La diputada de Ciudadanos, Susana Fernández cargó contra la oficialidad asegurando que nadie conocía Les Arriondes
19 may 2021 . Actualizado a las 13:10 h.El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha recriminado hoy a Vox que intente captar el voto del medio rural asturiano con planteamientos demagógicos en los que relaciona el declive de la caza y la pesca en Asturias con los gobiernos socialistas pese a que es una situación que se da en todo el país y en todas las comunidades autónomas.
La prueba de que el portavoz de Vox en el parlamento asturiano, Ignacio Blanco, «falta a la verdad» está en los datos que, según Barbón, indican que entre 1997 y 2005, con el PP en el Gobierno central y en la mayoría de comunidades autónomas, se perdieron más de 200.000 licencias de caza y 138.000 de pesca, una situación que volvió a repetirse entre 2012 y 2018.
Previamente, durante el turno de preguntas de la oposición al jefe del Ejecutivo asturiano en el pleno de la Junta General del Principado, el dirigente de Vox había pedido a Barbón que explicase qué medidas va a aplicar para evitar el declive de la caza y la pesca que, en su opinión, obedece a las políticas de los sucesivos gobiernos socialistas.
Según Blanco, se han perdido en Asturias siete de cada diez licencias de caza y el 60 por ciento de las de pesca en los últimos años por una mala gestión y sin que los gobiernos socialistas hayan puesto remedio a la crisis que vive el sector, pese a que genera miles de puestos de trabajo y riqueza.
En su opinión, después de haber sido la envidad del país en los años ochenta, el sector cinegético languidece por una gestión inadecuada y una persecución a las sociedades de cazadores que han provocado que ocho de ellas ya hayan renunciado a gestionar sus cotos de caza ya que otras 18 se lo estén pensando.
Para el portavoz de Vox, el Gobierno de Barbón debería tener en cuenta que si los cazadores dejan de gestionar los cotos el coste para el Principado sería de 50 millones y asumir que, en el caso de la pesca, las vedas en los ríos no funcionan porque no gestionan bien sus recursos.
Tras acusarle de demagogia, Barbón le ha recordado que Asturias fue la primera comunidad en reconocer como actividad esencial la caza durante el confinamiento y ha señalado que su Gobierno trabaja en la inclusión del chorizo de venado o jabalí en la marca de Alimentos del Paraíso o que se está actualizando el reglamento de daños de la fauna, entre otras medidas.
En cuanto a la pesca, se trabaja «en el aumento de la población piscícola» con actuaciones en la mejora de la calidad del agua de los ríos y el mantenimiento de los caudales ecológicos, según Barbón, que ha advertido al líder de Vox que frente a los 498 salmones que se pescaron en 2017, el mínimo de la serie histórica, en 2020 se capturaron 857.
Para Barbón, los datos contradicen las declaraciones de un líder de Vox que, en su opinión, «difícil entrada va a tener en el medio rural cuando es incapaz de reconocer que el asturiano forma parte de su tradición».
«Decimos vaques -si quiere se lo traduzco-, pites o xatos, eso forma parte de la lengua», ha señalado en tono irónico ante la posición que mantiene Vox por el uso del asturiano en la Junta y antes de asegurar que a los de esa formación les pasa, como decía su abuelo a los que no conocían el medio rural, que «no han visto una vaca más que en Adiós Cordera, y de lejos»; según recogió Efe.
La oficialidad también fue motivo de debate en el turno de la portavoz de Ciudadanos, Susana Fernández, aunque el presidente reclamó no reducir a este asunto el abordaje de la reforma del Estatuto de Autonomía.
A su juicio, la formación naranja, pese a haber nacido como partido con la denominación de Ciutadans (Ciudadano en catalán), en el Principado «tiene un problema» con el asturiano que les genera «un complejo histórico para reconocer una realidad lingüística».
Para la portavoz de Ciudadanos, que ha planteado que en la reforma estatutaria pedían eliminar los aforamientos de diputados y miembros del Gobierno y la limitación de mandatos en la Presidencia del Principado, Barbón actúa «para contentar a sus socios bablistas» y, aunque ahora tenga la mayoría parlamentaria suficiente -27 diputados- «no va a tener la mayoría social».
«Se trata de un debate que interesa mucho a pocos y que interesa poco a muchos», ha advertido Fernández tras subrayar que su partido defiende la lengua asturiana «sin imposiciones» y advertir al Gobierno del riesgo de hacer perder sus derechos a una mayoría «por defender a una minoría» y de que la oficialidad implicará derechos y también obligaciones para una administración «que ahora mismo no está en el momento de asumir» el coste que supondría.
Además, ha incidido en que, en términos lingüísticos, «la normalización es tan artificial como destructiva» dado que hay muchos bables «y hacer solo uno oficial hace que se aniquilen matices, expresiones, giros y términos locales» sustituyéndolos por otros «falsos» que los hablantes nunca asimilarán porque son forzados, cuando no directamente falsos y ha puesto el ejemplo de la recuperación del topónimo Arriondas tras cambiarlo por el de Les Arriondes «que nadie conocía».
Para la parlamentaria naranja, la oficialidad creará «ciudadanos de primera y de segunda», generará dificultades como las que se dan en Baleares para contratar personal sanitario y además debe aclararse qué asignaturas se van a eliminar para incluir el asturiano obligatorio o si se plantea que algunas asignaturas se impartan íntegramente en asturiano. «¿Van a dejar nuestros hijos de estudiar Science para estudiar Ciencies?», ha concluido según recogió EFE.