«Al día siguiente de que se apruebe la ley de eutanasia muchas personas que se oponen la van a utilizar»

ASTURIAS

María Luisa Carcedo
María Luisa Carcedo Fernando Alvarado

Maria Luisa Carcedo espera que el PP se «sume al consenso social» de la muerte digna como hicieron con el matrimonio homosexual

19 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La diputada asturiana María Luisa Carcedo, exministra de Sanidad, le ha puesto cara en las últimas semanas a la defensa de la Ley de Eutanasia que finalmente recibió el primer respaldo del Congreso. Carcedo defiende que se trata de una norma con amplio consenso social y que espera que el PP termine por sumarse a ese entendimiento como antes hizo con otros derechos sociales contra los que se opuso en un inicio como el matrimonio entre personas del mismo sexo.

-Esta era una ley muy esperada por buena parte de la sociedad, pero ha sido un debate muy largo, de muchos años ¿cómo ha visto la evolución de ese consenso social?

-El respaldo social fue incrementándose de forma importante. Es una de esas cosas que te sorprende de la sociedad española, por su grado de comprensión, de humanidad y de tolerancia. Es algo que vimos con el matrimonio de las personas del mismo sexo. Podrías pensar, esta es una sociedad con una presión de la iglesia católica tan fuerte que hubo históricamente, con 40 años de dictadura bajo palio, pero ha habido tolerancia hacia muchos avances sociales, de gran envergadura. A pesar de que los curas digan y no digan, y recen y ayunen, yo jamás participé en una decisión política, que mira que participé en muchas, que haya tenido los parabienes, felicitaciones, apoyos y respaldos que tuve con esta. Es un fenómeno asombroso. Eso denota que nuestra sociedad tiene una conciencia de valor humano muy sólida, porque esta es una ley que se sustenta en la condición humana; somos así, vivimos, sufrimos, disfrutamos, pero cuando enfermamos y la dolencia no tiene límite ni posibilidades de tratarse, hay que darle solución y detener ese sufrimiento. Y la ciudadanía lo entiende.

-Ya habido un primer respaldo en el Congreso pero todavía quedan trámites parlamentarios ¿cuándo cree que estará en vigor la norma?

-Lo esperable es que sea en torno a febrero, como mucho marzo. Ahora va al Senado, que sale de las mismas elecciones que el Congreso junto a los representantes de designación autonómica, así que las mayorías socialistas son, incluso, mayores, así que no espero ninguna sorpresa. Y, aunque la hubiera, si hay cambios vuelve al Congreso, donde se repetiría esta votación. Si hay algún cambio que introducir, que detecten los senadores, lo haremos; pero si no, iría directamente al boletín.

-Tras el debate, mucha gente recordó casos particulares, muchos muy conmovedores, como los de Ramón Sampedro, el doctor Montes, o el más reciente de Ángel Hernández, que ayudó a su mujer enferma de esclerosis, ¿los tuvo usted también en cuenta?

-No sólo he tenido presentes esos casos sino que con muchos familiares mantengo, casi me atrevo a decir, una amistad. Tenemos una relación muy fluida, los mantenía al corriente de todo lo que íbamos avanzando con la ley. Siempre les escuché mucho. Ellos han sido los grandes agentes sensibilizadores del problema, para aflorarlo. Y mostraron unas situaciones dolorosas, que calaron y que conectaron con ese sentimiento que decía, y que es de valorar inmensamente, en la ciudadanía española.

-El debate en el Congreso no ha sido de guante blanco, más ahora con un grupo de extrema derecha.

-Es cierto pero no los puedes tener en cuenta sin que nos acusen de asesinos, de industria de la muerte; en fin, nunca les contesto porque es darles importancia. Como son unos exabruptos tan incomprensibles y tan fuera de las normas de convivencia constitucional, es que prefiero no darles importancia. Aunque algunos son muy ofensivos, la verdad es que los que más me ofendió en el último debate, más que lo de Vox de industria de la muerte, fue la intervención de Unión del Pueblo Navarro; a ese señor (Carlos García Adanero) le tenía poca consideración porque siempre interviene así pero lo de ayer fue absolutamente despreciable. Que nos diga a personas que llevamos toda la vida aquí, a partidos como el mío y como otros, que han construido un sistema nacional de salud, velando por mejorar la salud de la ciudadanía, estando pendientes siempre de las mejoras que hay que introducir, que nos diga que la persona que se quiere suicidar la empujamos en lugar de agarrarla, es intolerable. A mí me sentó fatal, pero sobre todo porque le etiquetas dentro de los grupos que están en el marco constitucional, porque yo a Vox los considero fuera de los consensos constitucionales y de los valores de convivencia en los que nos movemos.

-¿Teme que empiece ahora un periplo de recursos judiciales? En los últimos años, grupos como Abogados Cristianos han marcado esa estrategia.

-Ya amenazaron con eso, no me cabe la menor duda. Yo lo que espero es que la posición del PP gire; que se agarró en este caso a los cuidados paliativos, y yo en todas las intervenciones se lo fui desmontando porque los cuidados paliativos son ya un derecho subjetivo de la ciudadanía. Es conveniente un ley que genere un marco común en todo el país, porque sí hay diez comunidades, entre ellas Asturias, que tienen leyes autonómicas, aunque cambia la terminología, en unas se habla de testamento vital otras voluntades anticipadas, en fin que hay que unificar la situación de los cuidados paliativos pero son ya un derecho desde 2006, están en la cartera de servicios; y antes estaba incluido el alivio del dolor y la atención en el momento terminal de la vida. Eso estaba ya desde 1995, aunque el PP se agarra ahí como clavo ardiendo, cuando en el Hospital Severo Ochoa, y se lo recordé, atendían estas situaciones, mira qué calvario le hicieron pasar a Luis Montes. Así que espero que el PP, aunque haya utilizado como argumento dialéctico los cuidados paliativos, espero que poco a poco vayan entrando en esto, que reconozcan el consenso político y el consenso social, que ya es del 84% más o menos pero el consenso político en el Congreso no llegó al 60%. Esa mayoría social debe de tener correlato en la mayoría parlamentaria. Y yo espero que el PP, poco a poco, vayan entrando en razón y hagan como pasó con el matrimonio homosexual, que se acabaron casando. Es que estoy segura de que al día siguiente de que se apruebe la ley de forma definitiva, estas personas y su entorno familiar la van a utilizar. No me cabe ninguna duda. Ya incluso en el último debate su postura fue mucho menos agresiva que en la primera toma en consideración.

-La ley contempla la objeción de conciencia para los médicos ¿puede ocurrir como pasó con el aborto que haya centros en que todos se nieguen?

-Esa hipótesis se puede considerar pero las encuestas que tenemos, que se hicieron en el Colegio de Médicos de Madrid, el de Vizcaya y el de Canarias, nos muestran que la posición a favor de la necesidad de la regulación de la eutanasia es similar a la de la media de la ciudadanía, que supera el 80%. ¿Esto quiere decir que no vaya a haber casos de objeción de conciencia? Pues no lo sé, ya veremos pero la mayoría de profesionales, sin ningún tipo de cuestionamiento, aplica ya cuidados paliativos, incluso la sedación acortando la vida. Los médicos estamos muy cerca del sufrimiento, estamos muy cerca de las personas que sufren y sabemos las posibilidades terapéuticas que hay, y desarrollas una empatía con las situaciones de sufrimiento muy alta. El aborto, incluso con estas limitaciones, se está llevando a cabo en clínicas sin ningún problema y por eso la ley contempla que se haga en centros públicos, en privados o concertados. Posibilidades de práctica de la eutanasia, incluso con la objeción de conciencia, están abiertas todas.