Así se defiende Asturias de ocho dañinas plagas

Elena G. Bandera
E. G. Bandera REDACCION

ASTURIAS

Ooteas de «Gonipterus platensis», la plaga que ataca al eucalipto, en las que se introducen «Anaphes» para combatirla, en las instalaciones del centro de control de plagas de La Mata, en Grado
Ooteas de «Gonipterus platensis», la plaga que ataca al eucalipto, en las que se introducen «Anaphes» para combatirla, en las instalaciones del centro de control de plagas de La Mata, en Grado

Solo las que atacan al eucalipto y al castaño pueden causar varios millones de euros de pérdidas cada año

02 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde la polilla que destroza las patatas hasta la avispilla que daña los castaños. El Centro de Alerta y Control de Plagas y Especies Invasoras de La Mata (Grado), aparte de gestionar todo el operativo del control de la invasora Vespa velutina, o avispa asiática, también se ocupa de otras ocho plagas que atacan, además de al cultivo de la patata y a los castaños, a eucaliptos, pinos y cítricos.

Algunas llevan años instaladas en Asturias, otras son más recientes y alguna aún no ha llegado a ser detectada, pero todas tienen en común que llegan de repente debido a la globalización económica y a un cambio climático que alarga sus ciclos. Una monitorización periódica es la primera herramienta para detectar y combatir a estos patógenos que pueden llegar a causar un importante daño económico.

Por ello, desde este centro se realizan prospecciones periódicas e incluso algunas de estas ocho plagas se combaten mediante lucha biológica, utilizando a otros insectos que permiten controlarlas sin recurrir a productos fitosanitarios. «Todas estas especies llegan de repente y no tienes antagonistas. No es como en sus zonas naturales», explica el coordinador del Centro de Alerta y Control de Plagas y Especies Invasoras, Eloy Álvarez Ron, que pone el ejemplo de la plaga que ataca a los eucaliptos causando pérdidas de varios millones de euros cada año. «En Australia están presentes las dos especies, la plaga y su antagonista, y nunca llegan a dar un problema», apunta.

Un primer ámbito de actuación son los organismos de cuarentena, que son plagas calificadas así por la Unión Europea por ser agentes nocivos o causantes de daños sobre la vegetación que no existen previamente en un lugar determinado y pueden ser introducidos a través de diferentes medios. El centro de La Mata monitoriza seis patógenos que tienen como hospedadores a coníferas, la patata y los cítricos.

1. Fusarium circinatum

Es el hongo causante de la enfermedad del chancro resinoso de los pinos, que afecta a diferentes especies aunque con especial incidencia a Pinus radiata. Los daños que provoca en los árboles son heridas muy aparatosas, con fuertes resinaciones y deformaciones en ramas y tronco. También seca las ramas o el ápice e incluso puede llegar a provocar la muerte del árbol. En Asturias ya se han realizado 441 prospecciones en las que se han detectado 49 focos. Según explica Álvarez Ron, se están realizando acciones encaminadas a la erradicación de focos.

2. Bursaphelenchus xylophilus

Este nemátodo es causante de una grave enfermedad especies del género Pinus y a otras coníferas. Tiene especial incidencia en el Pinus pinaster y provoca un decaimiento súbito de los árboles afectados. «Causa una muerte súbita del árbol», explica Álvarez Ron, que indica que está presente en Portugal y Galicia, pero que de momento no se ha detectado en Asturias, en donde las 441 prospecciones realizadas han dado negativo.

3. Tecia solanivora

Mucho más conocido como la polilla guatemalteca de la patata, este lepidóptero procedente de América central provoca graves daños al tubérculo en su fase larvaria. Se alimenta de él a la vez que va haciendo galerías y, con ello, propicia la aparición de otros patógenos que, en conjunto, destruyen por completo la patata. Trajo de cabeza a los 14 concejos asturianos, todos situados en la costa occidental además de Gijón, que estuvieron afectados hasta que se detectó el último positivo en enero de 2019. Hasta entonces se habían encontrado 475 positivos.

Los concejos afectados por la polilla guatemalteca de la patata, cuyo último positivo en Asturias se remonta a enero de 2019. Los puntos negros son los 475 positivos detectados hasta entonces
Los concejos afectados por la polilla guatemalteca de la patata, cuyo último positivo en Asturias se remonta a enero de 2019. Los puntos negros son los 475 positivos detectados hasta entonces

Para controlarlo, aparte de que en los municipios afectados se tuvo que prohibir la plantación de patatas, se colocaron 661 trampas en 31 concejos y se realizaron casi 28.000 prospecciones. Los últimos concejos en los que se levantó la prohibición son los que limitaban con Galicia.

La polilla de la patata ya es una plaga en remisión. «La plaga va remitiendo y vamos reduciendo el número de trampas, ya no hay ningún concejo afectado y se puede decir que está en remisión aunque todavía seguimos monitorizando para que no haya rebrotes y estar alertas para poder contenerlos», indica el coordinador del centro de La Mata. Si hubiera algún rebrote, la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial volvería a tomar las medidas oportunas en base a un real decreto del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación especifico sobre esta plaga.

4. Trioza eritrae

Se trata de un insecto chupador que afecta a los cítricos y que es conocido como Psila africana de los cítricos. El insecto en sí no provoca daños graves, pero su presencia en un territorio es preocupante porque tiene una alta capacidad de transmisión de la destructora bacteria HLB (Candidatus liberibacter A). «El insecto, en un estadio anterior al adulto, cuando es una ninfa, se pone en el envés de las hojas y las deja todas rizadas, retorcidas, pero lo realmente serio es que sea un vector de esta bacteria que causa la muerte del árbol porque es intratable», explica Álvarez Ron.

En Asturias,Trioza eritrae apareció en 2020 y ya está dispersado por toda la costa como confirman las 553 prospecciones que se han realizando desde entonces, que dieron como resultado 43 focos positivos. «Tenemos el vector, pero de momento no tenemos la enfermedad», añade el coordinador del centro de control de plagas de La Mata, desde donde envían muestras a otros laboratorios para analizar la presencia de la bacteria HLB sin que de momento haya aparecido.

Además, se ha empezado a combatir al insecto con lucha biológica, es decir, con otro insecto llamado Tamarixia dryi, que es facilitado por el ministerio para evitar la expansión de esta plaga y de la enfermedad hacia zonas productivas de cítricos.

Este año se han soltado 9.000 insectos de Tamarixia dryi en 14 puntos estratégicos que están por toda la costa asturiana. «Estamos viendo que se multiplica de manera asombrosa con lo que pensamos que será muy eficaz para combatir la plaga», valora Álvarez Ron.

5. Diaphorina citri

Es otro insecto chupador que afecta también a los cítricos y que es conocido como Psila asiática de los cítricos. Los daños provocados por el insecto tampoco son graves pero también es un vector de alta capacidad de transmisión de la bacteria HLB. No se ha detectado ninguno en las 535 prospecciones que se han realizado hasta la fecha en Asturias.

6. Toxoptera citricida

Es un pulgón bastante común perteneciente a la familia Aphididae, conocido vulgarmente como pulgón negro de los cítricos. Los daños que provoca tampoco son graves, pero tiene una alta capacidad de transmisión esta vez de una de las razas más agresivas del llamado virus de la tristeza de los cítricos (CTV), para el que tampoco hay tratamiento por lo que causa sin remedio la muerte del árbol.

Los puntos rojos muestran los lugares en los que se han detectado positivos en «Toxoptera citricida», el pulgón negro de los cítricos
Los puntos rojos muestran los lugares en los que se han detectado positivos en «Toxoptera citricida», el pulgón negro de los cítricos

En Asturias, también se han realizado 535 prospecciones en los últimos años en las que se detectaron 82 positivos del pulgón. Pero no se ha detectado el virus de la tristeza de los cítricos. «Está el vector pero no la enfermedad. Con este control de los cítricos -resume Álvarez Ron- lo que se pretende es evitar que las enfermedades o las plagas avancen hacia zonas productivas de cítricos».

Lucha biológica

Un segundo campo de actuación del Centro de Alertas y Control de Plagas es la producción de agentes de lucha biológica. «La mayor parte de las plagas tienen sus controladores naturales. Tienen sus antagonistas. El caso es encontrarlos, que sean eficientes y masificar su producción, que es lo que estamos haciendo en dos casos», explica el coordinador del centro. Los insectos dañinos de los que en el centro de La Mata se producen insectos antagonistas que los combaten afectan al castaño y al eucalipto, que suman entre ambos 140.000 hectáreas en Asturias.

7. Dryocosmus kuriphilus

Más conocido como avispilla del castaño, es un himenóptero de reciente implantación en Asturias que tiene una gran capacidad de dispersión. Los daños se producen por la formación de quistes o agallas provocados por el desarrollo de las larvas de este insecto en el interior de las yemas florales y vegetativas del castaño. Esas tumoraciones dañan la floración y reducen la capacidad fotosintética del árbol.

«La avispilla actúa sobre las yemas de crecimiento y sobre las yemas de floración, causando una merma muy importante de la floración y por tanto de la fructificación«, explica Álvarez Ron, que indica que también afecta de manera indirecta a los apicultores, «que están muy preocupados porque provoca una disminución drástica de la floración de los castaños que es crucial para las abejas». Además, también provoca mermas de crecimiento a través de esa reducción de la capacidad fotosintética, causa torceduras de brotes y, al haber menos brotes de hoja, reduce el área folial. Y, si el árbol es joven, le puede provocar incluso la muerte.

Asturias es la comunidad con mayor superficie de castañares: 80.000 hectáreas que suponen el 17% de la superficie arbolada y que producen 26.000 metros cúbicos de madera al año. La avispilla apareció por primera vez en el centro de Asturias en 2014 y en menos de tres años se expandió a todos los castañares de Asturias.

Para combatir a esta dañina avispilla se ha optado por la lucha biológica con el parasitoide Torymus sinensis. «Empezamos trayéndolo de Italia y ahora, aunque continuamos trayendo algo, ya lo estamos produciendo aquí en cantidades bastante significativas». Ya se han soltado más de 91.000 ejemplares de este insecto en prácticamente todas las masas de castaños de Asturias, como se aprecia en este mapa.

Las manchas negras muestran las zonas de eucaliptales en los que ya se han liberado 1,67 millones de «Anaphes nitens» para combatir la plaga «Gonipterus platensis»
Las manchas negras muestran las zonas de eucaliptales en los que ya se han liberado 1,67 millones de «Anaphes nitens» para combatir la plaga «Gonipterus platensis»

«Este año hicimos controles en las zonas en las que empezamos a soltarlos ya en 2017 y se ve que se están multiplicando y dispersando», dice Álvarez Ron del Torymus sinensis, la opción más «adecuada y eficiente» para combatir a la plaga que daña los castaños. «La avispilla pone los huevos en verano y después va desarrollando la larva en otoño e invierno, luego vuelve a salir en verano y por lo tanto dura un año entero, pero en primavera, en abril aproximadamente, la larva tiene un estadio concreto de desarrollo apto para que lo parasite Torymus sinensis. Lo liberamos en esas fechas y mata la larva porque lo que hace es alimentarse de ella», explica.

8. Gonipterus platensis

La última plaga es este coleóptero defoliador que daña al eucalipto y que está presente en Asturias desde 1993. «Tanto en fase de larva como de adulto provoca una fuerte defoliación y pérdidas de hasta un 15% por lo menos en la tasa de crecimiento del árbol». Álvarez Ron estima que también provoca más de tres millones de euros en pérdidas anuales solo en producción vegetal, sin contar el resto de la cadena de valor.

Es decir, los daños son más que importantes. Asturias tiene 60.000 hectáreas de eucalipto, que suponen el 13% de superficie arbolada y, con 670.000 metros cúbicos al año, generan el 85% del total de la producción de madera de la comunidad. Aunque hubo pequeñas producciones anteriores, es en 2016 cuando se empezó a combatir de forma masiva al Gonipterus platensis con su antagonista natural, el himenóptero Anaphes nitens, del que ya se han liberado desde entonces 1,67 millones de ejemplares en las zonas sombreadas en negro que se muestran en este mapa.

Las manchas negras muestran las zonas de eucaliptales en los que ya se han liberado 1,67 millones de «Anaphes nitens» para combatir la plaga «Gonipterus platensis»
Las manchas negras muestran las zonas de eucaliptales en los que ya se han liberado 1,67 millones de «Anaphes nitens» para combatir la plaga «Gonipterus platensis»

«Desde 2016 producimos este parasitoide que, a diferencia del que combate a la avispilla del castaño, es de huevos en vez de larva». Esto quiere decir que las hembras de Anaphes depositan sus huevos dentro de los del Gonipterus y se desarrollan a expensas de ellos provocando su destrucción. En las instalaciones de La Mata ponen en contacto las ootecas (masas que contienen entre 10 0 12 huevos) del insecto dañino con las del antagonista para que se produzca la parasitación y, una vez parasitadas, se colocan en las zonas de eucalipto. «La multiplicación de las ootecas de Gonipterus es explosiva, pero el Anaphes cuenta con la ventaja de tener más ciclos al año. Es un controlador muy eficaz», explica Álvarez Ron.