Tensión y «guerra fría» en la asamblea de Ciudadanos de Oviedo

Juan M. Arribas

ASTURIAS

25 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La escalada de tensión entre PP y Ciudadanos en Asturias no ha dejado de crecer en las últimas semanas tras la fallcida moción de censura en Murcia, el adelanto electoral en Madrid y la cascada de renunciar entre los naranjas que ha terminado por poner a prueba los nervios del partido también en Asturias. Eso sí, con todos los partícipes del pacto que sostiene el gobierno de Oviedo, un acuerdo ferramente sostenido por Alfredo Canteli e Ignacio Cuesta, conjurados para no abrir ni una grieta en el principal feudo conservador de la comunidad.

Pero las heridas están abiertas y todavía no tiene cura. El pasado martes se celebró una asamblea de la agrupación de Ciudadanos de Oviedo en la que el exportavoz del grupo en la Junta General la pasada legislatura, Nicanor García, llamó la atención sobre la falta de autocrítica de la dirección actual de la formación en Asturias y también las pocas explicaciones que se ofrecen a una militancia menguante.

García cargó contra la actual cúpula de Ciudadanos en la comunidada, encabezada por el teniente de alcalde de Oviedo, Ignacio Cuesta, por pretender dar la impresión de que no hay problemas internos cuando hay una importante pérdida de apoyos en las encuestas, se acumulan las bajas de afiliados y también se empiezan a contar las primeras fugas a otros grupos. No en vano el hasta ahora responsable de comunicación y redes sociales en la Junta Directiva de la Agrupación de Ciudadanos en Oviedo, Francisco Seoane, se marchó con un mensaje incendiario publicado en Facebook reclamando además el apoyo para el Partido Popular.

Nicanor García se remontó al desbarajuste vivido el primer año de esta legislatura cuando el grupo parlamentario de Ciudadanos en Asturias había cerrado un acuerdo con los socialistas para aprobar el primer presupuesto de este mandato y el pacto fue vetado desde la dirección nacional. Aquella desautorización desde Madrid terminó con la salida de una de las diputadas independientes de la formación, Ana Coto, profesora que regresó a la Universidad. Antes las críticas de García, el secretario de Acción Institucional (y también concejal en Oviedo) José Luis Costillas, reconoció que el repentino cambio de postura sobre los presupuestos fue un error pero lo achacó «a Madrid».

En aquella decisión tuvo un peso relevante en otrora todopoderoso Fran Hervías como secretario de organización de Ciudadanos y que, tras los últimos vaivenes del partidos vividos en estas semanas terminó también marchándose al PP tras actuar, según algunos de los implicados, como confidente de Teodoro García Egea para cuajar el cambio de los tránsfugas que evitó la moción de censura murciana.

Nadie, ni en el PP ni en Ciudadanos quiere poner el peligro el pacto de gobierno en Oviedo pero, a nivel regional, ambos partidos no dejan de lanzarse los trastos a la cabeza. 

Precisamente por una pregunta de Ciudadanos sobre el pacto antitránsfugas en la Junta General, se produjo el último episodio de encontronazos azulanaranjados. Una cuestión sobre esta materia de la portavoz naranja Susana Fernández hizo que la presidenta del PP, Teresa Mallada se sintiera interperlada aunque la presidencia no le concedió la palabra.

Retomó el hilo en otra iniciativa la mano derecha de Mallada, Pablo González que se despachó a gusto contra Ciudadanos, les acusó de practicar «piratería parlamentaria», y «filibusterismo»; también de hacer preguntas al dictado del presidente Adrián Barbón e, incluso de haber sido protagnistas de «compraventa de diputados». Precisamente por el caso de Ana Coto que dejó el escaño y volvió a su vida profesional. Por no incumplir la palabra había dado.