La última Comisión de Salud Pública celebrada ha pospuesto tomar una decisión sobre el futuro del tapabocas pese a que el debate está abierto en varias comunidades autónomas
16 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La Comisión de Salud Pública, en la que se encuentran representadas todas las comunidades autónomas y el Ministerio, no ha tratado finalmente la relajación del uso de la mascarilla en los espacios exteriores, aunque el tema está generando debate en muchos territorios que han planteado que se elimine la obligatoriedad de llevarla cuando se esté al aire libre a partir del 1 de julio. Hasta ahora desde el Principado se ha pedido «prudencia» sobre prescindir de este elemento pero ¿qué opinan los expertos de la región a este respecto? Lo cierto es que no hay un criterio unánime por el momento y epidemiólogos como Daniel López-Acuña y Pedro Arcos difieren sobre el futuro del tapabocas que tanto ha servido para frenar la transmisión de la Covid-19 desde que se precisara que los aerosoles que puede emitir una persona infectada podían contagiar a quienes se encontraban a su alrededor sin distancia de seguridad.
El ex directivo de Acción Sanitaria de la OMS, Daniel López-Acuña, partidario de «no bajar la guardia» aunque actualmente estemos en un escenario de incidencia «mucho mejor» que el de hace unos meses, considera que «quitar la mascarilla es una irreflexión prematura» y que aún «no es el momento adecuado» teniendo en cuenta que «la incidencia todavía es alta». «Lo prudente es seguir con la mascarilla a lo largo del verano», manifiesta el experto, que la mantendría como elemento de protección frente al coronavirus hasta que «la incidencia sea de 25 casos por 100.000 habitantes y esté el 70% de la población vacunada». También insta a quienes toman las decisiones y a la población en general a ser conscientes de que «la normalización va a tardar tiempo en llegar».
En cambio, Pedro Arcos, epidemiólogo y profesor, considera que «la mascarilla en exteriores se podría quitar si se puede mantener la distancia interpersonal» y siempre y cuando no haya aglomeraciones de personas. «Igual que a la gente le costó acostumbrarse a ponerla, también se deberá acostumbrar a quitarla, pero las cosas hay que revertirlas», señala el también director de la Unidad de Investigación en Emergencias y Desastres de la Universidad de Oviedo. En su opinión, la situación epidemiológica en Asturias ha mejorado y, por tanto, «hay que eliminar medidas de control». Otro aspecto que señala el epidemiólogo es que «no tiene sentido pensar que podemos vivir sin seguir teniendo contacto con los gérmenes».
Desde el punto de vista de Arcos «hay dos formas de vivir: meterse en casa extremando al máximo cualquier factor de riesgo o asumir riesgos razonables». Así, señala que con el avance de la vacunación «tenemos que volver a la normalidad» y entiende que «en Asturias vamos por el buen camino». Deja claro también que «aunque la función de la salud pública es mantener el riesgo en el nivel más bajo posible», también hay que ser conscientes de que «el riesgo cero es imposible».
Por su parte, Adonina Tardón, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, entiende que cada persona «tiene que analizar su propio estado inmunitario» para quitarse o no la mascarilla. Su recomendación es que cuando se está con personas que no son de nuestra burbuja social «hay que mantenerla», igual que mantener las medidas de distancia de seguridad para evitar contagios. No obstante, no es contraria a que las personas puedan quitársela cuando están en espacios al aire libre en los que no hay aglomeración.
La experta también aconseja que para poder disfrutar del exterior sin usar mascarilla, como pueda ser un paseo por la playa, «se adelante la hora de ir de forma que estará menos concurrida». De todos modos, mantiene que deberían usarla las personas que aún tienen sólo una dosis de vacunación cuando estén con personas que no sean de su masa social.