La montaña rusa del tiempo en Asturias: nuevo vuelco en las temperaturas

Jose Coto REDACCIÓN

ASTURIAS

Calor en Oviedo
Calor en Oviedo Alberto Morante

La comunidad autónoma vivirá la próxima semana dos jornadas impropias del mes de octubre

16 oct 2021 . Actualizado a las 12:16 h.

El comportamiento del tiempo poco tiene que ver ahora con el de hace unas décadas. Las estaciones claramente diferenciadas de antaño han dado paso a unas transiciones mucho más suaves entre unas temporadas en las que los cambios bruscos son continuos. Y Asturias vivirá la próxima semana un nuevo vuelco en esta montaña rusa climatológica con temperaturas que rozarán los 30 grados en varios puntos de la región. Son cifras poco habituales en la segunda mitad del mes de octubre.

La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) es que hoy sábado las nubes sean predominantes en casi toda la región, con posibilidad de lluvias en algunos puntos, y que las temperaturas máximas se sitúen en torno a los 20 grados en la mayoría de los concejos. La situación será similar el domingo aunque el riesgo de lluvias descendiente, y a partir del lunes es cuando se esperan los cambios relevantes.

Aemet espera que los mercurios comiencen a subir el lunes y que el martes se alcancen registros más propios del verano. El sol será el protagonista y en Mieres o en Siero, Aemet pronostica que se alcanzarán los 30 grados. Y esos concejos no serán una excepción. Para Oviedo se anuncian máximas de 29 grados, las mismas que en Langreo o en Llanera. Un poco más llevaderas serán en Gijón o en Avilés, donde se espera que no se superen los 27 y los 28 grados respectivamente, mientras que las alas serán un poco más bajas pero igualmente elevadas. En Llanes las máximas serán de 26 grados, lo mismo que en Tapia.

A partir del martes Aemet anuncia un nuevo descenso de las temperaturas a niveles más propios del otoño. Con todo, seguirán siendo agradables, ya que alcanzarán los 20 grados en la mayoría de la región. Para esas jornadas también se prevé que puedan volver las lluvias, aunque en principio serán débiles.