Fallece a los 100 años Diamantina Rodríguez, referente de la tonada asturiana

E.R. REDACCIÓN

ASTURIAS

Diamantina Rodríguez en el homenaje que recibió por su 100 cumpleaños
Diamantina Rodríguez en el homenaje que recibió por su 100 cumpleaños La Voz de Trubia

La intérprete quirosana, una de las pioneras del género, cuenta en su haber personal con la medalla de Asturias y es un ejemplo a seguir por la nueva generación de intérpretes femeninas

21 abr 2021 . Actualizado a las 10:46 h.

Diamantina Rodríguez, una de las voces más importantes de la tonada asturiana, falleció anoche en una residencia de Noreña a los 100 años de edad. La artista nació en el pueblo quirosano Villaxime el 14 de septiembre de 1920, aunque la mayor parte de su trayectoria la pasó en Mieres, donde se asentó a mediados del siglo XX. Tuvo una infancia feliz y complicada, como todos los niños de la época, pero tras escuchar en un gramófono la voz de la cantante Obdulia Álvarez, su percepción de la vida cambió para siempre. Tal fue su encandilamiento por La Busdonga que decidió seguir sus pasos y llegó a convertirse en una de las referentes y pioneras del género.

También por aquella época conoció a su marido, el gaitero Argimiro Fernández, con el que se trasladó a vivir en 1939 a la localidad de San Nicolás, en Soto Ribera. Mientras que el amor fluía, su pasión por la música fue floreciendo cada vez más y en 1948 Diamantina Rodríguez decidió dar un salto e iniciar así su carrera profesional. Aquel año participó por primera vez en el concurso de tonada organizado por el diario Región, donde quedó en segunda posición. Sin embargo, el certamen le sirvió para abrirse paso en el mundo musical. Conoció a José Menéndez Carreño, Cuchichi, que era uno de los miembros del jurado y quien en ese momento se convirtió en su maestro. Finalmente, Rodríguez se hizo con el concurso en 1955.

A partir de ahí, Diamantina empezó a demostrar su talento en los escenarios y los concursos más importantes del Principado hasta que en 1969 por fin grabó su primer disco. Tres años más tarde editó un nuevo trabajo dedicado al cancionero del intérprete ovetense Eduardo Martínez Torner. En 1972 y 1973 creó, respectivamente, La verde Asturias o Canciones asturianas. También a principios de la década de los 80 sacó un nuevo álbum, esta vez, dedicado a la madre de los mineros. En él no solo se recopila tonada, sino que también destacan las vaqueiras, entre otros estilos.

Poco a poco Rodríguez fue cosechando su éxito y por ello recibió en el año 2002 la medalla de Asturias. Concedida por el Gobierno del Principado, en la categoría de plata, esta fue entregada como señal de reconocimiento a la su trayectoria artística y a su contribución a la recuperación del patrimonio musical asturiano. Además, desde el año 2003 formaba parte del jurado del tradicional concurso Memorial Silvino Arguelles. Un certamen que concede los premios a los 10 cantantes de tonada más importantes del año.

A la par, la artista fue trasmitiendo su amor por la tonada a todo aquel que se relacionaba con ella hasta que ayer su voz se apagó para siempre. Sin embargo, su trayectoria seguirá siendo un ejemplo para las nuevas generaciones de intérpretes femeninas entre las que destacan Anabel Santiago, Liliana Castañón, Marisa Valle Roso o Rosario González, entre otras muchas.