«Cada persona debe ser libre para expresarse como quiera», dicen en Rapiegas

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

Una manifestante sostiene un cartel en el que se lee «a sociedad machista, educación feminista» en las movilizaciones del 8M del 2020
Una manifestante sostiene un cartel en el que se lee «a sociedad machista, educación feminista» en las movilizaciones del 8M del 2020 Jesús Hellín || EP

La junta directiva de la asociación plantea un «debate público» con la ministra de Igualdad, Irene Montero, en el que «se escuche a todas las partes implicadas»

24 ene 2021 . Actualizado a las 13:15 h.

La asociación Rapiegas nació en plena pandemia. Es apartidista y está formada por mujeres de todas las edades. Así lo indican desde la junta directiva, en la que explican que surgió «precisamente de la necesidad de llevar al terreno algunos debates que deberían estar dándose en el seno de la izquierda española». Como ejemplo desde el colectivo señalan el tema de la prostitución, «que es uno de los asuntos más urgentes de la agenda feminista, pero que no ha tenido lugar, porque, en vez de promover un debate real para proteger los derechos de las mujeres, la ministra Irene Montero se desentiende, arguyendo que no quiere dividir al feminismo», explican.

Otro de ellos es la propuesta de Ley Trans. «Pero, ¿cuánta gente sabe realmente de qué va ese debate?, ¿suelen mostrarse todas las posturas? ¿cuáles tienen más visibilidad?, ¿escucha la ministra las voces críticas?, ¿se reúne con ellas para tratar de mejorar y sumar?», se preguntan, considerando que «es sencillo caer en comparaciones fáciles».

«Últimamente se leen en los medios afirmaciones simplistas y tendenciosas que no soportan el más mínimo análisis crítico, como 'Vox y un sector del feminismo están en contra de la Ley Trans'. También resulta realmente reduccionista repetir como un dogma 'los derechos trans son derechos humanos'. Por supuesto, las personas trans tienen derechos humanos en tanto que son personas. Precisamente, porque defendemos sus derechos -como el acompañamiento profesional sanitario y psicológico-, no compartimos muchos aspectos de la nueva ley", explican.

«Como asociación feminista nos preocupan también los derechos de las mujeres y niñas que se verían gravemente afectadas con las propuestas actuales de Ley Trans. Es decir, las realidades de las mujeres y las personas trans son diferentes y homogeneizarlas invisibilizaría ambas aún más. Por ejemplo, muchas niñas del mundo sufren la ablación por el mero hecho de haber nacido hembras, por su sexo, que no eligen. Obviar esta realidad material nos parece sangrante», argumentan.

«Centrémonos en estos conceptos: masculinidad y feminidad. Los ambientes más conservadores siguen diciendo que las mujeres son femeninas y los hombres masculinos por naturaleza. Es decir, que hay unos comportamientos y gustos asociados al sexo con el que se nace, de forma innata (VOX y Hazte Oír). Por otro lado, la izquierda que apoya estas propuestas de ley trans defienden que eres hombre o mujer no por tu sexo  de nacimiento, sino por tu forma de expresarte a través de los conceptos sexistas de masculinidad y feminidad. Lo que decimos las feministas es que la masculinidad y la  feminidad son constructos sociales que no deben imponerse a nadie, ni tampoco  negarse, y huimos de la idea sexista de que la feminidad es lo mismo que la mujer y la masculinidad, lo mismo que el hombre», añaden.

Rapiegas defiende que «cada persona debe ser libre para expresarse como quiera» y ponen el siguiente ejemplo: «Pensamos que no hay juguetes de niños o niñas y que debemos dejar que se expresen libremente sin intentar que encajen a la fuerza -a través de modificar sus cuerpos- en un sistema sexista, obsoleto y casposo». De esta manera afirman que «por eso nos horrorizan algunas premisas reflejadas en las propuestas de ley, como 'menores en cuerpos equivocados' o 'cerebros masculinos y femeninos'».

«A este respecto, la ley trans contempla el bloqueamiento hormonal, la hormonación y la cirugía en menores con 'conductas que manifiestan una identidad sexual no coincidente con el sexo asignado al nacer'. La comunidad científica desconoce muchos de los efectos secundarios de estos tratamientos y otros han sido silenciados. Por eso, las feministas preferimos que la infancia pueda desarrollarse libremente y que no se tomen ese tipo de decisiones por ellos y ellas; ni que tengan que tomarlas antes de tener la madurez que les permita entender las consecuencias que pueden tener en sus cuerpos y vidas», añaden.

Asimismo, denuncian que «el planteamiento de Vox es no cambiar nada para que todo siga igual. El de parte del transactivismo y otras teorías queer es cambiar a la persona, su cuerpo o su identidad para que todo el sistema siga igual. Nuestro objetivo como feministas es cambiar el sistema para que cada persona pueda ser libre. De hecho, hay personas trans que también critican estos estereotipos sexistas».

«Esto es lo que muchos colectivos feministas quisimos decirle a la ministra de Igualdad, esto es lo que se negó a debatir y escuchar. Simplemente pedimos un debate público en el que se escuche a todas las partes implicadas», consideran desde la junta directiva de la asociación Rapiegas.