Unai Sordo: «No hay ninguna maldición en España que diga que las pensiones son insostenibles»

ASTURIAS

Unai Sordo, secretario general de CC. OO.
Unai Sordo, secretario general de CC. OO. Luca Piergiovanni

El secretario general de CCOO aprovecha su paso por la Semana Negra de Gijón para hacer balance sobre la situación actual que atraviesa Asturias y el país

18 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El secretario general de CCOO en España Unai Sordo ha aprovechado la Semana Negra de Gijón para dejarse caer por el Principado de Asturias. A su paso por la región hace balance sobre las últimas negociaciones sobre la reforma laboral, abordando también temas como el sistema de pensiones, la anunciada inversión multimillonaria de ArcelorMittal en la comunidad y el problema de la vivienda, entre otros.

-La ministra de Trabajo Yolanda Díaz ya ha presentado a empresarios y sindicatos el nuevo borrador de la reforma laboral. ¿Cuáles son los principales puntos de enfrentamiento en la negociación?

-Más que puntos de enfrentamiento hay una actitud de bloqueo por parte de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), ya que no están proponiendo alternativas. Básicamente lo que piden es que se retiren los documentos que hay ahora en encima de la mesa. Es legítimo que no les gusten algunas propuestas, pero esta actitud no es de recibo. Lo que tienen que hacer es implicarse en la negociación y no hacer este tipo de enmiendas a la totalidad.

El documento que ahora hay encima de la mesa aborda los principales problemas que tiene el modelo laboral español: exceso de temporalidad, precariedad y despidos como recurso habitual de las empresas cuando tienen problemas. Si estos son algunos de los problemas, de lo que hay que hablar es de las alternativas que tienen que pasar por la reducción de la temporalidad, restringir el recurso al despido y equilibrar la negociación colectiva.

-¿Teme que la patronal quiera paralizar la reforma por la eliminación del contrato por obra?

-Lo que llevamos pidiendo los sindicatos desde hace más de una década, y que se refleja en el documento, es sustituir la temporalidad y el despido por un modelo de flexibilidad interna y de adaptación de las jornadas cuando hay problemas en las empresas, como se hace en otros países. En teoría todo el mundo estaba de acuerdo (CEOE, Gobierno y sindicatos), pero cuando se concreta creo que da bastante miedo a los empresarios porque están demasiado acostumbrados a la temporalidad y al despido como fórmula de ajuste a los ciclos económicos.

-En cuanto al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ¿Cuánto cree que debería subir?

-Eso es lo que hay que negociar. Lo que nosotros estamos planteando es que en ningún caso se debe congelar en 2021. Estamos viendo la evolución de los precios y la perspectiva de que el IPC aumente de una manera importante durante el año. Reconociendo el esfuerzo que se ha hecho en los últimos años y compartiendo el objetivo del final de la legislatura, lo que no nos parece de recibo es que en un año donde el IPC puede situarse entre el 2,5 y el 3% se condene a la gente con menos salarios a perder poder adquisitivo. En este terreno seremos taxativos con el Gobierno para que suba el SMI y negociemos en qué cuantía.

-¿Puede haber movilizaciones si no hay acuerdos?

-Indudablemente. Las está habiendo ya, aunque de una intensidad relativa. Los sindicatos vamos a continuar e intensificar las movilizaciones si no se da salida a la recuperación de la agenda social que teníamos marcada antes de la pandemia.

-Durante la pandemia muchas empresas y trabajadores están teletrabajando. ¿Cree que está bien regulado? ¿Se está compensando justamente a los trabajadores?

-Hubo una regulación exprés acelerada por la pandemia, llegando en tiempo récord a una regulación que lo que hace es distribuir los costes de esa utilización del teletrabajo, dejando claro que tiene que darse con acuerdo entre la parte empresarial y la de los trabajadores.

-Respecto al debate sobre la jornada 4+3. Cuatro días de trabajo y tres de descanso. ¿Lo ve viable?

-Depende de empresas y depende de sectores. Creo que la reducción de la jornada en general es una de las luchas sindicales, evidentemente, y lo va a seguir siendo. Conjuntamente con esa reducción de la jornada lo más relevante ahora mismo es el cómo se regula la distribución de esa jornada.

-Hábleme ahora sobre las pensiones. ¿Qué futuro les esperan con el sistema actual?

-El acuerdo al que hemos llegado es muy importante porque vuelve a revalorizar las pensiones en función de la evolución de los precios y porque toma una serie de medidas para garantizar el flujo de recursos a la Seguridad Social. De lo que se trata es de ir definiendo esa estructura de ingresos para hacer frente al 50% más de pensionistas que habrá en los próximos años, que cobrarán pensión durante más tiempo y de mayor cuantía. Lo que está claro es que no hay ninguna maldición en España que diga que las pensiones no son sostenibles.

-ArcelorMittal va a invertir 1.000 millones en sus plantas en Asturias. ¿Cuál es su opinión?

-Todo lo que sea inversión en industria es una buena noticia. Hacen falta garantías de que esa inversión generará a largo plazo puestos de trabajo. También hay que tener en cuenta que estamos en un momento clave para la canalización de los Fondos Europeos, que sitúan por primera vez en muchos años a España ante la posibilidad de hacer una política industrial  

-¿Considera, como dijo Pedro Sánchez, que Asturias puede ser «un polo mundial de crecimiento sostenible e integrador»?

-Yo creo que estas grandes palabras tienen que verse acompañadas con hechos. Como comentaba antes, España tiene una oportunidad con los Fondos Europeos y Asturias es un territorio que está sufriendo de forma particularmente intensa el proceso de desindustrialización. Lo que toca es buscar nuevas inversiones, hacer cumplir los protocolos y convenios de transición justos y tratar de evitar esa despoblación industrial que deriva en la despoblación general.

-Los sindicatos llevan varias manifestaciones en Asturias en defensa de la industria. ¿Qué debe hacer el Gobierno para impulsar el sector?

-Hay una cuestión que tiene que ver con los precios energéticos y el intento de buscar soluciones, que no son fáciles, para reducir el coste energético, particularmente el de las industrias intensivas en la utilización de energía. También hay que situar a las empresas industriales de España por lo menos en igualdad de condiciones con las europeas. Hasta ahora España se ha basado en una política de suelo barato, de condiciones laborales precarias y bajos salarios para atraer inversiones. Creo que estamos en un momento de buscar elementos para condicionar las decisiones de las empresas y uno tiene que ser la utilización de estos Fondos Europeos.

-El Instituto Nacional de Estadística publicaba este jueves los últimos datos de la tasa Arope, que mide la población en riesgo de pobreza o exclusión social. En Asturias ha subido del 24,6% en 2019 al 27,7% en 2020. A nivel nacional también ha aumentado, del 25,3 al 26,4%.

-Creo que esto tiene que ver con dos elementos: uno, que no habíamos salido todavía de los efectos sociales de la anterior crisis económica y otra, una crisis sobrevenida por la pandemia que ha dejado importantes segmentos de la población española desprotegidos. La mezcla de estos dos factores hace que se incremente de una forma importante la desigualdad y los riesgos de exclusión social. Por eso decimos que la recuperación de la agenda social tiene que ser la prioridad para este Gobierno.

-José Manuel Zapico acaba de ser reelegido secretario general de CCOO Asturias. ¿Cómo es su relación con él?

-Muy buena. Hemos conectado muy bien y pongo en valor el trabajo sindical que se ha hecho desde CCOO Asturias, fortaleciendo al sindicato durante los últimos cuatro años en el Principado. El hecho de haber llegado a ser el sindicato mayoritario es una prueba evidente. La gestión de estos últimos cuatro años, especialmente difícil en los últimos 18 meses, avalan a una dirección que era nueva y joven, pero con experiencia. Estamos plenamente satisfechos a nivel estatal con su trabajo.

-¿Cómo ve la nueva cartera de ministros del actual Gobierno?

Todavía es pronto. En el ámbito que afecta más directamente al diálogo social no ha habido cambios y el núcleo económico del Gobierno se ha mantenido intacto. Me parece que se mueve en una clave por un lado interna del partido socialista, buscando una renovación en la próxima dirección del partido, y por otro lado una cierta renovación del Gobierno con personas que vienen del ámbito municipal, con la idea de dar una sensación de segunda fase de la legislatura tras la pandemia. Creo que es una lectura correcta.

-La vivienda, y concretamente el alquiler, es un problema que está encima de la mesa, tanto por el número de inmuebles desocupados como por los altos precios en las rentas. ¿Qué soluciones ve al respecto?

-Es un tema en el que hay que ser valientes. Nosotros ni entramos ni salimos en las disputas que pueda tener el Gobierno. Hace más de un año el sindicato ya planteó una iniciativa sindical sobre el alquiler, ya que está suponiendo una extracción de recursos muy importante a la clase trabajadora con menos salario y con menos recursos. Sobre todo a la gente más joven. Por tanto, hay que atacar este problema desde múltiples visiones.

No vale con una solución mágica. Hay que incrementar el parque de viviendas de protección social. En mi opinión, hay que topar los alquileres de las zonas que sobrepasan ampliamente el 30% de la media de los recursos de la gente que vive en esas zonas. La renta que se va para pagar alquileres o hipotecas es dinero que no va a consumos básicos de electricidad, gas, comida, bebida o de cultura, afectando también a otros sectores mucho más dinámicos y productivos que el rentismo, uno de los grandes males económicos que tiene España.

-En cuanto a la natalidad, va en caída libre tanto en Asturias como en España, entre otros motivos debido a la pandemia. ¿Cómo levantarla?

-Tiene que ver con muchos factores y uno no menor es el del acceso a la vivienda o los bajos salarios, así como la precariedad laboral que tiene la gente joven. Entendiendo ya gente joven por personas con casi 40 años. En estas condiciones no es sencillo plantear proyectos autónomos de vida. Por tanto, el tema de la natalidad deberá abordarse buscando la estabilidad en el empleo, mejores salarios, precios de la vivienda y desde las políticas que faciliten a las familias tener niños. Sobre todo a las mujeres, ya que a la edad en la que se tienen niños es cuando más se abren las brechas salariales y de género en el mundo laboral.

-Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) el 37,4% de los menores de 25 años están desempleados. ¿Qué futuro les espera?

-En este tema diré una cosa bastante obvia, pero que no está de más recordar. Tenemos un paro juvenil muy alto porque tenemos una tasa de paro general muy alta, que es el gran problema de fondo. Con esto acabamos cayendo en la trampa de que para facilitar el acceso de los jóvenes al empleo lo que hay que hacer es deteriorar sus condiciones de acceso con contratos especiales para jóvenes, salarios especiales, sin cotizaciones o utilización fraudulenta de prácticas o situaciones de becarios. Esa no es la salida.