El ganadero acusado de dejar morir a 10 reses acepta un año de cárcel

La Voz OVIEDO

ASTURIAS

Palacio de Justicia de Gijón
Palacio de Justicia de Gijón

Se han tenido en cuenta sus problemas psiquiátricos y la pena será sustituida por dos años de tratamiento

30 mar 2021 . Actualizado a las 14:56 h.

El ganadero de Carreño acusado de dejar morir a diez reses por tenerlos sin agua ni comida, y sin las mínimas condiciones higiénicas ha aceptado este martes un año de prisión, que será sustituida por dos años de tratamiento psiquiátrico.

Así lo ha hecho tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía y la acusación particular para rebajar la pena solicitada, previo a la vista oral señalada para este martes en el Juzgado de lo Penal número 2 de Gijón. El joven, del que se ha tenido en cuenta sus problemas psiquiátricos, deberá asumir también los costes judiciales y la responsabilidad civil. De acuerdo al relato fiscal, el acusado es titular de una explotación ganadera en Carreño compuesta por ganado bovino, unas 50 reses, dos equinos y un cerdo.

El acusado, desde diciembre de 2019 y de manera totalmente injustificada, se despreocupó totalmente de sus reses, que se encontraban en parte en un establo y otras en una finca contigua, con el pasto agotado y lleno de barro. Así, el acusado dejó de prestarles los cuidados y el sustento necesario para su supervivencia, haciendo dejación voluntariamente de los mínimos deberes de alimentación y cuidado de las mismas, provocando una situación de sufrimiento en estas e incluso de agonía en algunas de ellas. Al menos diez reses murieron.

Además, el acusado trasladó a finales de enero de 2020 a al menos 16 reses a una finca próxima sin contar con autorización ni permiso de la persona que la tenía arrendada. Allí estuvieron pastando, causando unos menoscabos tasados pericialmente en la cantidad de 138,24 euros. La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito continuado de maltrato animal y de un delito leve de daños y solicitaba inicialmente que se condene al acusado a 18 meses de prisión, 4 años de inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales, y para la tenencia de animales, y 3 meses de multa, con una cuota diaria de 12 euros, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago.

En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal el acusado deberá indemnizar al arrendatario de la finca con 138,24 euros por los daños ocasionados, y a la Consejería de Desarrollo Rural Agro ganadería y Pesca con la cantidad que se determine por los gastos asumidos en relación al cuidado y tratamiento de los animales así como por la gestión de los residuos, todo ello más los intereses legales correspondientes, informa Europa Press.