De la hidromiel a la BiciEscuela histórica, los caminos empresariales de Santo Adriano

ASTURIAS

Villa tecnológica El Sabil
Villa tecnológica El Sabil

La villa tecnológica El Sabil cuenta con siete proyectos creativos que apoyan el desarrollo local del municipio

17 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Diversidad, desarrollo y oportunidades. El concejo asturiano de Santo Adriano apuesta por el talento de sus jóvenes a través de iniciativas como la de la villa tecnológica El Sabil, un espacio coworking en el que actualmente se desarrollan siete proyectos innovadores muy diversos. Una de las responsables de la creación de este semillero de emprendimiento es Cristina López, agente de Desarrollo Local en el Consistorio, que lamenta no disponer de más recursos para el desarrollo rural del municipio. «Somos un ayuntamiento muy pequeño. Nos estamos apañando como podemos».

El centro de empresas consta de locales y oficinas de diferentes tamaños que se adaptan a las necesidades de cada uno de los emprendedores. Durante el primer año de estancia el precio sería ventajoso, ya que tan solo pagarían el 30% del precio total del alquiler. Las salas disponen de recursos tecnológicos básicos, «que necesitamos renovar, pero no tenemos cómo hacerlo», apena Cristina López, y que crean un clima agradable para el trabajo. «Lo que pretendemos es romper con el aislamiento rural. Que la gente de aquí pueda juntarse para compartir proyectos y conocimientos», explica la responsable de desarrollo rural.

Villa tecnológica El Sabil
Villa tecnológica El Sabil

Los siete proyectos que trabajan en la villa actualmente serían los siguientes. Por un lado hay dos oficinas de abogados, integradas por personas que viven en el valle. También cuentan con un proyecto de economía social llamado Ecomuseo La Ponte, integrado por un grupo de vecinos de la zona. Por su parte, Borja y Manon, dos jóvenes bailarines profesionales, pusieron en marcha la sala SaSa Cuerpo y Mente, que trabaja varias disciplinas de la salud. Otro de los nuevos proyectos a destacar es el de David Vilasboas, que con Fílmico Audiovisual emprende en el marketing audiovisual. «Estamos tramitando una solicitud, que ya está muy avanzada, de un chica que vive aquí y que tiene una compañía de teatro. También están en proceso dos nuevas propuestas: la de un obrador de pan de Madrid y un escape room de una chica de Gijón», explica Cristina López.

Desde la fabricación de hidromiel hasta rutas didácticas en bicicleta

Otras iniciativas como la de Xurde Llano están consolidadas en la villa tecnológica. Natural de Grado, Llano trabaja en dos al mismo tiempo. Por un lado, impulsa en el concejo de Santo Adriano un proyecto de BiciEscuela, que lleva operando en el municipio un cuatrienio. Trabaja con niños de 6 a 12 años técnicas ciclistas, «primero para que aprendan a manejarla y luego para que circulen adecuadamente, tanto por su seguridad como por la de los demás». El segundo proyecto en el que está trabajando es el de rutas guiadas El Camín, que consiste en la elaboración de trayectos guiados en bicicleta por la comarca del Camín Real de la Mesa. Su función es doble, ejerce de guía a la par que ilustra a sus acompañantes. «No quiero que sea pasar por un circuito y ya. Me gusta también que se conozca la historia de por dónde se está pasando», explica Xurde Llano.

Proyecto de bicicletas de Xurde Llano
Proyecto de bicicletas de Xurde Llano

En la villa tecnológica también se pueden encontrar proyectos como el de Asturian Food and Drinks, que actúa bajo la marca Hidromiel Zángana. Esta empresa, integrada por Sergio Seronero, Samuel Marqués, Óscar Álvarez y Sergio Pelegry, se dedica a la fabricación de hidromiel, «la bebida alcohólica fermentada más antigua de la humanidad», señalan. Para adaptar esta bebida a las tendencias actuales «la elaboramos en un formato parecido a la cerveza de 33cl y gasificada mediante carbonatación natural, utilizando para ello los mejores ingredientes: agua del manantial de las Xanas de Quirós, miel 100% origen nacional y levaduras cuidadosamente seleccionadas», explican desde la compañía, que a día de hoy cuenta con tres variedades distintas: original, especiada y primavera.