Fuga de militantes y peligro de desintegración: la onda del terremoto naranja llega a Ciudadanos Asturias

Juan M. Arribas

ASTURIAS

Ignacio Cuesta, candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Oviedo, con el secretario de Organización de Ciudadanos, Fran Hervías
Ignacio Cuesta, candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Oviedo, con el secretario de Organización de Ciudadanos, Fran Hervías Ciudadanos Oviedo

Gran parte de la cúpula en Asturias está muy vinculada a Fran Hervías, que ha desertado al PP

18 mar 2021 . Actualizado a las 10:25 h.

En las lecciones de física de Secundaria se enseña a los alumnos que la sublimación consiste en el cambio de estado sólido a estado gaseoso sin pasar por el estado líquido. Algo así le ha pasado en menos de una semana a Ciudadanos, desde que lanzara su intención de presentar una mocion de censura en Murcia, abortada apenas unos días después a golpe de tránsfugas; con la salida del Gobierno de Madrid, con la disolución de la cámara regional y el adelanto electoral de Isabel Díaz Ayuso; y luego una cascada de renuncias, dimisiones y cambios de barco en marcha protagonizados nada menos que por el propio secretario de Organización del partido, Fran Hervías, que saltó al PP. El epicentro es lejano pero la onda expansiva ha alcanzado también a Asturias donde se ha acelerado la mengua de militantes entre los naranjas en varias ciudades y la tensión entre Ignacio Cuesta y Teresa Mallada ha subido de volumen aunque sin que ninguno de ellos ponga en cuestión el pacto que sustenta el gobierno de Oviedo.

La sensación generalizada, dentro y fuera de la formación naranja, es que ya nadie controla realmente lo que pasa y el lema predominante es Sálvese quien pueda, según afirman fuentes consultadas que prefieren el anonimato. En Asturias, el liderazgo de Ignacio Cuesta no parece amenazado o, al menos, nada ha hecho sospechar por el momento que algún movimiento pueda poner en peligro el acuerdo de gobierno que mantiene con el PP para preservar la alcaldía de Oviedo en manos de Alfredo Canteli. Sin embargo, los encontronazos verbales entre Cuesta y Teresa Mallada han subido de tono desde el lunes y las dudas crecen sobre lo que podría pasar con el grupo parlamentario en la Junta General.

A las elecciones autonómicas, Ciudadanos acudió con el exrector de la Universidad de Oviedo, Juan Vázquez, como cabeza de lista y una nutrida composición de fichajes independientes en los primeros puestos. Llegado el ecuador de la legislatura ninguno de ellos permanece en el escaño. Vázquez dejó el parlamento después de constituirse con denuncias de un giro derechista que había perjudicado la campaña centrada que él había planificado. El veto desde Madrid a un acuerdo presupuestario con el PSOE el año pasado terminó por provocar la dimisión de Ana Coto, que también regresó a la Universidad así que ha habido muchos movimientos.  Del grupo de cinco diputados en el parlamento asturiano sólo tres entraron directamente tras la sentencia de las urnas: Sergio García, Laura Pérez Macho y Armando Bartolomé. Susana Fernández, hoy portavoz, era el número siete de la lista, y Luis Fanjul, el nueve.

Los problemas crecen y las alarmas se disparan porque, de ellos, tres: Sergio García, Luis Fanjul y Susana Fernández, son personas muy ligadas, al menos hasta el pasado viernes, a Fran Hervías, hoy desertor e integrado en el PP y nadie en el partido tiene garantías ni confianza en que en un determinado momento y si mediara una tentación adecuada, pudieran seguir el mismo camino para pasar del naranja al azul.

Los miedos se acrecientan toda vez que, al temor a que parte de la tripulación salte del barco en plena singladura, su suma que la nave empieza a hacer aguas. Las fugas de militantes ya son un secreto a voces y se estima que Ciudadanos ha perdido prácticamente la mitad de al afiliación en Asturias en el último año, según sostienen fuentes consultadas. En Gijón, donde se llegó a contar con más de 300 militantes ya no quedan más de un centenar. Algunos cálculos cifran en apenas 90 el número de afiliados a Ciudadanos en Oviedo y, de ellos, aseguran malas lenguas que una veintena son familiares del concejal José Luis Costillas. 

A todo se ello se una una sucesión frenética de comunicados y declaraciones con acusaciones cruzadas entre PP y Ciudadanos. El máximo dirigente de los naranjas en Asturias, Ignacio Cuesta, también teniente de alcalde de Oviedo salió de la reunión ejecutiva del lunes en Madrid dando su pleno respaldo a Arrimadas y con un comunicado incendiario contra la presidenta del PP de Asturias, Teresa Mallada a la que acusaba de tratar de atraer a afiliados a su formación y deslizando que era una maniobra de distracción por la crisis de los conservadores en Gijón. 

La respuesta llegó a a la mañana siguiente con Mallada afirmando que sus palabras «demuestran no sólo el desconocimiento absoluto de lo que sucede en mi partido sino, lo que es peor, que desconoce absolutamente lo que que está sucediendo en el suyo».

Pese a todo, la escalada se quedó en verbal porque tanto Mallada como Cuesta se apresuraron a destacar que ninguna de estas discrepancias pone en peligro el acuerdo de gobierno entre ambos grupos en el Ayuntamiento de Oviedo, sustentado en un pacto político y, también, según insistió el dirigente naranja, en una muy buena relación personal con el alcalde Alfredo Canteli. Y, aún así, nadie se atreve a poner la mano en el fuego por lo que pueda pasar el 5 de mayo una vez que se conozca el escrutinio definitivo de las urnas regionales en Madrid.