Con el nuevo proyecto de EMC surgen las voces que advierten del impacto
30 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Era previsible y así ha ocurrido; con la presentación del nuevo proyecto de Exploraciones Mineras del Cantábrico (EMC) para explotar la mina de oro de Salave, en Tapia, han surgido de inmediato voces en contra. Tapia y el Occidente asturiano por extensión, vuelve a dividirse, como ya ocurrió con el proyecto de Asturgold.
La plataforma Oro No divulgó un comunicado en el que expresa su rotunda oposición a la mina, como vienen haciendo desde hace 15 años porque, sostienen, «se trata del mismo proyecto ya presentado y rechazado una y otra vez por las autoridades competentes». Y sobre la mesa pone un argumento: «Es falso que técnica y económicamente sean viables minas de oro con impacto cero».
«La misma empresa no tiene inconveniente en proclamar como gran logro un emisario de 800 metros bajo el mar para verter agua “limpia”, ¿para qué se necesita entonces el emisario si el agua es “limpia”? Asimismo, prometen un bajo impacto visual, como si lo que no se ve no contaminase o no supusiese un problema ambiental y social», añade Oro No, quien se dirige a las autoridades del Principado para preguntarles «por qué es necesario reevaluar de nuevo un proyecto y un tipo de explotación que ya fue desautorizado en el pasado por incumplir claramente la normativa».
Frente a la creación de empleo que conllevaría la mina, Oro No contrapone el que dice se destruiría en la ganadería, la pesca y el turismo «para el beneficio único y exclusivo de una empresa australiana que explotaría el yacimiento un máximo de 16 años (o menos si no encuentran el oro que esperan o este baja de precio), poniendo en riesgo el presente y futuro de la comarca».
También se pronuncia en contra de la mina y del proyecto de EMC la Plataforma Ecologista de Asturias: «El proyecto consiste en una explotación que prevé el movimiento de millones de toneladas de material en los 16 años que estima de labores, donde nada se dice de dónde van ir los millones de toneladas de los depósitos contaminados de estériles de las colas de la flotación, dónde va estar la planta de tratamiento y concentración del mineral, ni dónde van estar las balsas de los residuos».
Dividir a los vecinos
Sobre el compromiso de EMC de restaurar el terreno una vez concluya la actividad de la mina, la Coordinadora Ecologista se remite al resto de minas de Asturias, donde nunca se ha hecho completamente, porque el Principado no obliga a hacerlo a las empresas: «También sorprende que cada vez es menor el empleo directo que se anuncia. Se empezó con 1.000, luego fueron 500, ahora en esta nueva versión ya bajan a 100 empleos directos. Este es un dato fundamental porque ya se intentó dividir a los vecinos a cuenta del empleo, vendiéndose a miles de ellos que iban a ser beneficiarios del empleo directo, utilizando a esta gente que necesita un empleo para presionar y sacar adelante el proyecto que los vecinos no quieren».
Por ello, tanto la Coordinadora Ecologista como Oro No avanzan que se opondrán al proyecto durante su tramitación en las instancias correspondientes.