Celos y sicarios: la hora de la sentencia del Caso Ardines

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

 El ciudadano de nacionalidad argelina investigado como uno de los dos presuntos autores de la muerte del concejal de IU en Llanes, Javier Ardines, que se encontraba en prisión en Suiza por otros delitos, tras declarar este jueves en el juzgado de dicha localidad que instruye la causa
El ciudadano de nacionalidad argelina investigado como uno de los dos presuntos autores de la muerte del concejal de IU en Llanes, Javier Ardines, que se encontraba en prisión en Suiza por otros delitos, tras declarar este jueves en el juzgado de dicha localidad que instruye la causa J.L. Cereijido

El presunto autor intelectual, dos implicados directos y el intermediario se sentarán en el banquillo tres años después del asesinato del concejal de Izquierda Unida en Llanes

28 oct 2021 . Actualizado a las 12:23 h.

Javier Ardinés, quién fuera concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Llanes, fue asesinado en 16 de agosto de 2018 en Belmonte de Pría, una localidad del concejo de Llanes, donde residía, y tres años después los acusados del crimen se sentarán en el banquillo para hacer frente a la justicia. 

El juicio, para el que mañana se seleccionará al jurado que deberá decidir sobre una compleja trama, comenzará el próximo martes con el interrogatorio de los cuatro acusados, que afrontan penas individuales de 25 años de cárcel, y se desarrollará durante dieciocho sesiones a lo largo del próximo mes de noviembre.

La víctima era muy conocida por su vertiente política y en un primer momento se investigó sobre una posible venganza por su labor en el Ayuntamiento de Llanes, donde Ardines se responsabilizaba las áreas de Medio Rural, Playas y Personal en un gobierno municipal cuatripartito.

Las hipótesis se centraron inicialmente en posibles represalias por algunas actuaciones en su ámbito de responsabilidad municipal, pero poco a poco esta tesis fue perdiendo fuerza, mientras las pesquisas empezaron a dirigirse hacia el terreno personal.

La investigación se centró en el entorno más cercano del que era único concejal de IU en el municipio y entre los sospechosos surgió el nombre de Pedro N.A., amigo personal de Ardines y casado con una prima segunda de su esposa, y a quien la Fiscalía y la acusación particular consideran como el presunto inductor intelectual de su muerte.

Pedro N.A. conocía bien a Ardines y era habitual verles juntos por la amistad y parentesco de sus respectivas mujeres cuando acudía con su familia a una casa de su propiedad situada a apenas cien metros de la vivienda del edil en la que pasaba las vacaciones y algunos fines de semana por la cercanía de su residencia habitual en Amorebieta (Vizcaya), a poco más de 200 kilómetros.

Pedro N.A. estaba obsesionado con la posibilidad de que su mujer estuviera manteniendo una relación extraconyugal con Ardines y los celos, según los investigadores, podrían sustentar la tesis del móvil pasional, que fue cobrando peso a medida que avanzaban las actuaciones policiales.

Según concluyeron, Pedro N.A. tramó el plan para acabar con la vida de Ardines después de descubrir, en diciembre de 2017, que el concejal mantenía una relación con su mujer.

Seis meses después del asesinato, y tras arduas investigaciones, la Guardia Civil cerró la investigación con la detención de Pedro N.A., del presunto intermediario Jesús M. y de los argelinos Djilali B. y Maamar K., a los que se les atribuye la autoría material del asesinato por encargo.

Las rutinas y horarios de Ardines, que simultaneaba su trabajo como patrón de barco con la política municipal, facilitaban los seguimientos necesarios para planificar e incluso ensayar minuciosamente un plan que fue ejecutado el 16 de agosto.

Unos días antes del asesinato, el propio Ardines contó a su mujer que cuando se dirigía hacia el puerto de Llanes para salir con su embarcación, como hacía a diario a primera hora de la mañana, se había encontrado con unas vallas de obra en el camino rural cercano a su casa que le habían obligado a bajarse del vehículo a retirarlas.

Una circunstancia anómala que se repitió el 16 de agosto, cuando de nuevo Ardines se encontró con tres vallas de obra que volvían a bloquearle el paso, pero, a diferencia de la vez anterior, cuando se bajó de la furgoneta con el motor en marcha para retirarlas fue sorprendido por sus asesinos.

Golpeado con un objeto contundente en cabeza y nuca, Ardines sólo se pudo desplazar unos metros hasta caer desplomado, donde fue encontrado por un vecino en torno a las 8 de la mañana, informa Efe.