Empotra un coche contra un edificio en San Martín del Rey Aurelio

La Voz

ASTURIAS

El conductor, que no tenía carné de conducir, se llevó por delante un banco y una cabina telefónica

24 nov 2020 . Actualizado a las 17:30 h.

Un varón sin permiso de conducir empotró el vehículo que conducía en la fachada de un edificio del barrio de El Serrallo, en el concejo de San Martín del Rey Aurelio. El incidente se saldó sin daños personales, pero sí materiales. El conductor se llevó por delante un banco, que desplazó tres metros, y una cabina telefónica. Además, la colisión contra el inmueble provocó el derramamiento de líquidos inflamables.

El accidente requirió la intervención de la Policía Local de San Martín, que creen  que el conductor, que circulaba por la calle de San Fernando, perdió el control del vehículo en el cruce con la calle de Juan Ramón Jiménez, subiéndose a la acera y llevándose por delante un banco y una cabina telefónica para finalmente terminar empotrando el coche contra la fachada de un inmueble. Según fuentes policiales, el asfalto estaba en buenas condiciones y la limitación de circulación a 50 kilómetros por hora, por lo que todo apunta a que un exceso de velocidad podría haber sido la causa del siniestro.

Asimismo, los agentes comprobaron que el conductor del vehículo, un varón vecino del concejo, carecía de permiso de conducir, a lo que hay que añadir que el turismo que conducía no disponía del seguro de responsabilidad civil obligatorio. El coche resultó ser propiedad de un varón, también vecino de San Martín, que acompañaba en el asiento del copiloto al conductor y que huyó tras la colisión para más tarde confirmar los hechos.

El accidente, que provocó un importante revuelo entre los vecinos del barrio, se saldó con daños materiales de diferente consideración en el mobiliario urbano. En concreto, el destrozo del banco de madera que fue arrancado y desplazado, así como daños en las estructura metálica de la cabina y fracturas en los paneles de vidrio. Además, el impacto del vehículo con la fachada del edificio causó el derramamiento de líquidos susceptibles de inflamación, lo que obligó a una retirada urgente del mismo del lugar como medida preventiva ante el temor a una posible deflagración.