«El problema no reside en vivir solo, sino en el aislamiento social y la soledad»

La Voz

ASTURIAS

Una anciana en Oviedo
Una anciana en Oviedo

El aislamiento crece entre los asturianos mayores de 65 años

07 oct 2021 . Actualizado a las 18:43 h.

Asturias es la comunidad autónoma más envejecida de España y una cuarta parte (23,5%) de sus mayores 65 años vive solo, especialmente en el caso de las mujeres, lo que puede coadyuvar a que se conviertan en víctimas del aislamiento, de la soledad no deseada o en personas frágiles desde el punto de vista sociosanitario.

Así se desprende del estudio «Aislamiento y soledad no deseada en las personas mayores en el Principado de Asturias» elaborado por el Colegio Oficial de Enfermería del Principado de Asturias (Codepa) a través del Observatorio de la Enfermería y los Cuidados de Asturias (OECA).

El informe alerta de la grave situación de aislamiento y soledad de las personas de más de 65 años y del crecimiento paulatino y constante del número de hogares unipersonales en Asturias, la comunidad autónoma donde más ciudadanos viven solos, ya que 31 por ciento de los hogares son unipersonales, en el 72 por ciento de los casos ocupados por mujeres. Las mujeres son el grupo más numeroso entre los 68.000 mayores de mas de 65 años que viven solos y en su mayoría son viudas (70%), lo que les lleva a vivir una soledad no deseada.

Las cifras también revelan que en los últimos siete años la tasa anual de crecimiento de los hogares unipersonales ocupados por mayores de 65 años ha sido seis veces superior a la del conjunto de hogares, lo que significa que hasta 2027 ascenderán hasta un mínimo de 74.000, de los que el 73 por ciento estarán ocupados por mujeres.

Más allá de la atención en el centro de salud, el sistema debe atender «prioritariamente» el cuidado de la comunidad, ha sostenido el presidente del Colegio de Enfermería del Principado de Asturias, Esteban Gómez, quien ha advertido de que desatender el plano comunitario puede tener consecuencias más dañinas que la falta de consultas.

El sistema debería centrarse más en el ámbito sociosanitario y dejar atrás el concepto de Atención Primaria para volver al de medicina familiar y comunitaria, ha defendido en rueda de prensa para presentar el estudio. En la misma línea, el sociólogo y director del Observatorio de la Enfermería y los Cuidados de Asturias (OECA), Juan Hernández Yáñez, ha explicado que «el problema no reside en vivir solo, sino en el aislamiento social y la soledad».

En Asturias, según la Encuesta Nacional de Salud, un 20 por ciento de los mayores de 65 años valoran mal o muy malo su estado de salud, lo que puede derivar en la aparición de una serie de conductas como la automedicación, la falta de higiene o la adopción de malos hábitos alimentarios que terminan generando realmente un verdadero mal estado de salud.

Para incidir en la prevención, el estudio concluye que es necesario elaborar un censo de cada zona básica de salud de personas mayores de 75 años y que un grupo de personal enfermero acuda hasta donde se encuentra la población frágil. «Debería haber un presupuesto trasversal usado por los servicios sociales y sanitarios que permitiera la prescripción social», ha sostenido Hernández, quien ha explicado que esta atención global es lo que permitiría evitar problemas graves de salud.

Otro de los puntos a actuar es terminar con un sistema de Atención Primaria basado en un modelo de demanda para pasar a actuar sobre las necesidades de las personas antes de que sea tarde. En el plano hospitalario también se puede seguir la estela de otros países y generar unidades de atención a frágiles lideradas por personal de enfermería donde los médicos funcionen como «consultores» actuando sobre las patologías puntuales de los enfermos y la enfermera diseñe un plan de cuidados.

El problema de Asturias es la escasez de enfermeras ya que se estima que dentro de cinco años se jubilarán más enfermeras de las que saldrán de las facultades asturianas y va a haber un problema porque no se va a poder reponer las jubilaciones o bajas, ha explicado Hernández.

Para ello, es necesario retener a las enfermeras que se formen en la región, recuperar a aquellas que ya se han ido y atraer a personal de otras comunidades, han defendido.«O se producen más enfermeras y se atraen más de fuera o van a colapsar», ha afirmado Hernández respecto de los sistemas sociosanitarios asturianos, ya que en siete años la tasa de reposición será de 0,8.

En su opinión, es necesario un cambio de enfoque, ya que el sistema sigue igual que hace cuarenta años y se debe ir hacia uno más integrador con equipos multidisciplinares de enfermería que debe estar dotada de competencias.