El nuevo fenómeno meteorológico dejará lluvia y viento, aunque con menos intensidad que Hortensia
22 ene 2021 . Actualizado a las 20:10 h.Este año 2021 ha empezado en Asturias con una actividad ciclónica muy por encima de lo normal. Primero llegó el episodio meteorológico Filomena, que pasará a la historia de España por haber generado una de las mayores nevadas que se recuerdan. Además, en la última semana, se han sucedido en Asturias tres ciclones. Primero Gaetan, luego Hortensia y ahora llega Ignacio. Será este sábado cuando arribe y no dejará rachas de viento tan intensas y fuertes» como la borrasca Hortensia, pero que podrían superar los 80 o 100 kilómetros hora.
La Agencia Estatal de Meteorología ha nombrado tres borrascas, algo muy poco habitual, ya que solo las más potentes son bautizadas. Tal y como explica la Aemet «una borrasca es un tipo de ciclón que transcurre por latitudes medias, entre 30 y 60 grados. Asociados a las borrascas se suelen producir vientos fuertes o muy fuertes, que serán más intensos cuanto menor sea el mínimo de presión en el centro de la baja. Las borrascas a las que se dará nombre serán aquellas que se profundicen de tal manera que puedan producir un gran impacto en bienes y personas, aunque no será necesario que experimenten un proceso de ciclogénesis explosiva (caída igual o superior a 18-20 milibares en 24 horas en el centro de la baja en nuestras latitudes). Se nombrará solo cuando se prevean condiciones que den lugar a la emisión de avisos de viento de nivel naranja o rojo orientados a impactos asociados a dicha baja en alguno de estos cuatro países: España, Portugal, Francia y Bélgica».
Ignacio es la novena borrasca de impacto de la temporada. Según ha informado la Aemet, las lluvias que traerá Ignacio avanzarán de oeste a este y en general no serán abundantes, salvo en Asturias, Galicia y el Pirineo, mientras que las temperaturas no experimentarán mañana grandes cambios y las heladas quedarán reducidas a las zonas de montaña. La borrasca Ignacio traerá asociado un temporal marítimo con olas de 4-5 metros en la costa atlántica y cantábrica y de 3 a 4 metros en el Mediterráneo y Baleares, aunque en este archipiélago puntualmente las olas pueden llegar a alcanzar los 7 metros.
Toda esta incesante actividad ciclónica tiene mucho que ver con la rotura del vórtice polar que se produjo a comienzos de año y es algo que ya predijo la comunidad científica. El aire frío que desciende del extremo norte a las regiones templadas no solo puede generar intensas nevadas, sino también servir como alimento para la formación de borrascas. Y eso es justo lo que está sucediendo. La próxima semana se espera que el anticiclón ascienda en latitud y, por tanto, Galicia ya no quedará tan expuesta. La previsión apunta que a partir del lunes seguiremos con tiempo húmedo, pero con menos lluvia y sin temporales.
El martes 26 entrará en España un nuevo sistema frontal que dejará precipitaciones en Galicia, Asturias y en zonas de montaña de la Península, pero en general las temperaturas serán algo más altas y la situación tenderá a estabilizarse.
