La pandemia aumenta la vulnerabilidad de pacientes propensos al ictus

La Voz REDACCION

ASTURIAS

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HUCA JL Cereijido

En Asturias se registran cada año cuatro nuevos casos de ictus al día

25 feb 2021 . Actualizado a las 13:07 h.

La actual situación de pandemia por la covid-19 ha acrecentado el nivel de vulnerabilidad de los pacientes con fibrilación auricular no valvular (FANV), una enfermedad poco conocida que en Asturias padecen 24.345 personas y que es la causante de los casos más graves de ictus, la primera causa de muerte en la región.

Según el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN), Rafael Martínez, la fibrilación auricular no valvular es el trastorno del ritmo cardíaco (también denominado arritmia) más común y aparece cuando la frecuencia cardíaca (ritmo al que late el corazón) no se produce de forma regular o constante sino de manera irregular y acelerada.

«El corazón, además de la capacidad de contraerse, tiene un ritmo regular. En la fibrilación auricular ese ritmo se pierde y se vuelve irregular, lo que provoca que la sangre no circule de una manera fluida. Esto provoca, a su vez, que toda esa sangre que no circula de manera adecuada tenga tendencia a trombosarse», señala el doctor Jesús María de la Hera, cardiólogo del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y expresidente de la Sociedad Asturiana de Cardiología.

«Dado que la FANV favorece la aparición de coágulos en la sangre (tromboembolismo), es necesario que quienes la padecen estén anticoagulados por lo que, además de comprobar si hay un problema cardiaco asociado, es necesario evaluar, según una escala, la necesidad de tomar anticoagulantes, lo que suele ocurrir en la mayoría de los casos», afirma De la Hera.

A su juicio, en caso de no estar anticoagulados o de estarlo inadecuadamente estos pacientes se encuentran entre los de mayor riesgo de sufrir un ictus dado que la fibrilación auricular multiplica por cinco el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular.

Según el Atlas del Ictus en Asturias, cada año se registran 1.670 nuevos casos de ictus -cuatro al día- con sus consiguientes secuelas sociosanitarias, como la discapacidad o dificultades en la vida diaria de quienes sufren un episodio, y económicas dado que el coste anual de las hospitalizaciones para su tratamiento y el de sus consecuencias asciende a 46 millones de euros, informa Efe.