Absuelto un joven acusado de desobediencia grave por huir de dos agentes de paisano

La Voz OVIEDO

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Juzgados de Oviedo
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El acusado estaba «nervioso y desconfiado», por lo que arrancó el vehículo y huyó sin que conste acreditado que lo hiciera para desobedecer la orden policial

17 jun 2021 . Actualizado a las 20:27 h.

El Juzgado de lo Penal número 4 de Oviedo ha absuelto a un joven de 23 años acusado de un delito de desobediencia grave a la autoridad por huir junto a su novia en su vehículo cuando se encontraban en el aparcamiento del cementerio de Pola de Lena sin atender a los requerimientos para su identificación de dos agentes de la Guardia Civil porque éstos iban de paisano y a bordo de un coche camuflado.

Los hechos ocurrieron el pasado 19 de febrero, sobre las 21.50 horas cuando la pareja se encontraba dentro de su vehículo en el aparcamiento del cementerio de Pola de Lena, en una zona apartada y sin otras personas alrededor, con las ventanillas subidas y la música puesta, cuando el turismo camuflado de la Guardia Civil que realizaba funciones de vigilancia para evitar botellones se colocó a la altura de su coche.

Uno de los agentes le mostró la placa y solicitó al acusado que bajara la ventanilla, pero éste no le hizo caso, momento en el que junto a su compañero se bajó del vehículo policial que no llevaba distintivo alguno y ambos se acercaron al coche y le requirieron de nuevo para su identificación.

En ese momento, el joven estaba «nervioso y desconfiado», por lo que arrancó el vehículo y huyó sin que conste acreditado que lo hiciera para desobedecer la orden policial. Los dos agentes reconocieron en el juicio que el acusado no estaba realizando ningún acto ilícito y le denunciaron por conducción temeraria al salir del lugar «con mucha velocidad», aunque en ningún momento le acusaron en el atestado de desobediencia grave. El abogado defensor, José Manuel Fernández González, sostuvo que el acusado se puso nervioso y, al no ver uniformados a los agentes, sólo vio a dos hombres que se les acercaban y temió que «les hicieran algo» sin escuchar lo que le dijeron porque tenía las ventanillas subidas y la música puesta.

La jueza señala en la sentencia que la conducta del acusado fue «hasta cierto punto comprensible» pues los agentes no iban uniformados ni en vehículo patrulla policial con los correspondientes distintivos, no consta sin ningún género de duda que los entendiera, ni tampoco su voluntariedad en el incumplimiento del mandato. La sentencia es absolutoria al no haberse acreditado la gravedad de su conducta, determinada por actos persistentes y reiterados, resalta la jueza, pues los agentes reconocieron que se lo pidieron en dos ocasiones y en ninguna le hicieron expresa advertencia de las consecuencias de su incumplimiento, informa Efe.