El presidente asturiano considera que el Principado «no está saliendo mal parado» en un reparto por el que se transferirán 10.500 millones de euros para su gestión a las comunidades
30 jul 2021 . Actualizado a las 19:00 h.El presidente del Principado, Adrián Barbón, considera que Asturias «no está saliendo mal parada» en el reparto que en las conferencias sectoriales se está haciendo de los fondos de recuperación económica que España va a recibir de la Unión Europea, de los que 10.500 millones serán transferidos para su gestión a las comunidades autónomas en 2021.
Al término de la XXIV Conferencia de Presidentes que este viernes se ha celebrado en Salamanca, el jefe del Ejecutivo asturiano también se ha mostrado satisfecho con el anuncio hecho por Pedro Sánchez ante el plenario de que se van a destinar en tres años 10.000 millones de euros a hacer frente al reto demográfico mediante medidas relacionadas con el despoblamiento, el envejecimiento y el desplome de la natalidad, cuestiones en las que Asturias se encuentra a la cabeza del país.
Tras destacar el tono correcto en el que se ha desarrollado este foro de presidentes con el que se «avanza hacia la federalización del Estado», el presidente asturiano ha defendido que los fondos europeos se usen para transformar la industria asturiana y posibilitar su transición ecológica y digital, pero también para que el sector naval pueda ser considerado como Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE) y optar al dinero que llegue de Bruselas.
Según Barbón, debe aplicarse un PERTE a la industria naval, en la que Asturias se encuentra ahora a la cabeza del país y que daría «un paso más allá» para seguir siendo un sector pujante y poder optar a unos fondos que serán objeto de análisis en una conferencia sectorial dedicada exclusivamente a su reparto que tendrá lugar el próximo lunes de forma telemática.
En cuanto al reto demográfico, «una cuestión no menor para Asturias», ha mostrado su satisfacción por el anuncio de Sánchez, ha incidido en que en este asunto debe de haber «una auténtica política de Estado» y que debe incluir también la financiación autonómica para que cualquier persona, con independencia de dónde viva, pueda acceder a los mismos servicios y en las mismas condiciones.
Barbón ha aprovechado también este foro de presidentes para poner en valor el ritmo de vacunación frente al coronavirus que se está dando en Asturias, el más alto de todo el país, y para pedir que las dosis que no vayan a ser utilizadas en otras comunidades autónomas sean cedidas al Principado.
Con casi el 76% de la población total con una dosis puesta y un 66% con la pauta completa, Asturias cuenta con una logística que le permite aumentar aún mas el ritmo de vacunación, según Barbón, que también se ha mostrado satisfecho con el anuncio de que en agosto se van a recibir 3,4 millones de dosis más de las previstas.
Para Barbón, hay que felicitar al Gobierno central por la forma en la que se ha llevado a cabo la compra y administración de las vacunas, conjuntamente con las comunidades autónomas, en un momento en el que el país afronta una quinta ola en la que el 80 por ciento de los nuevos positivos se dan entre personas que no han sido inoculadas.
En su opinión, y pese a las críticas vertidas desde otras comunidades, el reparto de las vacunas «ha sido justo» porque, si bien es verdad que en un primer momento se primó a las comunidades donde había una población más envejecida, también ahora Asturias recibe menos porque su población joven es menor que la de otros territorios.
En cualquier caso, ha advertido de que de nada sirve que te den vacunas si luego no se utilizan, cuestión que le ha llevado a plantear que sería un gesto a tener en cuenta que quienes no agoten sus dosis las cedan a otros territorios como Asturias, que «estaría encantada de recibirlas».
«No se puede hablar de ola joven sino de ola de no vacunados», ha afirmado el presidente asturiano, para quien no cabe duda de que el camino de la reanimación económica pasa por el control de la epidemia y de que éste ya está cerca, y por lo tanto también «la normalidad tan ansiada y que casi se puede tocar ya con los dedos, por lo que merece hacer un último esfuerzo», informa Efe.