Rafael Cofiño: «Si volvemos al nivel 4 de alerta no descartamos nuevos cierres perimetrales de concejos»

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

Rafael Cofiño, director general de Salud Pública del Principado de Asturias
Rafael Cofiño, director general de Salud Pública del Principado de Asturias

El director general de Salud Pública del Principado analiza la situación epidemiológica que vive Asturias tras haber conseguido frenar la segunda ola del coronavirus

27 dic 2020 . Actualizado a las 15:14 h.

El día de hoy está marcado en rojo. Para muchos, es el principio del fin del coronavirus, ya que comienza la vacunación en toda Europa. Es el principal arma para acabar con la pandemia, pero hasta que toda la población esté inmunizada, queda un largo camino por recorrer. Rafael Cofiño, director general de Salud Pública del Principado, analiza el momento epidemiológico que vive la comunidad y explica el escenario al que se enfrenta la región a corto- medio plazo. Superada la segunda ola, los datos de contagios del periodo navideño marcarán el devenir de los próximos meses. Si se logra salir de enero en nivel 2 de alerta, «la apertura será progresiva y gradual en todos los sectores», explica Cofiño, pero si se vuelve al nivel 4 «no descartamos volver a confinar concejos perimetralmente». Además, tiene un mensaje claro para los escépticos: «Vacunarse no es solo una protección individual, es también colectiva, y es la mejor herramienta para disminuir los efectos del virus».

«La situación sigue siendo de máxima preocupación en cuanto a que puede haber un repunte en cualquier momento»

-Asturias es ahora la comunidad con la menor tasa de incidencia a 7 días por cada 100.000 habitantes. ¿Ha superado ya la segunda ola de coronavirus?

-Sí. En cuanto a lo que es la situación de la curva por el dato de incidencia y por evolución se ha bajado la segunda ola. Ya se puede dar por finalizada. Mantenemos la situación que siempre mantuvimos, incluso en verano después de la primera ola, que es que esto son mareas que suben y bajan. La situación sigue siendo de máxima alerta por lo que vemos en otras comunidades. Las que estaban en buena situación hace unas semanas han tenido una subida muy rápida, que es un poco lo que le pasó a Asturias en la segunda ola. La situación sigue siendo de máxima preocupación en cuanto a que puede haber un repunte en cualquier momento.

-Ya tenemos encima la tercera ola. ¿Qué nos jugamos esta Navidad?

-La preocupación es saber que hay otras comunidades que habían bajado la incidencia y ahora están subiendo. Nosotros entramos en esa segunda ola más tarde que otras comunidades, más en línea con otras zonas europeas donde la incidencia no fue muy fuerte al principio. El pico en Asturias fue el 13 de noviembre, pasaron 15-20 días desde que se tomaron las medidas fuertes y se consiguió bajar la incidencia. Con las medidas conseguimos que el pico no siguiera subiendo. Sin ellas, ese pico en vez de terminar cuando el nuestro podría haber subido hasta enero. Hemos logrado no subir tan alto como otras comunidades, pero está claro que la situación es de mareas. Esto, sumado a la Navidad, puede ser una situación de riesgo. Lo que limita el virus es limitar la interacción y la movilidad, y en esta época de invierno, de interior y de más interacciones, hay más riesgo. Se han tomado buenas medidas, la gente es muy responsable y eso ayuda. Por todo ello estas semanas son claves en cuanto a evitar una nueva circulación de virus.

«Son varios los factores que establecen la posibilidad de que ocurra una tormenta perfecta»

-La principal diferencia respecto a cuando llegó la segunda ola es que antes los hospitales tenían capacidad y ahora la situación de partida ya es preocupante. ¿Existe riesgo de colapso?

-El peligro con la tercera ola es ese. Primero, que tenemos bastante población susceptible. Hemos logrado contener la seroprevalencia, tenemos el 6,1%, mientras que otras comunidades tienen el triple que nosotros. Ese es un buen mensaje en cuanto a haber evitado contagios, pero lo malo es que hay mucha población susceptible, y al estar más envejecida, es más vulnerable de cara a la infección. Cuantos más contagios en mayores de 65 años, más riesgos de más enfermedad y mortalidad. Es fundamental contener esto. El tema de la ocupación hospitalaria ha bajado, en camas ya estamos en nivel medio, pero pese a todo la situación no es la de principios octubre. Además, esta es una época en la que sin covid ya hay más ingresos, por lo que son varios los factores que establecen la posibilidad de que ocurra una tormenta perfecta.

«Es una carrera contrarreloj para vacunar a los vulnerables antes de la tercera ola»

El otro elemento clave es conseguir, y se ha conseguido, adelantar la vacunación a una etapa con unas incidencias aceptables para una buena inmunización de los vulnerables. Es una carrera contrarreloj para vacunar a los vulnerables antes de la tercera ola. Si conseguimos vacunar bien al primer gran grupo, sería un gran logro, de ahí el esfuerzo de mantener las medidas de protección esos 15 días.

-¿Cómo ha pasado usted la Navidad?

-Con el núcleo familiar, solamente 4 personas. Con las personas mayores de 65 años con las que normalmente nos reunimos en otras ocasiones, no lo hicimos estas navidades. Ha sido solo con el grupo de convivientes. 

-Uno de los elementos que más complica la gestión de esta pandemia es que la situación cambia contantemente y que hay que reevaluar las situaciones casi a diario. ¿Se arrepienten de alguna decisión que han tomado?

-En el sentido de las decisiones como salud pública, han estado muy marcadas por el documento del ministerio del 22 de octubre, cuando fija las medidas a tomar, que es la guía que orienta las decisiones. Es un documento más estricto en algunas cuestiones que lo planteado aquí. Otro tema es que la aplicación sea variable en algunas comunidades autónomas, lo que ha creado cierta confusión, y luego también que no todas teníamos el mismo ritmo. Cuando aquí subíamos, otras estaban bajando, y por eso las medidas eran diferentes.

«El documento del ministerio es en algunas cuestiones más estricto que lo planteado en Asturias»

En cuanto a acciones generales, siempre somos críticos. Hay cosas que se podían haber hecho de otra forma, pero los resultados, dentro de lo complicado que es siempre en una pandemia, son una primera ola favorable y una segunda más complicada pero que se ha podido contener con mucha rapidez. Los resultados son adecuados teniendo en cuenta la gravedad y la elevada mortalidad.

-El presidente del Principado ha reconocido que los cierres perimetrales de los concejos no han funcionado como esperaban. ¿Cómo saben que esos no han funcionado pero el de la comunidad autónoma sí?

-No fue adecuada la interpretación del titular. No escuché todo lo que se dijo, las palabras concretas, pero creo que no fue exactamente dicho así. Los cierres perimetrales por sí solos no funcionan si no hay más medidas. Tenemos la metáfora del queso Gruyere, que se usa mucho pedagógicamente. Cada loncha que usamos tiene agujeros y fallos, por eso lo importante es tener muchas lonchas para que no pueda pasar por todas ellas. Eso ocurre con la distancia, con las mascarillas, con los cierres... Un cierre perimetral solo no vale para nada, pero acompañado de otras medidas sí ha servido. Lo que se planteó es que llegó un momento en el que ya no tenía sentido porque habíamos conseguido bajar la incidencia. De hecho, no se descarta que en el caso de un incremento fuerte, de volver al nivel 4, se apliquen de nuevo. Tendría que ser en municipios con mucha movilidad e irían acompañados de otras medidas, que es un poco lo que marca el ministerio en la guía.

-La hostelería insiste en que ellos no son los culpables. ¿Podían haber sido más permisivos con ellos?

-No se tomó ninguna medida que no estuviera en el documento guía que recoge las decisiones que se deben tomar en cada nivel. De hecho, en el nivel 3 del ministerio, el documento plantea que las autoridades pueden decretar un cierre de interiores de los establecimientos. Mientras el ministerio plantea eso, nosotros apostamos por una apertura con control. Si se hubiera sido más estricto, se hubiera retrasado más abrir el interior, como pasa en otras comunidades en las que sigue cerrado.

Estamos en un paréntesis más crítico porque es el periodo de más interacción y para contener la incidencia de cara a la vacunación, pero si la situación se mantiene, se pasaría a un nivel 2 con medidas más aperturistas.

«El confinamiento hubiera ayudado a bajar más rápido la curva y eso hubiera permitido que luego no hubiera sido necesario tomar otras medidas»

-En el momento más complicado, el Principado pidió al Gobierno central que le permitiera confinar a la población. ¿Se ha demostrado que esa medida no era necesaria?

-Consideramos que hubiera sido importante. Teníamos claro que el confinamiento total, como en marzo, sin ninguna franja para salir, es muy estricto y que puede tener efectos perjudiciales. El que se planteaba era más aperturista, pero con un marco que obligara a que la gente estuviera autoconfinada, y pensamos que hubiera sido efectivo, junto a las otras medidas. Pensamos que hubiera ayudado a bajar más rápido la curva y eso hubiera permitido que luego no hubiera sido necesario tomar otras medidas. Es una medida compatible para volver a pedir si volvemos a nivel 4.

-Una de las recomendaciones del comité asesor es el desarrollo de una ley que permita a Salud facilitar datos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para controlar cuarentenas. ¿Están trabajando en esa línea?

-Fue un planteamiento que estudiamos y pensamos que podía ser importante de cara a reforzar lo que teníamos en marcha. Justo cuando lo valoramos, disminuyó la incidencia, empezó a haber menos contactos estrechos y en este contexto esto supone una especie de acción poco efectiva. Lo que hicimos entonces fue apostar por el rastreo retroactivo, mirar hacia atrás e investigar no solo las últimas 48 horas, sino hasta los 5 días anteriores. Esto nos permite mejorar la trazabilidad y las cadenas de transmisión. Es una vía más eficiente, más óptima con menos casos, mientras que la otra es más adecuada con más contactos estrechos.

-Sanidad ha aprobado la realización de test de antígenos en farmacias pero las autoridades recomiendan que no se hagan y dudan de su eficacia. ¿No es un poco contradictorio?

-Se ha planteado el tema de desaconsejar las técnicas de anticuerpos rápidos. Es una herramienta diagnóstica que se desaconseja porque tiene su interpretación y los elementos de sensibilidad tienen sus dificultades. Hay un consenso global de técnicos, científicos, comunidades y ministerio para desaconsejar su uso. Lo que hay que hacer es perfeccionar otras técnicas rápidas de uso personal que seguramente mejorarán con el tiempo, pero hay que desaconsejar técnicas que no den buena información.

«La realización de una PCR no descarta que en dos días pueda haber una positividad»

Con las pruebas existe otro elemento a tener en cuenta, que es que pueden dar falsa seguridad. Aquí siempre hemos realizado muchos PCR pero siempre hemos sido muy estrictos en el sentido de decir que la realización de una PCR no descarta que en dos días pueda haber una positividad. Es importante tenerlo en cuenta para no crear una falsa seguridad.

-¿Se han detectado en Asturias casos con la nueva cepa del Reino Unido?

-En el momento actual, no. Sabemos que las técnicas de diagnóstico pueden identificar esta cepa, que no se escapa del diagnóstico, pero no tenemos esa información.

-¿Puede esa nueva cepa hacer que la vacuna no sea eficaz?

-La información todavía no es firme al respecto. Lo último es que parece que sí podría ser eficaz, pero hay que ver.

«Vacunarse no es solo una protección individual, es también colectiva, y es la mejor herramienta para disminuir los efectos del virus»

-¿Qué le diría a los que dudan si ponerse la vacuna o no?

-Dudar es adecuado, pero hay que tener claro que se ha conseguido mucho más rápido de lo esperado. Vacunarse no es solo una protección individual, es también colectiva, y es la mejor herramienta para disminuir los efectos del virus.  Esto influirá en muchas medidas que se tienen que poner en marcha en cuanto a vigilancia, cribados, las restrictivas... Lo fundamental es garantizar la salud, pero todo esto tiene mucho impacto en otros sectores. Tener unas coberturas muy altas tendrá impacto en salud pero también un impacto social y económico. Hago una llamada al compromiso para conseguir una cobertura amplia de vacunación.

-¿Cuántos de los 13.000 puntos de vacunación de España estarán en Asturias?

-En Asturias, en la primera oleada fuerte, se vacunará en todas las residencias. Luego irá cambiando según los sectores que se van a vacunar, pero inicialmente en residencias, lo mismo que en otras campañas como puede ser la de la gripe.

-Llega la vacuna pero tendremos que seguir conviviendo con restricciones. Si todo va sin nuevos sobresaltos, ¿Cuándo esperan que se vuelva a la normalidad precovid?

-No sabría decirlo. Va a depender del ritmo de vacunación y de las coberturas. Por eso es importante la llamada a la vacunación. No tener una buena cobertura quiere decir que no hemos logrado una buena inmunidad global de la población y eso significa más riesgo de brotes y casos. En ese sentido, puede que sea necesario tomar algunas medidas en paralelo respecto a la vacunación, pero dependerá de la capacidad de tener una buena cobertura. En base a eso hay que ir viendo y simultaneando el inicio de la vacunación con los indicadores que tengamos. Esperemos que sean lo más aperturista próximamente. De todas formas, ciertas medidas van a venir para quedarse y se van a quedar bien. Aspectos relacionados con la higiene de manos, etiquetas respiratorias, ventilación...nos van a garantizar más seguridad y la disminución de otras infecciones.

«La apertura será progresiva en todos los sectores y será de forma gradual»

-Cuando comience la desescalada, y al margen de las medidas concretas que tendrán que debatir, ¿cuáles serán las primeras restricciones que se relajarán?

-La base es el documento del ministerio y la apertura será progresiva en todos los sectores de forma gradual. Será con controles de aforos, pero secuencial. Algunos sectores tienen medidas más restrictivas, vinculados a interiores, y ahí es donde progresivamente se irá abriendo si pasamos enero en nivel 2. El documento del ministerio se va actualizando, pero es la guía.

-¿Hasta cuándo seguirá cerrada Asturias perimetralmente?

-El cierre perimetral estará más condicionado por el nivel de riesgo externo que por el interno.  Cuando empezamos, era un cierre que protegía más a otras comunidades porque teníamos las peores incidencias, pero ahora nos protege a nosotros. Las medidas es importante tomarlas lo rápido que sea necesario y con la agilidad que se pueda, pero no hay que cronoficarlas, no tiene sentido. En principio, en Navidad se mantendrá porque la máxima preocupación es este periodo navideño y garantizar que en mes y medio podamos lograr una buena oleada de primera vacunación.