Asturias autoriza abatir 32 lobos hasta 2022

La Voz REDACCION

ASTURIAS

El lobo Aullador en el recinto de la Casa del Lobo en Asturias
El lobo Aullador en el recinto de la Casa del Lobo en Asturias Eloy Alonso | EFE

La estimación de la población en 2020 era de 38 manadas seguras y seis probables

02 jul 2021 . Actualizado a las 11:53 h.

El programa de gestión del lobo del Gobierno asturiano para el periodo 2021-22 mantiene la realización de controles poblacionales en los lugares donde la actuación de esta especie comprometa la viabilidad económica de las explotaciones agropecuarias con el fin de reducir los daños en la mayor medida posible y fija el límite máximo de ejemplares a abatir en 32.

De esta forma, el Ejecutivo del Principado da continuidad al actual marco de gestión de esta especie en Asturias al margen de la incertidumbre que pueda generar el proceso de renovación de la estrategia nacional y la posible inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPE).

Según el consejero de Medio Rural, Alejandro Calvo, que ayer presentaba el documento en la reunión del comité consultivo del Plan de Gestión del Lobo, el objetivo es contar con un marco de gestión real y eficaz «que permita actuar y trabajar para favorecer la coexistencia del lobo y la ganadería».

En los trabajos de seguimiento de la evolución de la especie en la región que se recogen en el nuevo programa, han participado más de 80 personas entre técnicos, agentes del Medio Natural, y científicos y expertos de diferentes ámbitos y, según sus datos, la estimación de la población de lobo ibérico en 2020 era de 38 manadas seguras y seis probables.

En la reunión también se ha informado sobre las nuevas ayudas destinadas a impulsar la adopción de medidas preventivas para evitar daños de la fauna silvestre que ha puesto en marcha el Ejecutivo asturiano que incluyen una línea complementaria a la indemnización por daños y subvencionable al cien por ciento de la inversión.

La ayuda podrá alcanzar un máximo de 40.000 euros por explotación y contempla medidas como la construcción de cercados permanentes o rediles móviles como los ya instalados en Lena, Cabrales (Sotres y Tielve), Allande y Somiedo, este último con una superficie de 10 hectáreas que, según el Gobierno asturiano, han permitido testar la eficacia de estas medidas preventivas, informa Efe.