Monteras, bisontes y la «dictadura de la salud»

La Voz

ASTURIAS

El presidente Adrián Barbón, en el pleno
El presidente Adrián Barbón, en el pleno Armando Álvarez

Los grupos protagonizan un acalorado debate en la Junta con duros reproches sobre la gestión de la pandemia

10 feb 2021 . Actualizado a las 12:45 h.

Jornada revuelta en el pleno de la Junta General en una sesión en la que los grupos se lanzaron acusaciones cruzadas y en las que tomó especial protagonismo un nuevo enfrentamiento dialéctico entre Podemos y Vox.

El rifirrafe arrancó después de que el diputado morado Rafael Palacios dedicara su turno a cuestionar el carácter democrático del partido que lidera Ignacio Blanco.

La propuesta que se debatía pedía considerar la actividad de guía de montaña dentro de la categoría de deporte y levantar la suspensión temporal que se le aplica dentro de las medidas para combatir la pandemia y en su debate, además del grupo proponente, había intervenido ya Foro mientras que IU había renunciado a su turno, como hace habitualmente con las iniciativas de Vox.

El diputado de Podemos Rafael Palacios ha aprovechado su turno para advertir de la necesidad de no caer en la indiferencia ante la ultraderecha a la que representa Vox «que se escribe con V de violencia» y que la ejerce «cuando llama 'okupas' a personas sin recursos».

Palacios ha sido emplazado en varias ocasiones por la vicepresidenta primera de la Junta, la socialista María Celia Fernández, que dirigía en ese momento el debate, a que se ciñese a la cuestión y, tras ver desatendida su petición, le ha advertido de que, de no hacerlo, le retiraría la palabra.

Al debate se ha sumado el portavoz de Vox, Ignacio Blanco, que, tras recibir un turno de réplica por alusiones de la vicepresidenta de la Cámara, ha calificado de «espectáculo esperpéntico» que Podemos centrase su intervención en proferir «una retahíla de insultos» a su grupo.

Además, ha reclamado que se retire del Diario de Sesiones la intervención del parlamentario morado, una petición de la que ha tomado nota la presidenta en funciones de la Cámara en ese momento para su estudio posterior por la Mesa de la Junta General del Principado.

Ayudas y la «dictadura de la salud»

Antes, el presidente del Principado, Adrián Barbón fue el que puso en el mismo plano a Podemos y Vox reprochando al dirigente morado Daniel Ripa que recurra en ocasiones a afirmaciones demagógicas «en un tono similar» a las utilizadas por su homólogo de Vox, Ignacio Blanco. 

Barbón se ha expresado así durante sus respuestas a las preguntas formuladas por los dos grupos en el pleno de la Junta General del Principado, que en ambos casos hacían referencia al retraso en la tramitación de las ayudas directas puestas en marcha por el Gobierno para apoyar a los sectores más afectadas por las restricciones para combatir la pandemia de la covid-19.

Según el dirigente morado, el Gobierno recurre para la tramitación del denominado fondo de rescate, dotado con cien millones de euros, al denominado procedimiento de urgencia y, pese a ello, aún tardarán meses en cobrar las ayudas lo que refleja, a su juicio, que «los tiempos entre el parlamento y la sociedad son muy distintos».

Ripa ha pedido que desde el Gobierno «se mida la urgencia en horas y minutos y no en meses» y lo ha comparado con decirle a alguien que se está ahogando «que para lanzarle el salvavidas hay que convocar una comisión», ha incidido en que desde el inicio de la pandemia ningún diputado ha renunciado «ni a un euro de su sueldo» y ha pedido legislar para suspender los gastos fijos de luz, telefonía o alquiler que afrontan las pequeñas empresas aunque estén cerradas.

Para Barbón, el discurso «para quedar bien» de Ripa, no consigue agilizar nada y plantea cuestiones como suspender el pago de alquileres, una cuestión sobre la que el Principado carece de competencias por lo que le ha instado a trasladarla al Gobierno central «del que forman parte».

«Si tanto le molesta el sueldo de diputado y la asignación de su grupo renuncie a ellos en la Mesa de la Cámara. Hágalo y entonces será creíble», ha apuntado Barbón tras recordar que entre hoy y el viernes el Gobierno aprobará las convocatorias de las ayudas en una primera fase que movilizará unos 75 millones y que se publicarán la próxima semana en el BOPA de forma gradual para evitar «un colapso informático» dado que se prevé recibir unas 24.000 peticiones.

A los mismos datos ha recurrido el presidente para responder al portavoz de Vox, que ha considerado insuficientes las ayudas para los sectores económicos «castigados» por las restricciones impuestas por el Gobierno pese a que, a su juicio, carece de evidencias de que los contagios se estén produciendo de forma masiva en ámbitos como el de la hostelería.

Según Blanco, mes y medio después de iniciado el año aún no se sabe cuándo recibirán esos fondos sectores como la hostelería y el comercio, que han sido utilizados por el Gobierno «como excusa perfecta para ocultar su fracaso en la gestión» y para imponer «una dictadura de la salud» pese a que incluso Estados Unidos tiene una incidencia pandémica inferior a la de Asturias.

En su respuesta, el jefe del Ejecutivo ha mostrado varios gráficos sobre la evolución de la pandemia en diversos concejos y en Asturias para demostrar que medidas como el cierre del interior de la hostelería sí que tienen un efecto claro, entre 14 y 21 días después de que comienzan a aplicarse, para reducir el nivel de contagios.

«Si de usted hubiera dependido no habría tomado ninguna medida», ha advertido Barbón tras señalar que si Asturias hubiera llegado, como otras comunidades, a una incidencia a catorce días de 1.200 casos, se habrían producido «miles de muertes» y admitir, en respuesta a la alusión de Blanco a la situación de Estados Unidos, que se había acordado de él y de la montera picona que lució en la Junta cuando vio al seguidor de Trump que, disfrazado de bisonte, asaltó el Capitolio.

Condena del ataque al domicilio del presidente

Por otra parte, Barbón, ha mostrado su reconocimiento a todos los partidos «que de forma incondicional» expresaron su condena ante el acto vandálico del que fue objeto el domingo el bloque de viviendas en el que reside y ha agradecido la «rectificación y, por lo tanto, la condena incondicional» trasladada este miércoles desde el Partido Popular.

La acera del edificio de Pola de Laviana en el que reside el presidente del Principado, Adrián Barbón, amaneció el domingo con varios huevos rotos y pasquines con el mensaje «Barbón, nos tienes hasta los huevos», un acto vandálico que fue condenado por distintas formaciones, aunque la presidenta del PP, Teresa Mallada, señaló ese mismo día desde las redes sociales que en su formación habían sufrido también agresiones de ese tipo sin que el PSOE las hubiera condenado.

Aunque aseguró que no se consigue nada lanzando huevos, Mallada dijo entender el «malestar y hartazgo de miles de asturianos» por las «decisiones drásticas» de Barbón, incidió en que en el PP han sufrido «agresiones de este tipo y mucho peores, en algún caso alentadas por dirigentes socialistas» y que el PSOE «nunca ha condenado», como la sufrida hace medio año por un edil popular en Navia a manos de la pareja de una concejala socialista.

Hoy, durante el turno de preguntas de la oposición al presidente en el pleno celebrado en el parlamento autonómico, y a raíz de que la portavoz de Ciudadanos, Susana Fernández, reiterase su condena ante dicho acto vandálico, Barbón dio las gracias a los grupos de la Cámara que de forma incondicional, «que es como se hacen estas cosas», habían expresado su condena.

«Al final no es una cuestión personal, porque ha afectado a vecinos que no tienen nada que ver con la vida política, personas mayores, por cierto, y como yo siempre he condenado de forma incondicional, agradezco esa altura de miras», le respondió el presidente que agregó, en referencia a la posición del PP, que no dejaba de ser «una decepción» para sus votantes.

A su condena le siguió la manifestada por la portavoz de IU, Ángela Vallina, que se sumó a la condena incondicional antes de asegurar que uno de los principios de la democracia es «el respeto y la tolerancia», palabras que llevaron al presidente del Principado a reiterar que ese «apoyo sin condiciones es lo que tienen que hacer los demócratas».

«Quiero manifestar el rechazo del PP a todos los actos vandálicos y a todas las agresiones que han sufrido todos los cargos públicos asturianos del Principado, incluido el presidente, alcaldes, concejales, e incluso responsables de empresas públicas en el pasado, en el presente y en el futuro» , fueron las palabras con las que Mallada inició su intervención antes de formular la pregunta a Barbón que le contestó: «Agradezco la rectificación, y por tanto, la condena incondicional».

Después de que el portavoz de Foro, Adrián Pumares, trasladase también una «condena rotunda», le llegó el turno al de Vox, Ignacio Blanco, que reclamó y consiguió de Barbón que condenase también el acoso al que está siendo sometida esta formación por las elecciones catalanas.

Blanco había asegurado que en Vox están «hartos de la falta de reciprocidad» y que no estaría mal que el presidente condenase los actos de violencia que están viviendo ante las próximas elecciones en Cataluña.

«Yo hago siempre hago una condena incondicional de la violencia, y eso incluye también la situación que se ha vivido en las elecciones catalanas con Vox», le replicó el presidente, palabras que obtuvieron el reconocimiento de Blanco al señalar que era la primera vez que el jefe del Ejecutivo asturiano lo hacía públicamente.

El secretario general de Podemos, Daniel Ripa, se sumó a la «condena y preocupación porque el acoso político por ser, ni siquiera por hacer, se esté agravando, reproduciendo, reiterando, generalizando y provocando una situación muy peligrosa para el conjunto de la democracia y de los partidos políticos».

Ante sus palabras, Barbón le recordó que él fue uno de los primeros en «condenar explícitamente» el acoso que sufrió el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, durante las pasadas vacaciones de verano en Asturias e incidió en que los demócratas tienen que ser «rotundos y condenar cualquier tipo de acoso porque debilita el sistema democrático»; según recogió EFE.