Barbón ensalza la tenacidad y el servicio al Estado de las Fuerzas Armadas

La Voz REDACCION

ASTURIAS

El presidente asturiano, Adrián Barbón, en su intervención en la presentación de la exposición «Blas de Lezo. El valor de Mediohombre»
El presidente asturiano, Adrián Barbón, en su intervención en la presentación de la exposición «Blas de Lezo. El valor de Mediohombre»

El presidente asturiano agradece su labor en la pandemia durante la inauguración de la muestra dedicada a Blas de Lezo en Gijón

03 ago 2021 . Actualizado a las 20:33 h.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha ensalzado este martes «la tenacidad, la autoconfianza y el servicio al Estado» de las Fuerzas Armadas, a las que ha agradecido su trabajo durante la pandemia de la covid-19.

Barbón se ha expresado en estos términos durante la inauguración en Gijón de la exposición Blas de Lezo. El valor de Mediohombre, dedicada al que está considerado como uno de los más grandes héroes de la Armada española.

El jefe del Ejecutivo asturiano ha dicho que Blas de Lezo, figura fundamental de primera mitad del siglo XVIII, representaba esos tres principios que «identifican a cualquier miembro de las Fuerzas Armadas», tal y como han demostrado también durante la pandemia.

Además, ha afirmado que la «batalla contra el coronavirus» no hubiera sido igual sin el trabajo de las Fuerzas Armadas, junto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y sin su vocación de servicio ya sea para hacer labores de desinfección, montar hospitales de campaña o ayudar en las labores de rastreo.

En su intervención, el presidente del Principado ha ensalzado el «ejemplo de superación» y «de inclusión social» de Blas de Lezo, quien «nunca se rindió» pese a las limitaciones físicas por las lesiones sufridas en las batallas ya que desde muy joven quedó cojo, tuerto y manco por las heridas recibidas en combate.

Además, ha añadido, fue un ejemplo de tenacidad porque vivió al servicio de la Armada hasta el final de sus días a pesar de que el rey Felipe V le ofreció un retiro dorado, y también de autoconfianza a pesar de las dificultades de algunas batallas, como el cerco de Cartagena de Indias, con una armada británica con muchos más medios.

Incluso al final de sus días, cuando había perdido la confianza del rey, Blas de Lezo «nunca renegó del servicio público al Estado», ha ensalzado Barbón.

Blas de Lezo nació el 3 de febrero de 1689 en Pasajes de San Pedro (Guipúzcoa) e ingresó en la Marina con 15 años, donde destacó pronto por su coraje y valor en la Guerra de Sucesión.

Participó en los principales episodios del conflicto: la batalla de Vélez-Málaga (1704), el socorro a las ciudades de Palermo y Peñíscola, y los sitios de Barcelona (1706 y 1714) y de Tolón (1707).

Con solo 23 años ascendió a Capitán de Navío y a los 25 era cojo, tuerto y manco por las heridas recibidas en combate, lo que le valdría el apodo de Mediohombre.

Destinado en la escuadra del Mar del Sur luchó contra la piratería en las costas de Chile y Perú y en la defensa de los territorios ultramarinos.

Murió en septiembre de 1741, invicto en toda su carrera militar, y fue enterrado en una tumba de emplazamiento desconocido, sin el reconocimiento merecido, informa Efe.