Oviedo y Gijón a través del tiempo por la fecha de sus edificios

L.O.

ASTURIAS

El geógrafo Dominic Royé seduce a las redes sociales con sus mapas urbanos elaborados con los datos del catastro

17 may 2021 . Actualizado a las 10:52 h.

Un mapa histórico no es algo sencillo de elaborar, menos si es capaz de conseguir que el propósito que quiere divulgar pueda apreciarse de sólo un vistazo. Sí lo ha conseguido, con un notable éxito en redes sociales, el geógrafo Dominic Royé que lleva días fascinando a los internautas con los mapas urbanos elaborados tomando como base los datos del catástro para visualizar el crecimiento de la ciudades con el paso de las décadas. 

No es un trabajo nuevo, Royé llevaba desde 2019 peleándose con el castastro (en su blog explica su método y la forma de que cada uno pueda usarlo libremento)  y los mapas pero fue un mensaje compartido a comienzos de mayo con una imagen de Valencia la que llamó la atención del público. «Creo que es por el estilo minimalista, yo intento hacerlo dejando sólo lo imprescindible y es lo que más llama a atención. Los colores que elegí con el fondo negro hacen que recuerden a las cristalera de las iglesias».

Pasando del rojo (más antiguo) al azul (más moderno) se puede apreciar el centro medieval de Oviedo bien marcado junto a algunos edificios de la calle Uría y el complejo de la fábrica de armas. En el extrarradio, a lo lejos, un único elemento en rojo, es el cemenerio. En Gijón, el rojo predomina en Cimadevilla y las dos arterias principales que se comunican con el centro de la urbe salvo algunos edificios en lo que hoy es el puerto deportivo. La expansión de ambas ciudades, que concentran la mitad de la población de Asturias, se puede ver de una ojeada.

«En Europa, en general se suele encontrar un núcleo antiguo histórico que casi siempre está en el centro y después hay un crecimiento hacia las afueras» destaca Royé quien añade que «yo no soy de geografía urbana pero comentó un compañero que se pueden  ver los barrios obreros que se hicieron en los años 40, a veces también en los 50 ó 60, buscando suelos más baratos; pero normalmente, el centro es lo más antiguo».

No se ha parado ahí, la última propuesta de Royé es tomar los datos del IGN pero no por fechas sino por alturas, tomando Madrid como ejemplo.

«Hay que tener cuidado porque los datos del catastro no son perfectos, tienen errores, a veces el año que figura no es el de la construcción sino el de la última reforma pero da una buena idea en general», señala y respecto a las alturas destaca que «también se ven ciertos patrones históricos porque normalmente las normas de urbanización te marcan un máximo de altura. Puede haber excepciones, sí, pero normalmente el barrio antiguo es más bajo».