Raúl Entrerríos: «Al ver la pista vacía me emocioné porque sabía que esto terminaba»
ASTURIAS
El jugador con más partidos disputados con la selección española de balonmano pasa unos días en Asturias antes de iniciar una nueva etapa como coordinador de base en el F. C. Barcelona
11 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Los que más conocen a Raúl Entrerríos (Gijón, 1981) suelen destacar muy frecuentemente su gran tranquilidad, tanto en la vida como en la pista de balonmano. Sin embargo, ni su habitual estoicismo le ha librado del torbellino de emociones que ha experimentado estos días en unos Juegos Olímpicos de Tokio «muy especiales». Tras la triste derrota en semifinales ante Dinamarca, casi sin tiempo para lamerse las heridas llegó el durísimo partido por el tercer puesto contra Egipto. Para los ‘hispanos’ el choque supuso un sufrido peaje previo a una gran alegría de bronce. Una explosión de júbilo que, no obstante, anticipa un cambio de guardia en la selección. En el caso del central 294 veces internacional, de hecho, fue la coda a su trayectoria como jugador profesional. Y se fue marcando el último gol, en el último segundo, del último partido de su carrera. Casi como el personaje de un western crepuscular de John Ford que cabalga una última vez hacia la puesta de sol. Muy apropiadamente, Entrerríos responde a las preguntas de La Voz de Asturias antes de cruzar el Negrón para «descansar unos días en casa con la familia». Enseguida volverá al F.C. Barcelona para iniciar una nueva etapa como coordinador de sus equipos de base.
-¿Cómo ha vivido estos juegos en plena pandemia?
-Han sido unos Juegos Olímpicos muy especiales, como siempre. No puede ser de otra manera cuando estás en un evento así. Es algo para disfrutar, no solamente la competición sino todo lo que la rodea. Han sido diferentes en el sentido de que no hemos podido tener tanta relación con el exterior como en otras ocasiones, disfrutar de la ciudad de Tokio y conocer un poco esa cultura que es tan especial, lo cual es una pena. A todo ello se añade el hecho de haber tenido que jugar sin público, si bien estamos acostumbrados porque toda la temporada se ha desarrollado en estas circunstancias. Aún así yo creo que todos estamos felices de que se hayan celebrado y hayamos podido participar. Hay muchas partes positivas y son con las que nos tenemos que quedar.
-No solo dice adiós con el bronce colgado del cuello, sino marcando el último gol, en el último segundo del último partido ¿Soñaba con un final tan poético para su carrera?
-(Ndr: risas) No, la verdad es que eso era muy difícil de imaginar. Las circunstancias del partido se dieron así. El encuentro ya más o menos estaba cerrado y tuve la oportunidad de conseguir ese gol. Pero para mí lo importante es haber podido disputar estos Juegos, cerrar mi carrera en un evento como este y poder ganar con el equipo una medalla de bronce, que es algo que permanecerá para siempre. Esta selección se lo merecía después de años de mucho trabajo y esfuerzo.
-¿Esperaba un partido tan duro y competido contra Egipto?
-Si, esperábamos un partido complicado, porque Egipto había tenido buenas actuaciones durante el torneo. Es una selección que ha crecido enormemente en los últimos tres años y que tiene muchísimo potencial físico. Estaban ahí por méritos propios y también plantaron cara en semifinales.
-Tras caer en semifinales frente a Dinamarca, ¿en qué aspecto fue más difícil reponerse, en el mental o en el físico?
-Cuando pierdes una semifinal y, por tanto, la opción de pelear por el oro olímpico lo más importante es que el equipo sea capaz de limpiar la cabeza y ponerse otra vez a trabajar. Es un momento duro y un trago que hay que pasar. Pero teníamos experiencia en esto de otras ocasiones. Todos éramos conscientes de la importancia que tiene una medalla de bronce en unos Juegos Olímpicos y teníamos que competir de nuevo. Sin duda lo hicimos ganando el partido yo creo que merecidamente.
-Al mirar a la pista, una vez terminado el partido, ¿se emocionó al asimilar que ese era el punto y final de su carrera como jugador?
-Si, así fue. Sentí también mucha felicidad por el hecho de cerrar ganando una medalla y liberación por el equipo, que estaba participando con muchísima ilusión y ganas. Poder ver que al final se había logrado fue una explosión de felicidad. Cuando termina el partido y ves la pista vacía no dejas de emocionarte un poco, porque sabes que esto se termina y que ha sido una etapa muy especial.
-¿Qué planes tiene ahora?
-Descansar unos días en casa con la familia y enseguida incorporarme otra vez al F.C. Barcelona. Empiezo a trabajar como coordinador y entrenador de uno de los equipos de base. Seguiré en el mundo de balonmano, que es lo que me gusta. Creo que puedo ayudar y aportar algunas cosas. Estoy deseando iniciar una etapa que es diferente, después de 20 años como jugador. Pero estoy seguro que va a ser una experiencia muy especial.
-Con usted también dicen adiós al combinado nacional Julen Aguinagalde, Viran Morros, Joan Cañellas, Dani Sarmiento y puede que Gedeón Guardiola ¿Cómo ve el futuro de la selección?¿Cree que toca asumir un periodo de ‘travesía por el desierto’?
-No creo que sea así. En los últimos años han entrado jugadores jóvenes que han aportado muchísimo. En la actualidad ya los hay que tienen mucho peso y un recorrido largo todavía por delante. Es cierto que hay jugadores que hemos tenido el privilegio de vestir la camiseta de la selección española durante muchos años consecutivos. Nosotros también vivimos unos inicios en los que tuvimos que habituarnos al funcionamiento y lo que significa competir en el circuito internacional con la selección. Eso lo sabrán también los jugadores que harán ahora ese trayecto. Pero no tengo duda de que el equipo va a seguir siendo competitivo y España será un rival a tener en cuenta. Eso no cambiará.