atendiendo a un paciente de COVID-19 en la UCI
Una sanitaria atendiendo a un paciente de COVID-19 en la UCI Jesús Diges (EFE)

Las bolsas de médicos y enfermeros están agotadas en la región

22 nov 2020 . Actualizado a las 10:30 h.

Las políticas de recortes tienen un impacto directo a corto plazo, pero muchas veces sus efectos más perversos se manifiestan con el paso del tiempo. Los tijeretazos a la sanidad pública durante la época del PP debilitaron el sistema paulatinamente, y todo ha saltado por los aires en un momento excepcional como la pandemia del coronavirus. En España hay pocos médicos y enfermeras, y Asturias no es una excepción. Las bolsas de las dos especialidades están agotadas en la comunidad autónoma y esto está suponiendo un problema grave para hacer frente a la segunda ola de la Covid-19. El Principado tiene material y está utilizando los espacios disponibles para ampliar el número de camas con el objetivo de evitar el colapso. Pero todo esto tiene una eficacia relativa si no hay recursos humanos para atenderlo. A corto plazo la solución parece complicada, pero los profesionales aportan alguna idea de urgencia.

Antonio Matador, secretario general del Sindicato Médico Profesional de Asturias (SIMPA), reconoce que es «complicado» y sostiene que la falta de personal «ya existía en condiciones de normalidad». «Llevamos 10 años, desde 2009, de recortes continuos con las plazas de MIR y con las tasas de reposición. Solo se ha aplicado un punto de vista economicista», explica Matador, quien añade que «normalmente esta situación solo se dejaba ver en vacaciones de verano, en navidades o en momentos puntuales en los que se constataba falta médicos».

En su opinión, la estrategia que se siguió hasta ahora para cubrir estas necesidades es «un sobreesfuerzo de los que estaban, que se quejaban pero iban tirando. El caso es que ya no es un problema puntual sino continuo». «Y ahora hay que hacer ingeniería para paliar la falta de personal». Ante estas dificultades, Matador recuerda que «en su momento planteamos la contratación de personal de forma voluntaria en labores de ayuda. Médicos jubilados que ofrecen colaboración, otros que no ha hecho el MIR y se han usado como rastreadores... Son algunas de las pocas opciones que hay a corto plazo».

El problema se agrava todavía más en las UCI, donde hace falta personal más especializado. En cuanto a Atención Primaria, Matador considera que sería necesaria una reestructuración. «Es fundamental para eliminar una carga administrativa y burocrática que lleva mucho tiempo. Si se elimina, tendrían más tiempo para dedicarse a lo que se debe». El margen es estrecho. El ingenio es más necesario que nunca y, aunque el dirigente del SIMPA no se pronuncia sobre este punto, hay otros expertos que apuntan que hay residentes de cuarto o quinto año que tienen una formación muy alta y que podrían incorporarse, aunque siempre de forma voluntaria. Sería algo similar a lo que va a hacer el Principado con los enfermeros.

La semana pasada el Gobierno anunció que ampliará el número de plazas MIR un 3%. En Asturias, se ofertarán 247. Matador asegura que el número sigue siendo insuficiente. En resumen, el líder del SIMPA argumenta que lo que hace falta es «buscar soluciones inteligentes y utilizar todos los medios al alcance. Ahora mismo todo pasa por sobrecargar a los que están, y eso no puede ser», concluye.

Lo que tiene claro Matador es que la peor opción es la que aprobó en septiembre Sanidad, cuando permitió «contratar médicos sin especialidad para ejercer de especialistas». «Eso en Asturias no se está haciendo», ha reconocido, antes de aseverar que «es una solución difícil pero pasa por el diálogo con los profesionales».

Escasez de enfermeros

Esteban Gómez, presidente del Colegio de Enfermería de Asturias, también reconoce que «el margen de maniobra es escaso». Entre sus propuestas, está «la posibilidad de abrir la contratación a personal de fuera del SESPA». Gómez explica que, actualmente, «los enfermeros del SESPA no pueden trabajar fuera, tienen exclusividad, y para poder hacerlo tienen que solicitar un permiso que no se les suele conceder. Es una situación diferente a la de los médicos. Esto hace que los médicos que trabajan en la pública y en la privada sean los mismos, pero con los enfermeros no pasa igual». Gómez considera que los enfermeros que trabajan en prevención podrían «hacer PCR y vacunaciones y liberar así a los de primaria y, también, a los de hospitalizaciones».

Por otro lado, el responsable del colegio defiende que es «el momento de centralizar la gestión de personal a nivel autonómico. A día de hoy, hay ocho áreas sanitarias con su propia gestión autónoma y, en ocasiones, incluso se pelean por los profesionales. Sería necesario que la gestión se optimizara. Ya se hacen cosas pero hay margen de mejora».

Otra posibilidad que apunta Gómez son los planes de formación, pero reconoce que «es más difícil porque no se hizo durante el verano formando a profesionales en UCI o intermedios. Ahí algún cambio que se podía haber hecho». Con las limitaciones actuales de personal, el SESPA ha creado bolsas de voluntarios para que trabajen en las nuevas instalaciones que se han abierto para hacer frente a la pandemia, como es el caso del hospital instalado en el Luis Adaro de Gijón. «Los profesionales han respondido bien a esa llamada, pero podría incentivarse más su presencia», afirma. Además, añade que «es necesario que se aporte más estabilidad a las plantillas, no puede ser que haya gente que acabe el 31 de octubre y no sepa qué va a pasar en noviembre».

A juicio de Gómez, esa falta de estabilidad provoca que haya profesionales que prefieran irse a la privada, donde se ofrecen contratos a más largo plazo. «Existe una precariedad enorme, con compañeros que firman hasta 20 contratos al año, y eso no puede ser», concluye.

Contratos a estudiantes de cuarto año

La Consejería de Salud contratará a estudiantes de último curso de enfermería para paliar la escasez de estos profesionales sanitarios en un momento de elevada presión en los hospitales asturianos ante el incremento en el número de contagios de coronavirus.

Salud emitirá próximamente una resolución en que la contempla este tipo de contratación, que será de carácter «voluntario». El objetivo, ha señalado el Principado, es que estos alumnos puedan «ayudar y colaborar» en la lucha contra la pandemia.