Por su parte, la alcaldesa de Avilés ha querido enviar su «solidaridad total» hacia unos trabajadores que «llevan tiempo sufriendo muchísimo»
06 mar 2021 . Actualizado a las 17:49 h.La presidenta del PP de Asturias, Teresa Mallada, ha pedido hoy al presidente del Principado, Adrián Barbón, que «no intente ahora librarse de su responsabilidad» por la situación en la que se encuentra la factoría avilesina de Alu Ibérica, la antigua Alcoa, tras su venta al grupo Parter y posteriormente al grupo Riesgo.
Mallada ha recorado en un comunicado que en 2019 el Gobierno autonómico y el Gobierno central defendieron una operación de venta de Alcoa al grupo inversor Parter «que tanto los empresarios, lo sindicatos como el PP vieron con mucho recelo».
«Fuimos muchos los que advertimos al Ejecutivo asturiano de las dudas que generaba la venta de Alcoa al Grupo Parter pero, aun así, el Gobierno asturiano dio el visto bueno a la operación que contaba con el beneplácito de un Gobierno central que siempre busca lo peor para Asturias», ha señalado en un comunicado en el que mantiene que «solo les preocupaba que Alcoa estuviera vendida antes de que expirara el plazo, dándoles igual quién la comprara».
La dirigente popular ha señalado que Barbón tampoco actuó cuando Parter vendió las plantas de A Coruña y Avilés al grupo Riesgo y que es inadmisible que ahora «vuelva a esconderse detrás del Gobierno central pidiendo ahora que intervenga la empresa».
El Gobierno del Principado apostó ayer por la intervención pública de Alu Ibérica ante la «mala fe» demostrada por Alcoa al traspasar las plantas de Avilés y A Coruña a «unos grupos que no han mostrado capacidad para mantener la actividad y el empleo» dada su falta de interés por la continuidad de la producción de aluminio en España.
El consejero de Industria, Enrique Fernández, ha considerado que los registros realizados el jueves por la Policía Nacional en ambas fábricas y en varias oficinas de Madrid, Málaga y Castellón por orden de la Audiencia Nacional, que investiga la presunta despatrimonialización fraudulenta de las factorías, es «una desgraciada consecuencia lógica» de lo ocurrido en los últimos meses.
En 2019, Alcoa vendió al fondo de inversión suizo Parter Capital las plantas que tenía en Avilés y A Coruña, después de un largo proceso que arrancó a finales de 2018 cuando la multinacional estadounidense anunció su intención de cerrar las dos fábricas. La compañía justificó entonces su decisión en los altos costes de la electricidad en España, la necesidad de hacer grandes inversiones y la difícil coyuntura en los mercados de aluminio.
Sin embargo, Parter Capital no tardó en desprenderse de las dos plantas de Alcoa, que fueron adquiridas por el Grupo Industrial Riesgo ya bajo la denominación de Alu Ibérica, sin informar previamente al Ministerio de Industria ni a los gobiernos autonómicos y la representación de la plantilla, que acusan al nuevo propietario de carecer de un proyecto industrial solvente, informa Efe.
Por su parte, según recoge Europa Press, la alcaldesa de Avilés, la socialista Mariví Monteserín, ha querido enviar su «solidaridad total» hacia unos trabajadores que «llevan tiempo sufriendo muchísimo».
Al mismo tiempo, ha querido mostrarse prudente porque, ha recordado, el asunto está en manos de la Audiencia Nacional. La alcaldesa de Avilés, no obstante, ha expresado su deseo de que el proceso termine con que la antigua planta de Alcoa en el municipio salga adelante y tenga futuro a través de «un proyecto viable, que siga manteniendo el empleo, que tenga que ver con el futuro y que sea competitiva en el mundo». «Si para eso tiene que actuar la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales y comprarla, o venderla, que sea lo que tenga que ser; que se haga», ha declarado Monteserín.
