El casquismo vive momentos de precariadad. Tras la crisis abierta en Foro que se saldó con la expulsión de su fundador, Francisco Álvarez-Cascos (a quien el partido acusa de administración desleal y de haber pasado facturas personal a la formación) además de la división su grupo parlamentario, con la suspensión del diputado Pedro Leal, el grupo más afín al expresidente se ha visto reducido en apoyos pero sobre todo en recursos parlamentarios.
Los afines a Cascos con cargos electos se concentran en el parlamento regional, con Leal, y en el Congreso con Isidro Martínez Oblanca (apercibido ya por votar por su cuenta) y que puso en marcha una web propia al margen de la oficial del partido para difundir sus iniciativas. En Asturias Leal ha dirigido a sus simpatizantes un mensaje dando cuenta de la creación de la asociación «Foro Principado» a la ue ha sucedido de forma automática la apertura de una cuenta corriente para recibir donaciones. En el mensaje se advierte muy apropiadamente de que «para evitar gastos de gestión en el cobro de los 5 euros establecidos de cuota mínima anual de 2021 os ruego que hagáis vosotros mismos el ingreso, o bien una transferencia en esa cuenta corriente».
El proceso abierto entre Cascos y Foro se encuentra ahora en una fase judicial, dirimiéndose en los tribunales. En la Audiencia en Oviedo se ha llevado la acusación por gastos desmedidos (desde facturas de hotel a compras de zapatos para niño), el alquiler de una sede en Madrid que pertenecía a la entonces esposa del político, María Porto, y también de los elevados honorarios como dirigente del partido. Sobre este último punto, respecto a cuándo y cómo se decidió el salario interno de Cascos, Oblanca aseguró que se había decidido en un encuentro entre cuatro personas en la sidrería El Cartero, de Gijón.