El arzobispo de Oviedo carga contra la Ley de eutanasia por «jugar a ser Dios»

La Voz

ASTURIAS

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes
El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes

La diputada Carcedo responde señalando que «si por algunos fuera, España nunca hubiera aprobado legislaciones como la del divorcio o la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo»

20 dic 2020 . Actualizado a las 18:07 h.

El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha criticado este domingo la Ley de la eutanasia aprobada en el Congreso de los Diputados esta semana, y ha afirmado que no tiene «demanda social». Ha advertido también que leyes como esta suponen «jugar a ser Dios» y «es poner a disposición del egoísmo la voracidad ante una herencia que se anticipa impunemente». A estas críticas ha respondido la diputada asturiana María Luisa Carcedo quien ha señalado que «el arzobispo no debería jugar a ser Dios opinando por ‘ancianos, enfermos y familias’. Por respeto, para conocer la opinión de los demás, hay que preguntarles. Y las encuestas constatan que la regulación de la eutanasia cuenta con un apoyo del 84%. Quizá el arzobispo debiera preguntarse por qué prefiere encasillarse en posiciones tan alejadas de la compasión humana».

En su carta semanal, Sanz Montes ha asegurado que esta ley «evita tener que afrontar el compromiso por lo que realmente pide la gente: ser sostenida en su debilidad terminal con los cuidados paliativos».

En la carta, recogida por Europa Press, el prelado asturiano ha apuntado que el de «sostener en la debilidad terminal» a las personas es «el camino justo y humano», el que «respeta la dignidad y acompaña debidamente a quien desea vivir hasta el final, sin encarnizamiento terapéutico, pero aliviado en sus dolores con ese cuidado que palía el sufrimiento y la angustia».

En este sentido, Carcedo respondió que «hay preguntas que el arzobispo debería responder. ¿A quién beneficia el sufrimiento insoportable de una persona que no quiere pasar un calvario para morir, y que con esta ley es quien tiene en exclusiva la capacidad de decisión? ¿Considera que luchar contra las desigualdades para mejorar el bienestar de todas las personas, e impulsar y reforzar una sanidad universal y de calidad, no es defender la vida?» y recalcó que la norma había sido aprobada por amplia mayoría en el Congreso.

«Los médicos y enfermeras así lo están diciendo en su inmensa mayoría, así lo reclaman las familias y hasta los mismos ancianos o enfermos graves», ha asegurado el prelado, en lugar de «obligar a ofertar la muerte eutanásica como suicidio asistido y subvencionado en todos los centros de salud».

«Si por algunos fuera, España nunca hubiera aprobado legislaciones como la del divorcio o la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo. Lo curioso e hipócrita, al mismo tiempo, es que quienes más han alzado la voz contra los nuevos derechos han sido los primeros en utilizarlos y de forma habitual»; señaló Carcedo que afeó a Montes que «nunca se pronunciara sobre los recortes que la derecha aplicó por 12.000 millones de euros en la sanidad y 4.600 millones en atención a la dependencia, ni sobre la eliminación del carácter universal de nuestro sistema sanitario. Entonces nunca escuchamos su opinión».

Sanz Montes ha criticado que con esta ley se «puentee» al médico o enfermera que por motivos de conciencia «no acepte ser cómplice de lo que más contradice su profesión, mandando en ese caso, desde un macabro banquillo, a un matarife suplente».

Parafraseando al Papa Francisco, el Arzobispo de Oviedo ha señalado que la eutanasia y el suicidio asistido «son una derrota para todos». «La respuesta a la que estamos llamados es no abandonar nunca a los que sufren, no rendirse nunca, sino cuidar y amar para dar esperanza», ha dicho.