Asturias se libra de la nube tóxica del volcán de La Palma

La Voz REDACCION

ASTURIAS

Avance hacia el Mediterráneo del dióxido de azufre que emite el volcán de Cumbre Vieja.
Avance hacia el Mediterráneo del dióxido de azufre que emite el volcán de Cumbre Vieja. Copérnicus

La erupción volcánica emite una elevada cantidad de dióxido de azufre que cubrirá buena parte de la península

23 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La erupción volcánica en la isla canaria de La Palma está emitiendo una elevada cantidad de dióxido de azufre a la atmósfera que llegará entre el jueves y el viernes a cubrir buena parte de la península ibérica, casi todo Marruecos y Túnez y las costas mediterráneas de Francia, Italia, Argelia y Libia, según la información difundida desde el sistema europeo de satélites Copérnico.

El mapa refleja que Asturias y el norte de España prácticamente se librarán de esa nube tóxica y destaca también la presencia de esa sustancia en la mitad este de España, el sur de Francia, la costa oeste italiana, la isla francesa de Córcega y toda la costa mediterránea africana, además de amplias extensiones de terreno en el interior de Marruecos, Argelia, Túnez y Libia.

La erupción del volcán de Cumbre Vieja, según los resultados obtenidos por el Instituto Volcanológico de Canarias, muestran una tasa de emisión de dióxido de azufre de entre 6.140 y 11.500 toneladas diarias. La nube de gas tóxico entrará continuará adentrándose en las próximas horas por la zona de levante y Baleares y cubrirá por completo la península entre este jueves y el viernes, después de haber avanzado desde el sur hasta el norte de Marruecos.

Desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica advierten de que el dióxido de azufre de la erupción volcánica puede provocar, en altas concentraciones, irritaciones en las mucosas, lagrimeo, inflamaciones pulmonares o incluso bronquitis, alveolitis y neumolitis. 

Esta situación coincide con las intensas lluvias provocadas por la DANA formada sobre España, que ya ha provocado inundaciones e incidentes en Baleares y el Levante, desplazándose hacia el oeste peninsular.

La lava continúa abriéndose paso hacia el mar y deja ya detrás 153 hectáreas de terreno sepultadas por las piedras, el fuego y las cenizas, según cálculos del Instituto Volcanológico de Canarias a partir de las imágenes de satélite del programa Copernicus.