Ruth Valenzuela: «Llevo más de nueve meses sin ver a mis dos hijos porque su padre no cumple el régimen de visitas»

L.F. REDACCIÓN

ASTURIAS

Ruth Valenzuela y uno de sus hijos
Ruth Valenzuela y uno de sus hijos

La mujer denuncia que su expareja «los trata como objetos y considera que solo le pertenecen a él» y recuerda que está condenado por maltrato

30 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ruth Valenzuela está desesperada. Lleva más de nueve meses sin ver a dos de sus hijos, menores de edad, y eso a pesar de que el Juzgado de Primera Instancia de Cangas de Onís ha dictado varias providencias en las que exhorta al padre a que cumpla el régimen de visitas bajo advertencia de sanción. A pesar de ello, el tiempo pasa y nada cambia, por lo que la madre ya no sabe cómo actuar. «Tiene el pensamiento de que los niños solo le pertenecen a él, los trata como objetos», asegura la afectada, que recuerda que el padre tiene una condena por maltrato físico hacia ella.

La última vez que Valenzuela vio a sus dos hijos fue el 6 de noviembre del año pasado. Desde esa fecha, los menores tampoco ven a su hermano de 14 años, que vive con ella y con su actual pareja. Pero el tormento viene de atrás. Una vez que la pareja se separó, comenzó una batalla judicial que se mantiene a día de hoy. En una sentencia de diciembre de 2018, el juez del Juzgado de Primera Instancia de Cangas de Onís explica que los dos hijos menores de edad están bajo la guarda y custodia de su padre, acuerdo que se adopta en base a que «ambos progenitores adoptaron extrajudicialmente esta decisión, de forma que las rutinas de ambos niños no varíen o se alteren más de lo estrictamente necesario. Esto es, se trata de que como consecuencia de la ruptura de pareja, los niños tengan que soportar los menores cambios posibles, dentro de la salvaguarda del interés superior de los mismos, del acuerdo de los progenitores y del hecho de que la madre no reside en la misma localidad que el padre y los menores, siendo así que tras la ruptura, la madre dejó el domicilio familiar, quedando los menores al cuidado del padre lo que hace suponer que la actora considera competente y apto al padre para el ejercicio de las funciones propias de la patria potestad». A este respecto, la sentencia recoge que aunque Valenzuela manifestó vivir o estar a punto de hacerlo en Ribadesella, «no aportó prueba alguna de ello (empadronamiento, alquiler, etc)».

Este sentencia establece que los niños están a cargo del padre y que la madre tiene derecho a tener a los menores en su compañía una tarde a la semana que, en defecto de pacto, será el miércoles de 5 a 8 de la tarde, con recogida y entrega en el domicilio paterno, sin desplazamiento fuera de Ribadesella, así como fines de semana alternos. También tiene derecho a la mitad de los períodos vacacionales de Navidad, Semana Santa y verano. Además, en concepto de alimentos, Valenzuela debe entregar a beneficio de sus hijos el 30% de sus ingresos netos con un mínimo vital de 100 euros.

El juez recoge explícitamente que, en ese momento «ambos progenitores demuestran interés en sus hijos; no se ha acreditado ningún tipo de situación convivencial anómala respecto de los menores más allá de la derivada de cualquier ruptura de pareja; los menores tras la ruptura fueron dejados en compañía del padre en Ribadesella siendo conveniente mantener en lo posible las circunstancias de los niños; no se acredita que el padre actúe negligentemente o de forma inadecuada; tampoco se acredita maltrato (no hay lesiones constatadas ni denuncia al respecto ni informe de pediatra); la resistencia de los menores a estar con el padre tampoco se prueba; debe ser respetado a la vista de las actuales circunstancias, el acuerdo extrajudicial previo de las partes; y se logra con este sistema modificar en el menor modo posible las rutinas de los hijos, dando estabilidad a los mismos».

Condena por maltrato

Con el paso del tiempo la relación entre los padres fue empeorando y el hombre fue condenado en octubre de 2020 por el Juzgado de lo Penal de Oviedo por maltrato. Por este motivo, está privado del derecho a la tenencia y porte de armas hasta el mes de octubre de este año y tiene prohibido acercarse a menos de 500 metros a Valenzuela hasta abril de 2022.

Este nuevo escenario, y los continuos incumplimientos en el régimen de visitas (las dos últimas providencias son del Juzgado de Instrucción nº1 de Cangas de Onís de los días 16 de junio y 7 de julio de 2021) es el que lleva a Valenzuela a afirmar que «mi esperanza es que el juzgado vea que no es una persona apta para tener a dos niños y que valore que desde que tiene la custodia ha incumplido en repetidas ocasiones sin mirar el bienestar de ellos». Y añade que «una persona que está condenada por maltrato físico en varias ocasiones no debería tener a unos niños pequeños».